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Cultura  |  20 febrero de 2023  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Civilización en la cumbre

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Gloria Chávez Vásquez

 

La Cumbre del Gobierno Mundial 2003 celebrada en Dubái concluyó su 11 edición, el 15 de febrero, tras tres días de debates y discursos, bajo el lema “formando futuros gobiernos”. En el foro internacional participaron una veintena de jefes de Estado, más de 250 ministros, unos 10 mil funcionarios y 80 organizaciones internacionales como la ONU y la OMS en medio de las alertas y llamados de cooperación de las naciones.

 

El globalismo tiene toda nuestra atención. Ahora somos audiencia cautiva de la nueva religión. Y sus foros y cumbres son el nuevo pulpito.

El director y fundador (1971) del Foro Económico Mundial (WEF) y organizador de la Cumbre del Gobierno Mundial (WGS) anunció al mundo que, en 10 años, nuestra vida será completamente diferente: Tendremos un nuevo jefe, un nuevo amo.

Klaus Schwab, economista e ingeniero de 86 años, nacido en Alemania bajo el régimen nazi, ha sido criticado por mezclar sus finanzas como negociante y filántropo al estilo del nonagenario George Soros. Es, a pesar de su “capitalismo salvaje”, muy afecto a la extrema izquierda y sus ideologías. Es el mismo que organiza el Foro Davos que se reúne anualmente en Suiza, más recientemente, el pasado mes de enero de 2023.

El tema actual de Schwab, aparte del cambio climático y el control de la población, es el poder derivado de la tecnología. En su arenga enfatizó a sus escuchas de cómo está cambiando la vida, a través de las plataformas, influencias digitales, el metaverso y más. Según él, aquel que esté al frente de esas tecnologías, será el nuevo amo del mundo. Su preocupación es que, esas tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial (#4IR), con las que habrá que trabajar a escala global, se les salgan de las manos.

Cómo dominar el futuro de la humanidad  

Pero esos planes, muchos de los cuales ya vienen siendo implementados, cuentan con fuertes opositores que ven en ellos un fin maquiavélico. El año pasado, por ejemplo, Elon Musk criticó al Foro Económico Mundial por su anuncio de dominar el futuro de la humanidad acusando a la logia globalista de “convertirse cada vez más en un gobierno mundial no electo”. Casi de inmediato, y heridos en su amor propio, los nuevos amos eliminaron a Twitter de la página web Cómo seguir Davos 2023, aconsejando a los seguidores que interactuaran mejor con los hashtags de Davos en las redes sociales controladas por el Partido Comunista Chino.

El 18 de enero pasado, después de la cumbre del Foro Davos, Musk, el segundo hombre más rico del mundo y uno de los pocos magnates no invitados, tuiteó: “El WEF/FEM se está convirtiendo cada vez más en un gobierno mundial no electo que la gente nunca pidió y no quiere”.

 Más aun, el fundador de Tesla y propietario de Twitter, se dirigió a los asistentes de la cumbre de gobiernos, (al que sí fue invitado): "Ya sé que a esto lo llaman la cumbre del gobierno mundial" dijo en pantalla digital, “sin embargo pienso que deberíamos estar preocupados con eso de convertirnos en un gobierno único en el mundo. Queremos evitar la creación de un riesgo a la civilización al tener demasiada cooperación entre gobiernos."

Señaló que, a lo largo de la historia, muchas civilizaciones han surgido y caído, pero gracias a que ha habido un nivel de separación (entre naciones), eso ha permitido que la humanidad no haya desaparecido por completo. "Queremos tener una diversidad en la civilización de modo que, si algo va mal con una parte, la otra parte no colapse."

Musk se refirió al colapso de la civilización en la antigua Roma (siglo V) mientras que, por esa misma época, las sociedades islámicas prosperaban. La civilización árabe acabó siendo fuente de preservación del conocimiento y del avance científico. Es la ventaja de la diversidad y de la independencia de las naciones.

¿Cómo será el sistema de gobierno en 2071?

El Gobierno en 2071 llaman los globalistas a la iniciativa lanzada por el WGS con la intención de preparar gobiernos para el futuro. Se basa en “los cambios potenciales en la vida de los ciudadanos” y en “como operarán y serán gobernadas las sociedades”. Esta agenda esta compilada en un manual que dicta “pautas” a los gobiernos hacia un futuro “mejor preparado”.

Pero, ¿qué tal si en realidad, como sugiere El Instituto Transnacional (TNI), con sede en Ámsterdam, el Foro Económico Mundial WEF está tramando "un golpe de estado en silencio" para quedarse con el gobierno mundial?

¿No resulta acaso contradictorio que, en lugar de unir a los pueblos y a las gentes, estos nuevos amos estén promoviendo la subdivisión del individuo, (sin base científica ni espiritual) de la identidad y sexualidad de los seres humanos? ¿Que su ideología admita la disociación del núcleo familiar como fundamento de la sociedad?

Y mientras el nuevo orden maquilla la unidad racial ficticia con la complicidad de Hollywood y los medios de comunicación, una tolerancia que confunde anarquía con activismo, ahondando  las diferencias, provocando la violencia contra las libertades individuales, violando, inclusive, el derecho a creer en un Dios y el derecho a la vida.

No olvidar que una de las prioridades en esta agenda global es la de reducir la población a toda costa, lo cual hace sospechar de la agenda del cambio climático, de la “accidental” pandemia, la legalización de las drogas, la eutanasia, el aborto, la moda de liberar de criminales, las invasiones migratorias de fronteras y la entusiasta legitimación de regímenes totalitarios, destructores de la moral, la salud y la vida de sus ciudadanos. ¿Será que esa reducción poblacional requiere también mano floja en el terrorismo?   

La primera pregunta a ese gobierno único sería: ¿si problemas como la corrupción y el desempleo no se resuelven a nivel local o regional, o nacional, ¿cómo pretende un gobierno centralizado, conformado por burócratas y narcisistas, resolver los demás entuertos? ¿Si organizaciones como la ONU, la OEA, la OMS, la EU entre las 80 que asistieron a la cumbre son maquinarias burocráticas que solo contribuyen a enredar más el panorama mundial?  

Por otra parte, y como preguntan los millones de curiosos del planeta: ¿Qué autoridad tienen estos “líderes” para dirigir los destinos del mundo? Hemos visto las consecuencias desastrosas de los soberanos que pretendieron colonizar y manejar el resto de la humanidad solo porque pensaban que estaban llamados a hacerlo.

El karma tarda, pero se refleja hoy en día en cada país inundado por las poblaciones de sus excolonias con carta blanca para destruirlos. Civilizaciones sucesivas con sus conquistadores de turno como la romana, la árabe, la otomana, la inglesa, la francesa, la española, invadieron países, impusieron costumbres en grupos étnicos que no estaban preparados para cambiar su estilo de vida. Al final son los mismos conquistados los que destruyen la civilización de los conquistadores.

Si los fracasados gobiernos de las primeras potencias han atemorizado por décadas a la gente con sus juegos nucleares y rivalizado en el control de las naciones vecinas por conveniencia política y económica, tenemos una muestra en las tácticas amedrentadoras del globalismo desde muy temprano.

 

Gloria Chávez Vásquez escritora, periodista y educadora reside en Estados Unidos

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