El proyecto de ordenanza por medio del cual se cambia el escudo del departamento del Quindío ha despertado una gran cantidad de comentarios y polémicas en la región. Una de ellas, que ha sido un asunto muy personal del gobernador. Otra, que el Comité de Patrimonio del departamento, donde se discutió, no tiene facultades para decir sí o no se cambia. La otra, que mientras la Academia de Historia del Quindío se opone a tomar una decisión en tal sentido sin un debate amplio desde la academia y desde cada municipalidad, el proyecto fue elaborado por uno de sus miembros, el señor Fernando Jaramillo Botero.

Vanidad del gobernador

Para varios analistas el cambio del escudo no es más que un asunto de vanidad del señor gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, porque quiere dejar en su haber de gobernante esta decisión que se considera de alto calado ambiental; y dos, porque su padre, el excongresista Guillermo Jaramillo Palacios fue uno de los autores de erigir la Palma de Cera del Quindío como árbol nacional, y ahora lo que se quiera es que esa palma sea el emblema del escudo del Quindío.

El abogado y periodista Jota Domínguez Giraldo, varias veces gobernador encargado en el periodo de Julio César López, opinó sobre este particular, y dijo: “El cambio de escudo del departamento podría satisfacer una vanidad personal y familiar del gobernador. Su padre siendo congresista impulsó la ley 61 de 1985, que declaró la Palma de Cera como árbol nacional de Colombia. Su padre también es el del tema del estadio de Calarcá, donde funcionaba Abrazar. El escudo de Antioquia en su forma actual, se remonta al 23 de agosto de 1812. Un poema publicado en 1868, fue adoptado como himno en Antioquia en 1962, y luego Medellín lo tomó como himno en febrero del 2002. Habla de “el hacha que mis mayores me dejaron por herencia, la quiero porque a sus golpes, libres acentos resuenan”. Y lo mejor, nunca han intentado cambiar el escudo y el himno”.

Pronunciamiento de la Academia

La Academia de Historia del Quindío emitió ayer un comunicado donde indica que la explicación del proyecto para cambiar el escudo es insuficiente para conocer las razones que motivan al gobernador para hacer este cambio.

La Academia indica que abordó el examen del cambio del escudo “en el entendido de que los símbolos de una región se enmarcan en el campo de la etnografía, de la sociología, de la semiología y de los estudios acerca de la cultura, la historia y el pasado compartido, tal como lo registró para la identidad quindiana el maestro Antonio Valencia Mejía (1923 – 1998) en el mural de «La epopeya del Quindío» en el edificio de la Gobernación y que fue declarado bien de interés cultural en 2016 en reconocimiento a su valor histórico, simbólico y estético”.

Renglón seguido, sostiene el comunicado de la Academia: “En consecuencia, a nuestro parecer la información que contiene el citado proyecto de ordenanza (10 páginas) es general e insuficiente para conocer a fondo las razones que motivaron a la Gobernación del Quindío a proponer la modificación del escudo. No obstante, tratándose de un asunto que tiene que ver con la historia y la cultura de los pueblos y de su construcción simbólica que conduce a la formación de identidad a través de la concientización de símbolos compartidos, es de suponer que el proyecto de ordenanza estuvo precedido de una objetiva investigación y también de consultas y concertaciones con diferentes grupos de interés, razón por la cual procedimos a solicitar información adicional a la Gobernación mediante dos derechos de petición con el fin de conocer los fundamentos que sustentan su propósito”.

Derechos de petición

La Academia de Historia pidió varios derechos de petición, para conocer las consultas y concertaciones que se han hecho para tomar tan importante decisión de cambiar el escudo. “En el primer derecho de petición de información, del 8 de febrero, se solicita copia de los actos(s) administrativo(s), decreto u ordenanza, mediante los cuales fueron adoptados el escudo, la bandera y el himno del departamento con sus respectivas exposiciones de motivos y estudios que los soportaron, esto con el fin de conocer qué es lo que se pretende sustituir”.

“En el segundo derecho de petición de información, del 9 de febrero, se solicita: a) Investigaciones o estudios realizados sobre las características identitarias del Quindío y determinación de los símbolos que representan a la quindianidad; b) Procesos de discusión y concertación con grupos de interés (académicos, historiadores, sociólogos, antropólogos, gremios, asociaciones, universidades, colegios, comunidades, etc.) y con las alcaldías y concejos municipales de Armenia y de los restantes once municipios respecto de la modificación del escudo departamental; c) Selección de la propuesta de modificación del escudo departamental y de la firma o persona natural responsable del diseño final. Lo anterior con el fin de conocer en qué se basó la Gobernación para presentar el citado proyecto”.

