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Columnistas  |  18 marzo de 2023  |  12:00 AM |  Escrito por: Jhon Faber Quintero Olaya

Virtud del temblor

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Jhon Faber Quintero Olaya

Jhon Faber Quintero Olaya

En semanas recientes la tierra ha mostrado sus movimientos con temblores frecuentes. Los miedos alrededor de la fuerza de la naturaleza son frecuentes, máxime en una Región donde un terremoto transformó su historia. Sin embargo, de cada catástrofe surgen oportunidades y la posibilidad de reinventar los caminos, como lo demostró al País el Eje Cafetero.

De una manera similar desde el 7 de agosto de 2022 venimos presenciando verdaderos anuncios de cambio en el Gobierno Nacional. Las frecuentes expectativas de reformas se han contrastado con las opiniones a favor y en contra, incluso sin conocerse los textos. La iniciativa de modificación a la estructura tributaria, prioritaria en la legislatura anterior, fue tan importante como los diálogos para la construcción del Plan de Desarrollo. La intervención de empresarios, centrales obreras y diferentes actores de la sociedad civil en el proceso de edificación normativa ha fortalecido la democracia, pero también ha polarizado ampliamente la Nación.

Los Congresistas también han encontrado en el activismo gubernamental una forma de protagonismo, al tiempo que las diferentes perspectivas ideológicas del parlamento robustecen el libre pensamiento. Las discusiones de temas variados como el de las finanzas y el de la salud han copado la agenda jurídica y política de los tiempos recientes. El Presidente Petro y su equipo han sido consistentes en las propuestas de cambio que presentaron a la sociedad.

Este terremoto de iniciativas legislativas ha permitido una profunda reflexión alrededor de temas que no eran comunes en los estrados de las cafeterías y menos en las redes sociales. Verbigracia, la diferenciación entre la prestación del servicio de salud en los centros urbanos en los poblados rurales no era algo de lo que se hablara constantemente y en la actualidad todos estamos de acuerdos en la necesidad de que los colombianos que viven y trabajan el campo cuenten con mejores herramientas e infraestructura en esta materia.

De igual forma, la transformación de las Empresas Prestadoras de Salud y el robustecimiento de las IPS es un propósito colectivo, así como el mejoramiento de las condiciones labores de los trabajadores del sector. Diferentes proyectos de Ley, de distintos partidos y con múltiples intervenciones han permitido que una idea inicial se transforme en un irreversible cambio en el Sistema de Salud y Seguridad Social.

Igual suerte corre las pensiones y las relaciones laborales. Bajo la acostumbrada campaña de expectativa, el Gobierno Nacional anunció la presentación de proyectos de Ley tendientes a modificar la legislación preexistente en estos aspectos. Los pronunciamientos a favor y en contra no se han hecho esperar. Algunos, como ya lo han hecho, creen que es el Apocalipsis y otros simplemente cuestionan el contenido de las pinceladas mediáticas del Ejecutivo.

El texto de la reforma laboral ya fue presentado, con bombos y platillos, como se hizo con la de Salud o la Tributaria. La inicial radicalización de posiciones deviene en un posterior llamado a consensos y, finalmente, en una aprobación convergente de Leyes que tienen la virtud de generar visibilidad frente a temas que en el pasado se tomaban como verdades universales. Cada obra debe ser debatida y examinada individualmente, pero en sí ya genera la ventaja considerable de permitir un pronunciamiento ciudadano y debatir sobre planteamientos concretos liderados ahora por los “padres de la patria”. Descartes nos enseñó las potencialidades de la duda y ha emergido en Colombia un significativo encuentro por el progreso a partir de posiciones totalmente disimiles.

Esperemos que la reconstrucción sea consistente con el terremoto y que los caminos de consenso parlamentario permitan actualizar viejas leyes en vigorosos marcos regulatorios para el bienestar general.         

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