Ayer y hoy al compás del tango
Darío Tobón Montoya
Los presento unidos, porque a pesar de nunca haber hecho un dueto, sus nombres están ligados con la parte más gloriosa de la orquesta de Enrique Rodríguez, la de principios de los 40, cuando junto con el tango ofreció música característica: foxes, corridos, valses, pasodobles y otra música española y hasta rumbas, que enloquecieron a los oyentes y bailarines colombianos. Fue impresionante la penetración que tuvo el fox tocado por Rodríguez en las pistas de bailes colombianas. Estimuló a compositores colombianos a escribirlos como ocurrió con Viejo dolor. Al lado del bolero argentino de la orquesta de don Américo, estaba el fox en todos los sitios danzantes y en las “repichingas” de los muchachos de ese entonces.
El pasillo y la rumba criolla se habían bailado en la década anterior. La música costeña de paseos y cumbias apareció a fines de los 40, con los boleros y guarachas cubanos. No hacíamos distinción entre las voces del “Chato” ni la del “Niño” Moreno, lo que nos interesaba era el ritmo y la música de Rodríguez. Todavía se ve que cuando suena un fox, los únicos que lo bailan son los que eran muchachos en los 40. Hay que señalar que el fox argentino difiere de su acentuación y manera de bailar del fox americano.
ROBERTO “EL CHATO” FLORES. Cantante y autor. Nació en 1907 y murió en 1981. Tuvo su inicio artístico como actor de teatro a sus 17 años en la compañía de la guitarrista y actriz Antonia Volpe. Ingresa en 1937 a la orquesta de Rodríguez, habiendo estado antes en otras poco conocidas. Dos años después graba el tema que lo consagró Tengo mil novias y sigue con otros dos muy exitosos, el fox Amor en Budapest y el vals Salud, dinero y amor. Hasta 1939, cuando se aleja de Rodríguez, graba 35 temas. Adquirió tanta fama que la casa Víctor, grabadora de sus discos lo contrató como solista para cantar en Radio Belgrano y en confiterías e inicia giras nacionales.
En el siguiente vínculo, el vals Tengo mil novias, interpretado por el Chato Flores con Enrique Rodríguez:
Además, con el Chato Flores y Enrique Rodríguez, la primera grabación del vals Ilusión: https://youtu.be/YTGeFi5i-Z4
Precisamente en una de ellas, en septiembre de 1955, fue partícipe de una inmensa tragedia que conmovió al mundo tanguero: recorriendo las provincias de Cuyo con el gran cantante, muy apreciado por Troilo, Francisco Fiorentino, yendo para la ciudad de Mendoza, su auto cayó en una acequia. Fiorentino fue despedido del vehículo y al caer queda inconsciente sobre un charquito. Al quedar boca abajo muere ahogado el 11 de septiembre de 1955, a sus 50 años. Muy afectado, “el chato” siguió cantando en la radio, teniendo su última actuación en Radio del Pueblo, con el sexteto de Miguel Nijensohn, y graba con esa orquesta un disco de larga duración.
Aquí, también el vínculo del tango Son cosas del bandoneón, en la versión del Chato Flores: https://youtu.be/0paWbBApNYM
En Argentina a sus 60 años suspende su vida artística y como lo hicieron otros, toma camino hacia Colombia, cuando da comienzo a su última etapa artística. Como tantos tangueros, se viene a buscar fortuna en esta tierra. Llega a Medellín en 1967, donde vive por largo tiempo. Allí contrae matrimonio. Y es contratado por Discos Fuentes para grabar elepés de mucha aceptación.
