Al hablar del devon y del cornish rex, ambas razas de pelo rizado fueron descubiertas con apenas 10 años de diferencia y a muy poca distancia geográfica en Inglaterra lo que llevó a creer que se trataban del mismo linaje, hasta que estudios revelaron que no compartían la anomalía que les provocaba el llamativo manto rizado. Esta circunstancia sigue siendo insólita, dada la proximidad, tanto en términos de tiempo como territoriales, para que se produzcan dos anomalías en el mismo gen, pero en dos regiones distintas de dicho genoma y tan llamativas en la especie del gato doméstico como es mostrar un patrón rizado.

Desde el cornish rex, identificado en 1950, hay que dar un considerable salto hasta 1987 y cruzar el Atlántico, a Montana, en Estados Unidos, cuando apareció la tercera raza que comparte el apellido “rex” y que mostraba otra mutación de pelo rizado. Se trataba de una gatita carey, procedente de una camada callejera rescatada y a la que bautizaron como Miss DePesto. Como el devon y el cornish, motivo por el que recibió el “rex”, la anomalía genética del selkirk también se produce en el gen KRT71, en este caso, a causa de una variante en el empalme, lo que implica que cada una de las tres razas “rex” deben su pelo rizado a una anomalía autosómica diferente entre ellas. Además, la anomalía del selkirk es dominante, lo que significa que solo se necesita una copia de un progenitor para que lo pueda heredar la camada. Todos los gatos selkirk rex vivos en la actualidad remontan su ascendencia a Miss DePesto.

El selkirk rex está admitido en la variedad de pelo corto y en la de pelo largo, y pueden mostrar todos los colores presentes en la genética felina, tanto en el manto como en los ojos. Se introdujeron británicos de pelo corto y gatos persas en el programa de cría, lo que ha causado que el selkirk sea una raza más robusta y de cuerpo cobby. La textura del selkirk es muy similar a la de la lana, suave y de rizos destructurados, que les dan un gracioso aspecto desaliñado.

Los persas, los selkirk tienen un carácter dócil y enfocado a la vida hogareña. Son gatos cariñosos y nada conflictivos en la convivencia, que pueden mostrarse algo reservados con los extraños, pero que con su núcleo familiar expresan una naturaleza muy tierna, amorosa y tolerante.

La variedad de pelo largo requiere más cuidados que la de pelo corto, pero como en todas las razas de pelo rizado, sus cepillados deben realizarse con cerdas suaves para evitar romper el patrón rizado. No presentan ninguna enfermedad asociada a la raza y son longevos y saludables.