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Columnistas  |  09 mayo de 2024  |  12:00 AM |  Escrito por: Jhon Jairo Hernández

Más allá de la propaganda

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Jhon Jairo Hernández

Jhon Jairo Hernández Montilla

Desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, los medios de comunicación influidos por la anglosfera, se dedicaron a la publicación de artículos que demonizaban la figura del presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putín. Para ello, optaron por disfrazar la propaganda como información, en la cual se presentaba una visión sesgada de la guerra, donde la encarnación de todos los males del mundo, se encontraba representada en la figura del presidente ruso.

La persona que se atrevió a romper el cerco mediático acerca de Rusia, fue; un conocido ex periodista de Fox News, Tucker Carlson, cercano al expresidente Donald Trump, y del cual, al parecer, se valió, para acercarse al líder ruso, ya que es conocido, como en la presidencia de Trump, este mantuvo relaciones de respeto con su homólogo ruso. 

Durante el mes de enero de este año, este periodista republicano anunció en sus redes sociales que había sido aceptada su solicitud para hacerle una entrevista en vivo en el Kremlin, al presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putín, comenzaron todo tipo de ataques y señalamientos, incluso varios organismos de inteligencia de los Estados Unidos, anunciaron que, de hacerlo, tendría que enfrentar consecuencias legales.

A pesar de las advertencias, Carlson hizo caso omiso, y viajo al Kremlin para realizar la tan controversial entrevista, algo que no era un asunto de poca monta, debido a que, desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, la prensa occidental aisló mediáticamente a Rusia. Llegando al extremo de eliminar la señal del canal estatal Russia Today, RT-, de la señal de televisión satelital y por cable en los Estados Unidos. Y no conformes con esto, cancelaron los canales de YouTube y las redes sociales, de todo medio de comunicación que proceda de Rusia. Por esta razón, la entrevista a Putín era una ruptura del bloqueo mediático, y lo más sorprendente, era que quien llevaba a cabo ese trabajo, era nada más y nada menos que un periodista estadunidense.

El día esperado llegó el 8 de febrero, siendo aproximadamente las 6:00 pm hora de Colombia, a través de la cuenta de Tucker Carlson; en la red social X, se transmitió en vivo la entrevista, no hubo veto, debido al apoyo que le brindo al periodista el dueño de X, el multimillonario Elon Musk.

Por un lado, se muestra al periodista, que luce un traje de dos piezas, acompañado de una corbata azul, y al frente de su silla, se encontraba Vladimir Putín, también de traje, y luciendo una corbata roja, desde el inicio de la entrevista, se estableció que sería una conversación seria y no un show político.

En la primera etapa, Putín presenta la historia de Ucrania y Rusia, y se centra en los tiempos en los que Rusia, surge como un estado, remontándose a los tiempos de los príncipes, pasando por el periodo de los zares, y cómo desde tiempos inmemoriales hay un origen desde la llamada Rus Kiev, pasando a Nogorodov (el pueblo que le dio a Rusia su nombre).

Al preguntar Carlson, ¿por qué la mirada ortodoxa de Rusia?, Putín, señala que esto se debe, a que la visión rusa, siempre ha sido tratar con respeto a todos los pueblos que forman parte de la Federación Rusa, dejando claro, que todos, a pesar de las diferencias, siempre reconocen a Rusia como su patria. Putin define a su nación como una familia numerosa, por esta razón, señala que el futuro del país; depende de que todos tengan un futuro promisorio, y esta es la causa de tener un patriotismo tan fuerte en la Federación Rusa.

A medida que avanza la entrevista, se aborda el tema de las razones que dieron lugar, al inicio de la operación especial en Ucrania, a lo que Putín respondió con firmeza: “esta guerra comenzó en 2014 con el estallido de hostilidades en la región del Donbass, lo que hicimos fue buscar terminar con esa guerra de forma definitiva”.

Es probable que uno de los sucesos más significativos de esta entrevista, fue cuando Carlson, pregunto, acerca de los responsables del sabotaje al Nord Streem I y II. La respuesta del líder de la Federación Rusa, en tono jocoso, expresa ¡ustedes¡, a lo que Carlson respondió, “pero yo estaba en otra parte en ese momento”. Luego, Putín lo miro con risa: “la CIA”, sabemos que usted quiso ingresar a esa agencia, menos mal no lo hizo, y continuo… una operación de este tipo, implica sumergirse en el mar báltico, llevar equipos especializados, para luego provocar una serie de explosiones de precisión, por tanto, sabemos que fue la CIA.

A lo largo de la conversación, se van planteando temas acerca de la geopolítica, y se aborda el tema, de como se viene dando una reconfiguración de un orden unipolar a uno multipolar. Se presenta como ejemplo por parte de Putín, el caso de los BRICS (bloque de países emergentes), los cuales actualmente suman más que el PIB de los países agrupados en el G7.

