Después de una década, el edificio denominado El Refugio, en el municipio de Calarcá, será demolido por fallas en su construcción, dijo el alcalde de esta localidad Luis Alberto Balsero. El anuncio lo hizo el alcalde al término de la lectura del último informe técnico de la obra.

Sobre la demolición de este edificio, el alcalde expresó: “A raíz de la expedición de la Ley 2020 del año 2020 por medio de la cual se crea el Registro Nacional de Obras Civiles Inconclusas en Colombia, (ELEFANTES BLANCOS) la Contraloría General de la República tiene incluida las (2) dos torres de cinco pisos y 20 apartamentos denominada Torres El refugio, ubicadas en el municipio. La obra fue construida hace doce años, durante el gobierno del alcalde del movimiento político MIRA Carlos Enrique López Murillo. Los apartamentos nunca fueron entregados y menos habitados porque desde un comienzo presentaron fallas técnicas de construcción.

El convenio de construcción

El alcalde Balsero recordó que las obras civiles fueron ejecutadas dentro del convenio de asociación Nro 198 del año 2011, suscrito entre el municipio de Calarcá, liderado en su momento por el alcalde de la época Carlos Enrique López Murillo, quien salió del país, y la Asociación Hábitat para la Humanidad”, cuyo objeto era el apoyo a la construcción de vivienda digna de interés social para la urbanización El Refugio.

Aseguró que la administración municipal de Calarcá organizó un comité de obras inconclusas integrado por las dependencias y los secretarios Administrativo, de Hacienda, Planeación, Infraestructura, el asesor Jurídico y su propio despacho, para evaluar las construcciones que se habían empezado y nunca terminado en el municipio.

Las fallas

También mencionó que se contrataron unos estudios de vulnerabilidad, que concluyeron que la edificación El Refugio no cumple con las especificaciones técnicas, estructurales y normas arquitectónicas ni con las medidas mínimas de altura, razones suficientes para ordenarse la demolición de la edificación. Se realizaron visitas al sitio con el acompañamiento de funcionarios de la Contraloría General de la República del Departamento del Quindío, confirmándose que la obra era un riesgo inminente incluso para los habitantes del barrio adyacente.

La facultad de Arquitectura de la Universidad La Gran Colombia, seccional Armenia, asimismo realizó acompañamiento técnico y emitió un concepto negativo y su recomendación fue la demolición total del edificio.

Ratificaron esos expertos, que las estructuras no garantizan la habitabilidad del edificio ni estructuralmente, ni las condiciones de medidas mínimas de altura entre pisos y de varias puertas. Afirmaron que presenta grietas y fisuras en los muros y placas de forma longitudinal y vertical; evidenciaron diferentes tiempos y especificaciones del concreto del vaciado, colores diferentes, texturas diferentes; las escaleras de la edificación no cumplen con las especificaciones de medidas mínimas para el desarrollo ergonómico de las mismas; se presentan alturas diferentes de entre pisos en las escaleras, en el hall de acceso de los apartamentos y dentro de los mismos; se presenta desplome, falta de hilos y escuadras entre los muros vaciados de la obra, entre otras fallas más.

El acto administrativo para tumbarlo

Según el asesor jurídico del municipio Carlos Rey Trejos, por todos estos antecedentes se expedirá el acto administrativo teniendo en cuenta las disposiciones contenidas en la Ley 2020 de 2020, ordenándose la demolición de la edificación, amparados en las visitas técnicas y estudios de vulnerabilidad realizados. La demolición de este elefante blanco ocurrirá próximamente en presencia del Comité Regional de Moralización integrado, entre otros, por la Procuraduría, Contraloría y la Fiscalía General de la Nación.

La obra tuvo un costo superior a los $3.700 millones de pesos en total; solo las torres costaron $920 millones de pesos y al momento del recibo no contaban con servicio de disponibilidad de gas ni conexión al sistema eléctrico.