El bobtail americano, tiene su origen en Estados Unidos, en concreto en Arizona, a finales de 1960. El primer bobtail americano surgió de una camada no buscada entre una siamesa y un gato común, que tenía cola corta. Un matrimonio que se encontraba de vacaciones adoptó al único gatito que heredó la cola del padre y al que bautizaron como Yodie.

Yodie, al igual que su padre, era un gato grande, robusto y de pelo semilargo, con una apariencia salvaje que llevó a pensar que sus antepasados podían proceder del apareamiento con algún gato montés de la región, pero posteriores estudios genéticos de la raza han desmentido esta leyenda.

Pese a su nombre, no tiene ningún parentesco con el bobtail japonés. Su desarrollo y su mutación, por lo tanto, se consideran naturales. El problema surgió cuando, debido a una mala gestión del programa de cría por parte de los titulares de Yodie, las líneas descendientes comenzaron a mostrar graves problemas de salud, lo que llevó a que buscaran por todo Estados Unidos gatos con rabos truncados o cortos como base para una nueva línea de reproducción. Esto provocó que el linaje de Yodie esté extinto, y aunque se considera el primer bobtail americano, en realidad la raza se desarrolló con cruces entre razas ya existentes y buscando específicamente la apariencia que mostraba este felino de forma natural, y no mediante una selección reproductiva.

Debido a esto, asociaciones como la Federación Internacional Felina (FIFe) no le ha otorgado el estatus de raza, al considerar que no cumple las condiciones que contemplan en su normativa y que rechaza la creación de nuevas razas cruzando razas que ya existen.

La cola, el rasgo más característico de los bobtail americanos, debe mostrar un aspecto muy especificado en el estándar: mayor de 2,5 cms (2 vértebras) pero no puede superar los 10 centímetros. Pueden mostrarla recta o torcida y La Asociación Internacional de Gatos (TICA) admite tanto la variedad de pelo semilargo como de pelo corto, así como todos los colores y patrones presentes en la genética del gato doméstico.

Los bobtail americanos alcanzan su madurez y pleno desarrollo físico a los tres años aproximadamente. Su excepcional carácter en la convivencia ha llevado a que se les llame, cariñosamente, los “golden retriever de los gatos”. Son aptos con niños y con otros animales, y aunque existe preocupación sobre la salud de la raza debido a su anomalía genética, particularmente en relación con su columna vertebral y del sistema nervioso, no hay estudios concluyentes que demuestren que tienen mayor predisposición a desarrollar problemas a causa de la malformación de su rabo.

Convivientes con bobtail americanos los describen como gatos de conducta muy hogareña y orientada al ser humano, con un amplio repertorio de vocalizaciones para comunicarse y moderadamente activos.