La importancia de esta entrevista, es que el presidente, Vladimir Putín, le habla a occidente, expone de manera clara y sin ambigüedades su punto de vista, muestra cual es la postura rusa frente a los acontecimientos, y manifiesta que el conflicto termina, si los que controlan a Selensky deciden dejarlo negociar. Y piensa que ya lo están examinando, pero no desean retirarse de forma indecorosa, al final concluye, dejando clara la evidente intensión de la OTAN de cercarlos y acorralarlos en su propio territorio.

Por eso, al pueblo ruso, no le ha quedado otra opción que prepararse para defender su derecho a existir, reclamando un trato de iguales entre las potencias mundiales, y resalta, la necesidad de que las elites de EE, UU, y la UE, reconozcan que el mundo ha cambiado, y las viejas fórmulas y modelos que antes favorecían enteramente, ya no se pueden seguir aplicando.

Occidente ha pretendido imponer un bloqueo mediático a Rusia, presentando una visión demonizadora del presidente ruso, utilizando una estrategia de psicopolitica, en la que la OTAN pretende mostrar que no es una guerra contra Rusia, sino, simplemente se trata de, ¡sacar a Putín del poder¡, ocultando el objetivo real, el cual no es otro, que balcanizar a Rusia, para que se convierta en varios países más pequeños.

Desde Makinder se planteaba que quien quisiera controlar el mundo, debía tener el control del Heartland, "Quien domina el este de Europa, domina Heartland, quien domina Heartland, reina en la 'Isla del Mundo', quien domina la 'Isla del Mundo', gobierna el mundo entero". Es por ello que EE, UU, debía mantener a Europa y Rusia siempre divididas. Y es por ello, que, destruir a Rusia, como país, es parte de la estrategia que se han trazado los neoconservadores Straussianos desde hace ya varias décadas.

Existe una teoría poco conocida en el ámbito occidental, que sugiere algo siniestro, y es la llamada “doctrina Rumsfeld-Celebrowsky”, la cual afirma, de manera evidente, que para que EE, UU mantenga la hegemonía mundial, debe convertir en estados fallidos a todos los países que puedan amenazar su poder a largo plazo. En consecuencia, plantean fomentar guerras y conflictos de baja intensidad (GBI-CBI) mediante la creación de grupos armados terroristas, los cuales, desestabilicen la seguridad interna de esos países, destruyan su economía, y posibiliten que las corporaciones transnacionales, realicen todo tipo de negocios sin dificultades, obteniendo así, altos márgenes de ganancias, en detrimento de los pueblos que habitan esos países.

No se puede dejar de lado que hoy es el BRICS el bloque económico que disputa el control de la economía mundial al G7. Resulta evidente el declive de los Estados Unidos como hegemon, nadie hoy, puede ignorar a China como la principal economía del mundo y a Rusia como una superpotencia militar, la cual, con la reciente presentación del misil hipersónico Avangard, le notificó a la anglosfera que cuenta con armamento de última generación.

Es evidente que estamos en un escenario pre bélico, donde resulta crucial, examinar la teoría creada por el politólogo Graham Allison en 2015, donde este plantea, “La trampa de Tucídides es una teoría que explica la relación entre una potencia hegemónica en declive y otra en ascenso. Según este planteamiento, la tensión entre ambas potencias puede conducirlas a una guerra hegemónica en la que la gran potencia venza y asegure su primacía, o pierda y sea reemplazada por la potencia en ascenso”.  El problema es que hoy, muchos países tienen armas nucleares, y se sabe, que una Tercera Guerra Mundial, seria ante todo nuclear, lo que llevaría al mundo, a la destrucción total.

Debido a esto, Rusia no es atacada directamente por la OTAN, sino que se apela a las guerras subsidiarias o por delegación, conocidas actualmente como “guerras, proxi”, (alude a un conflicto armado en el que uno o dos países utilizan a terceros para enfrentar a un enemigo sin involucrarse en forma directa en la batalla).

Analistas geopolíticos, tales como Alfredo Jalife Rahme, Terry Meisan y Daniel Estulin, coinciden en que el mundo se encuentra muy cerca de una Tercera Guerra Mundial. Ante la aparición de dos potencias emergentes como Rusia y China, enfrentadas a Estados Unidos y su brazo militar la OTAN, y estos últimos, no parecen dispuestos a ceder espacio en el ajedrez del tablero global.

No se sabe ahora, en que terminara la guerra en ucrania, ni que otros frentes de guerra se puedan abrir en el mundo, de lo que no hay duda, es el sistema internacional esta fracturado, y parece, que ya la ONU, es incapaz de preservar la paz mundial y, por tanto, el mundo ha vuelto a tiempos, donde se impone la ley del más fuerte, y la política es sustituida por la guerra tal como planteaba el analista Clausewitz.

 

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