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Mascotas  |  26 marzo de 2023  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Debilidad y cansancio, síntomas que muestran los perros cuando tienen anemia

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Hacerse cargo de un perro no es solo sacarle a dar paseos, conlleva más responsabilidades como, por ejemplo, mantener su salud bien cuidada, algo que a veces puede resultar difícil si no conocemos los síntomas comunes de las enfermedades de nuestros peludos.

Por este motivo es importante conocer especialmente aquellas patologías que pueden ser peligrosas para nuestros compañeros de cuatro patas y, así, ser capaces de actuar a tiempo. Un ejemplo de esto es la anemia.

Se trata de una afección de la sangre que se produce cuando hay una cantidad anormal de glóbulos rojos. Se considera normal entre 40 y 60 por ciento de hematocrito (porcentaje de glóbulos rojos en la sangre). Por debajo del 39 por ciento de hematocrito se considera que es insuficiente el nivel de los mismos y se dice que hay anemia.

Que existe un déficit de glóbulos rojos en la sangre puede llegar a ser muy peligroso para nuestros perros ya que los glóbulos rojos son los encargados del transporte de oxígeno a nivel de todo el organismo. Cuando disminuye su número, o bien su capacidad para transportar oxígeno, aparecen los síntomas de la anemia, que están relacionados con la falta de oxigenación tisular, imprescindible para la generación de energía en todos los órganos.

Si nuestro peludo padece anemia, lo primero que notaremos es que estará más cansado y débil, a causa de esa falta de oxigenación de los tejidos. En muchas ocasiones, si la anemia es muy avanzada, las mucosas de la conjuntiva ocular y de la boca pueden aparecer más pálidas, es decir, con un color más blanquecino.

Las causas de la anemia pueden ser muy variadas. Algunas de ellas afectan a la producción de estos glóbulos rojos en la 'fábrica', que está en la médula del hueso (falta de hierro, tumores, parásitos); otro tipo de anemia está causada porque se destruyen antes de lo que sería razonable, es decir, que se acorta su vida y, por tanto, a largo plazo hay una disminución del número de glóbulos rojos circulando por la sangre.

Esta última es muy habitual cuando se dan enfermedades sistémicas o generales como la insuficiencia renal, intoxicaciones crónicas o alteraciones hormonales; pero la anemia también puede venir causada por la pérdida accidental de sangre, como una hemorragia intensa o un traumatismo.

Si cuando se produce una hemorragia muy intensa hiciéramos una medición del nivel de glóbulos rojos, el hematocrito no disminuirá hasta que no se añadiera líquido que diluyera los glóbulos rojos, para controlar la presión sanguínea. Por lo que se calcula que el nivel de hematocrito en la sangre no es diagnóstico de anemia hasta pasadas cinco o seis horas, cuando se ha compensado por la homeostasis (presión sanguínea).

Como son muchas las enfermedades que pueden manifestarse con anemia, se recomienda las revisiones regulares (al menos una semestral) de analítica sanguínea.

Además de esto, ante la presencia de pequeñas pérdidas de sangre de manera continua (manchas de sangre por casa, en los juguetes o en la boca al masticar) debemos acudir al veterinario. También si detectamos una mayor debilidad o menor tolerancia al ejercicio físico.

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