Uno de los intereses prioritarios de la vicerrectoría Académica de la Universidad del Quindío es atenuar la deserción estudiantil en el departamento del Quindío. Para tal fin, hace aproximadamente 10 años desarrolla proyectos para estudiar, comprender y abordar los fenómenos de deserción.  Orientación vocacional y proyecto de vida es uno de estos proyectos que, realizado en convenio con la secretaría de Educación departamental, tiene como finalidad brindar las herramientas que requieren los estudiantes de la media académica para mejorar su perspectiva del mundo y tener un proyecto de vida mucho más claro.

Puentes

Carlos Enrique Cabrera Arismendi, líder del proyecto de articulación con la Media y director de Formación y Articulación Educativa de la vicerrectoría Académica de la Universidad del Quindío, indicó que el proyecto “busca dar respuesta a lo que hemos denominado ‘Proyecto de Universidad continuo de formación’ que, como su nombre lo indica, trata de establecer puentes para el paso de los estudiantes de un ciclo de formación a otro, procurando que lleguen a la educación superior lo más perfilados posibles”.

Experiencias

Jhon Isaza, docente y coordinador de una de las líneas de articulación con la Media de la vicerrectoría Académica de la Universidad del Quindío, explicó que la finalidad es crear con las I.E. experiencias de formación a través de un equipo de 20 profesionales, construyendo estrategias de diálogo alrededor de la música, del género epistolar, de hacer cine con celulares, de acompañamiento sicológico, trabajo social, periodismo y con voluntarios que se han vinculado desde la Cátedra Multidisciplinar de la Uniquindío, para así lograr que los jóvenes estudiantes y egresados tengan experiencias de formación en la sociedad.

Primera reunión

La primera reunión se llevó a cabo en Calarcá, en la institución educativa San José. Allí convergieron otras 4 instituciones educativas: Rafael Uribe Uribe, Segundo Henao, Calarcá y Robledo. Asistieron 300 estudiantes de grados diez y once. Asimismo, dijo el docente Isaza, “estamos creando experiencias con docentes encargados de orientación vocacional de las I.E. y con padres de familia, ya que son fundamentales en este proceso”.

El proyecto actúa como faro, mostrándoles a los estudiantes otras posibilidades, creando escenarios de aprendizaje por medio del juego, del símbolo, de la percepción, de la reflexión filosófica sobre su proyecto de vida y, a través de un conjunto de herramientas, intentar mejorar y transformar los diálogos sociales que les rodean. Además, en esa misma medida, ayudarles a que las condiciones agobiantes que, en ocasiones, tienen sobre su visión del mundo, se transformen para mejorar sus ideas y la toma de decisiones.

Reducir la deserción y fortalecer la permanencia

Durante estos dos meses se busca, además, entender, conocer las instituciones y caracterizarlas. El punto fundamental es que la Universidad del Quindío se está acercando a los municipios y a las instituciones educativas con la intención de conocer las perspectivas de los estudiantes para ofrecerles las herramientas necesarias para conocer sus potencialidades y mejorar su perspectiva del mundo.

Con el mismo fin, el profesor uniquindiano Hernando Hurtado, viene implementando una serie de pruebas que se conocen como SDS, que tienen como finalidad evaluar, conocer y diagnosticar la relación que hay entre las preferencias y aptitudes en formación profesional de los estudiantes de la media académica.

Variables

“Con el recorrido que ha hecho el profesor Hurtado y con la experiencia que se ha tenido con distintos programas académicos en los que se han llevado a cabo trabajos alrededor de la deserción, lo que hemos hecho en la vicerrectoría Académica hace cerca de tres años, específicamente focalizados en esto, es tratar de entender cuáles son las variables que causan deserción académica y las variables que afectan la construcción de proyectos de vida. Conocemos muchas: las migratorias, el conflicto armado, las económicas, las territoriales… y, sin embargo, hay otro conjunto de variables que desconocemos y que son igual de importantes”, manifestó Isaza.

Con los hallazgos finales de este proyecto, la Uniquindío podrá, en el marco de la diversificación de la oferta académica formular programas académicos de pregrado que realmente respondan a las necesidades del territorio y de los estudiantes.

Reducción de desigualdades epistémicas

En palabras de Jhon Isaza, hasta ahora se ha identificado que los jóvenes tienen afectaciones en su comprensión del mundo, interpretaciones equivocadas de sus mismas posibilidades. “Son personas con altísimas capacidades intelectuales al margen de sus notas, pero que quizá desconocen que son competentes para el teatro, la música, la escritura, o para crear proyectos audiovisuales, sin embargo, puede que su experiencia académica les haga creer una cosa diferente, o puede que en casa haya mucho amor pero poca orientación, o que los padres no tengan suficientes herramientas para indicar cuáles de las muchas alternativas de orientación profesional podrían seguir y, esas perspectivas cerradas del mundo, son una de las variables más importantes que hemos identificado y en las que podemos intervenir”.

En ese sentido, se espera que este proyecto permita, paulatinamente, mejorar esa identificación de variables y crear, con la ayuda de las I.E. departamentales, estrategias para que los estudiantes de educación básica y media, docentes y padres de familia, puedan reducir sus desigualdades de conocimiento y así conectar más la Universidad con todo nuestro territorio.