La Academia de Historia anuncia que “una vez que tengamos acceso a información más amplia sobre el proyecto de ordenanza «Por medio del cual se modifica y adopta el escudo del Departamento del Quindío como insignia oficial del ente territorial», la Academia de Historia del Quindío la estudiará y se pronunciará en atención a nuestra misión de «investigar, analizar y difundir la historia del Quindío y de la nación en general para preservar la memoria y el patrimonio cultural, y contribuir a la formación de identidad regional y ciudadanía».

Habla el presidente de la Academia

EL QUINDIANO habló con el presidente de la Academia Armando Rodríguez Jaramillo, quien dijo que en las primeras investigaciones hechas por algunos de los miembros de la entidad, el proyecto se elaboró sin tener en cuenta la opinión de ninguno de los concejales de los 12 municipios del departamento, ni tampoco los alcaldes, y mucho menos a los miembros de la Academia de Historia del Quindío. Rodríguez confirmó que ha pedido por derecho de petición confirmar estas aseveraciones para reunir la academia en pleno, hacer la discusión respectiva y dar su concepto.

El autor

El economista Fernando Jaramillo Botero, miembro y expresidente de la Academia de Historia del Quindío fue encargado, a través de un contrato, por parte del gobernador Roberto Jairo Jaramillo Botero de elaborar el proyecto del cambio del escudo, lo cual realizó con un marco histórico y obedeciendo a los criterios planteados por el mandatario, en el sentido de quitar el tronco y el hacha, por ser símbolos más de Armenia y, además antiecológicos, por la Palma de Cera, las montañas y el cerro de Peñas Blancas.

EL QUINDIANO habló con Jaramillo, quien confirmó que efectivamente le habían hecho ese encargo y lo había realizado con los parámetros que le dieron en el gobierno departamental. Sin embargo, sostuvo, todo está sujeto a la discusión, tanto con la comunidad como con los miembros de la Asamblea Departamental y la academia.

El proyecto

La idea del nuevo escudo es cambiar principalmente el tronco y hacha que hay en la mitad del círculo que los envuelve, y poner allí las montañas del Quindío, donde se distingan claramente, además, dos íconos de la cordillera de los Andes: la Palma de Cera del Quindío y el cerro de Peñas Blancas.

¿Por qué suprimir el tronco y el hacha? Según la exposición de motivos del proyecto, porque ese símbolo representa a Armenia y teniéndolo en el escudo del Quindío se nota como una preferencia entre los doce municipios del departamento. Y segundo, porque es un símbolo desgastado, antiecológico, que denota destrucción y no representa las nuevas generaciones ni lo idearios de conservación ambiental que tiene el mundo moderno.

Se sugiere dejar las ramas de café porque hacen parte de la identidad de la región, como las nuevas connotaciones de la Palma de Cera y el cerro de Peñas Blancas. También se mantienen la fecha de creación del departamento, 1966, y las tres palabras: Joven, Rico, Poderoso. Un cambio menos perceptible sería el del círculo rojo, por una línea punteada.

Otras opiniones

EL QUINDIANO consultó, por separado, a algunos miembros de la Academia de Historia que dijeron que es importante dar el debate, pero adelantaron que se opondrán a dicho cambio, pues la historia y es la historia y no se puede, por un capricho de un gobernador, transformar de un plumazo la historia de la región, que se hizo, sin duda, con el esfuerzo del hombre utilizando el hacha como herramienta fundamental para abrirse camino en la antigua selva del Quindío. “Los escudos ni las banderas se cambian, aunque cambien las circunstancias de la vida social y política de las regiones”, opinaron algunos de los consultados.

Socialización

El proyecto será socializado este lunes 13 de febrero por parte del gobierno departamental, en las propias instalaciones de la Asamblea, a partir de las 9 de la mañana. En el recinto hablarán el contratista de la gobernación encargado de realizar el proyecto, Fernando Jaramillo Botero y el Alberto Gómez Mejía, del Jardín Botánico del Quindío.