Aprovecha, como lo hizo Pepe Aguirre, la inmensa popularidad que le había precedido en Colombia y convierte a Medellín en centro de sus actividades, iniciando largas giras por Colombia. En Armenia estuvo extensa temporada. En razón de la afinidad de oficios, estableció con el locutor y programador radial de boleros Álvaro Hoyos Cardona, estrecha amistad. Mataban el tiempo jugando chicos de billar. Muere en Argentina en 1981. Es autor del tango porque le quise querer. Intervino en la película de 1942 “Gran Pensión La Alegría”, con la cantante Chola Luna
ARMANDO MORENO. “El niño Moreno”, “Muñeco”, estos alias a causa de sus infantiles facciones. Nació en Buenos Aires en 1921 y murió en Bogotá en 1990. Por su principal actividad artística, fue también llamado “EL rey del fox”. De 18 años en 1939, comienza su participación en la orquesta de Enrique Rodríguez, en reemplazo del Chato Flores, para grabar en primer lugar un pasodoble, un tango y el fox muy bien acogido Amor en Budapest. Este hecho es el indicio claro del camino vocal que tomaría y que lo convirtió en el cantor emblemático de dicho conjunto. Su voz fue recibida con mucho agrado por todos los oyentes que recordaban con ella la de Charlo y como él fue “Cantor pulcro y de buen gusto”.
Aquí, el vínculo del fox Amor en Budapest en la versión de Armando Moreno y la orquesta de Enrique Rodríguez: https://youtu.be/sx7OiBE2Fj4
Aquí, el vínculo del fox Luna veneciana, en la versión de Armando Moreno y la orquesta de Enrique Rodríguez: https://youtu.be/fZ7OpOiBu70
Hace su primera aparición en Radio Belgrano con tan notoria acogida, que en 1941 completó la grabación de 20 temas. Todos los jóvenes bailábamos y cantábamos Tengo mil novias. Con este cantor, la orquesta de Rodríguez, alcanzó algo inusitado: en plenos 40, época de oro del tango, esta orquesta característica tuvo un nivel en ventas igual o superior al de los exitosos conjuntos del momento, como los de Troilo y Caló. En otras partes diferentes a Argentina la acogida que tuvo este binomio de orquesta y cantante superaba a la de los grandes tangueros y competía triunfal con los ritmos locales.
Armando entendió que convirtiéndose en solista su éxito continuaría y con el bandoneonista Roberto Garza de Rodríguez se asoció y siguieron cosechando fama, con el repertorio que tenían con la orquesta que abandonaron. El rey del fox, vuelve a ser cantor de orquesta en los conjuntos de Alfredo Attadía en 1968 y Domingo Federico en 1950, teniendo corto regreso a la de Rodríguez, con el que hizo 17 grabaciones. A ella tuvo su tercer y último retorno, cuando impuso el fox Señorita Luna. En total efectuó 680 grabaciones.
Aquí, el fox Señorita Luna, con Armando Moreno y Enrique Rodríguez: https://youtu.be/Fd__8LZO-q8
También, el tango Llorar por una mujer, resucitado por esta época como caballito de batalla de las parejas de baile: https://youtu.be/chjroPtCiTo
Repitiendo el camino del “Chato” Flores, en los años 60, abandona su patria y sale a giras, para radicarse definitivamente en Colombia. En 1963, por primera vez arriba a Medellín, en donde casi inmediatamente, hace grabaciones en Discos Fuentes. Por temporadas vivió en Medellín y Bogotá. Es muy recordada su larga permanencia en Manizales, donde “Mamá” Berta lo hospedó en su casa. Pero su espíritu de caminante lo llevaba a EEUU, y a nuevos regresos a Medellín, donde uno lo encontraba transitando por las calles del centro. Armenia lo recibió en cortas visitas. Una neumonía a sus 69 años en 1990 le provoca la muerte en Bogotá.
NOTA: En la crónica anterior hubo un lapsus calami, al referirme a Bolivia: en vez de “cumbre tutora” debe ser cumbre tutelar. Con respecto a esa crónica he recibido llamadas recordándome nombres de intérpretes de tango no mencionados. Les digo que ese fue un artículo introductorio, que merece posterior ampliación.
Armenia, marzo 10 de 2023
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