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Mundo  |  29 octubre de 2023  |  12:00 AM |  Escrito por: Germán Estrada Mariño

La venganza como mecanismo de bestialidad, barbarie y reproducción de la violencia humana

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La violencia no se erradica con más violencia y la historia lo demuestra. Jamás el odio ha acabado con el odio en este mundo.

Una vez más la humanidad en pleno siglo XXi con todo y lo que no parece habernos enseñado la historia, se encuentra envuelta en una guerra despiadada y cruel.

Los motivos son siempre motivados por el ego del hombre sediento de poder, dinero, expansionismo geográfico, territorial y control de territorios.

Los intereses que sustentan las guerras jamás han sido nobles o superiores ya que la violencia solo es una consecuencia de una mente enceguecida por el odio, la intolerancia y la poca consciencia sobre el daño a terceros inocentes quienes terminan pagando las nefastas consecuencias de las decisiones de sus muchas veces ambiciosos insaciables crueles y despiadados lideres.

Las justificaciones religiosas o ideológicas para acabar con quien piensa diferente o profesa otra religión o ideología solo deja ver la pobreza mental y lo necio que puede llegar a ser el ser humano incapaz de vivir en armonía en el mismo territorio llamado planeta tierra el cual no le pertenece como fantasiosamente alucina, sino del cual es tan solo un habitante más, un poblador más que como cualquier otro animal debería si fuera mas funcional a tomar solo lo que le permita su supervivencia y a cuidar los recursos que le son dados por la naturaleza y por ser el mas evolucionado e inteligente de los animales que habitan la tierra, a cuidar a los demás seres vivos y a sus pares, los demás seres humanos.

Paradójicamente la inteligencia no se usa para ello, sino que embrutecida por la ambición y enceguecida por emociones humanas como el odio y la venganza se ha dedicado a destruir a comunidades, sociedades y culturas completas con el fin de alimentar aún más su insaciable ego que con cada aniquilamiento del otro alimenta sus necesidades neuróticas de superioridad.

Si para sentirse superior se necesita destruir al otro no se sabe que es más perverso y a la vez mas involucionado y estúpido: ¿el fin o el medio para llegar a ello?

Las enseñanzas de los lideres históricos que han trasformado la humanidad con hazañas de paz y tolerancia que promueven el respeto a la vida a la diferencia y priorizan el dialogo y la reconciliación parecen haber quedado en el olvido. Mandela, Mahatma Gandi, Martin Luther King, Buda, o el mismo Jesucristo se revuelcan en sus tumbas al ver que las semillas de amor, compasión, piedad, tolerancia y misericordia que sembraron en esta necia humanidad no han dado fruto.

En una guerra sucia y salvaje ningún actor armado que use la violencia es digno de llamarse víctima. Cuando la victima de la violencia utiliza como mecanismo la misma violencia para erradicar la violencia de la que fue víctima buscando así destruir a su enemigo a toda costa incluso a costa de inocentes, solo cae tan bajo como este, perdiendo toda consciencia ética y moral y lo que le convierte en otro bárbaro, terrorista o salvaje sin escrúpulos. Un psicópata atacando a otro.

La inteligencia humana permite mucho más que eso, pero el odio y la ira son emociones que pueden sacar lo peor de un ser humano que deja de razonar, de hacer juicios profundos y de contemplar las irreversibles consecuencias de sus impulsivos y destructivos actos.

El grupo armado violento Hamas es tan responsable y tan digno de ser llamado terrorista como sus adversarios y sus patrocinadores por usar la violencia y atacar población civil inocente, así como es digno de dicho calificativo el estado de Israel por emprender una venganza despiada y salvaje en contra de inocentes donde hasta la fecha van 6.700 ciudadanos civiles muertos incluyendo 3.600 niños palestinos. Esas criaturas no escogieron ser palestinos judíos, cristianos o musulmanes y no entienden la barbarie de la que hoy son víctimas. Hospitales bombardeados, periodistas muertos, escasez de agua, comida y recursos en los hospitales es algo que el hombre del siglo Xixi no se puede permitir solo por venganza y de fondo por alimentar su animo colonialista, expansionista, imperialista y de dominio hegemónico y económico de una tierra que repito, no nos pertenece.

El derecho internacional humanitario no fue inventado por un grupo de terroristas para refugiarse en hospitales o centro de refugiados. Fue creado por las convenciones de ginebra y roma para proteger a la sociedad civil y en especial a los mas vulnerables. Mujeres, niños y actores no armados inocentes de la barbarie de la guerra.

¿De qué sirve el derecho internacional si las potencias auspician la guerra?

Las mismas que firman estos tratados están hoy frente a Israel para apoyarlo en su salvaje y desmesurada venganza.

Ayer sábado hubo protestas en Londres, Berlín, nueva Zelanda, indonesia, new york y Australia. Es decir, países de los 5 continentes están pidiendo que la barbarie acabe y que no sufran más los más vulnerables.

Para quienes están llenos de odio y sed de sangre y venganza solo recordarles que el fin no justifica los medios y que si se consideran a sí mismos profesores de una religión que profesa el amor y la compasión que hipócritas son y que vacíos están sus corazones para seguir haciéndose llamar hombres justos y buenos.

El hombre que se cree inmortal y que no acepta que todos vamos a morir y somos iguales y semejantes y no rivales, está condenado a morir estando en vida ya que su consciencia jamás despierta

Para evitar el sufrimiento nos queremos llenar de cosas y estatus para evitar el vacío que sustenta la codicia. El vacío se puede llenar y la necesidad de inmortalidad si cambiamos las fuentes efímeras de felicidad por fuentes mas profundas, permanentes y significativas que permiten obtener en el bien común, en la armonía y en el afecto; en la compasión y en  el amor a otros una fuente profunda y permanente de satisfacción que va más allá de los placeres sensoriales que otorgan solo placer momentáneo el cual se confunde muchas veces con felicidad.

La codicia por dinero y poder tienen a la humanidad de una potencial guerra nuclear que solo terminaría comprobando que la peor especie que habita la tierra es el necio hombre.

¡La humanidad no se puede quedar atónita simplemente presenciando lo que ocurre en la franja de gaza en donde no hay lugar a donde ir porque las fronteras están cerradas, los hospitales sin agua ni luz y mientras ustedes leen esta columna muchos pequeños indefensos sufren sin entender porque el hombre puede ser tan perversamente despiadado!

Que dios nos dé sabiduría, que las consciencias vuelvan a quienes gobiernan el mundo y que todos los asesinos de un bando y otro paguen por sus actos, pero sin llevarse las vidas inocentes de los más vulnerables

German Estrada Mariño

Psicólogo clínico

Psicoanalista

Psicoterapeuta

Perito forense

Líder campaña nacional voluntaria y gratuita de prevención del suicidio juvenil

Terapeuta bilingüe individual de parea y de familia .

[email protected]

whatsapp citas: 316 450 20 80

 

 

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