Conocido como “el rey de los terrier”, los airedales son los más grandes dentro de este grupo canino, por detrás de los terrier rusos negros.

Originario del norte de Inglaterra, procede del cruce de una de las razas más antiguas de Reino Unido, el otterhound, y diferentes terrier y sabuesos. El airedale terrier, pese a su elegante apodo, fue creado por hombres trabajadores de las fábricas y de los molinos en pleno apogeo de la Revolución Industrial con el objetivo de crear un perro versátil y muy hábil en diferentes actividades que le convirtieran en una gran combinación de perro cazador, atleta, de servicio, protección y guardia, y también un dócil y equilibrado compañero en un entorno puramente hogareño. Inicialmente, pasó por varios nombres hasta llegar al definitivo, en referencia al río Aire y su valle (dale en inglés), donde se desarrolló la raza.

Hasta finales del siglo XIX, el airedale terrier siguió asociados a la clase trabajadora. Su espaldarazo internacional llegaría con la Primera Guerra Mundial, donde ejerció como perro militar en la búsqueda de soldados heridos, detector de explosivos, transporte de mensajes y municiones y como centinela. Las historias cargadas de valentía sobre algunos airedale terrier participantes en la guerra fueron tan populares que el interés sobre esta raza aumentó rápidamente. El airedale terrier Laddie Boy, propiedad del vigésimo noveno presidente estadounidense Warren Harding se considera “la primera mascota de la Casa Blanca” y fue muy conocido debido a que su tutor, el mencionado presidente, escribía cartas a diferentes medios de prensa utilizando a Laddie Boy como portavoz.

Actualmente es una raza reconocida por todas las asociaciones caninas del mundo y solo admite un color, el negro y fuego, formando un patrón que traducido del inglés se denomina “silla de montar”. Su pelo, rizado y duro, requiere cepillados habituales.

Los airedale terrier son perros que se adaptan a cualquier climatología y necesitan un entorno muy enriquecedor, ya que son animales activos, atléticos y que despliegan su potencial cuando se les da una estimulación ambiental apropiada. Tienen una merecida fama de ser extremadamente tolerantes con los más pequeños de su núcleo familiar, pero también muy protectores y no retroceder ante ninguna amenaza. En la convivencia con otros animales, se requiere una sociabilización temprana ya que, como terrier, tienen propensión a perseguir pequeñas presas y un importante instinto cazador. En la educación, pueden ser tercos y necesitan constancia y firmeza. Se menciona también, en el ámbito de la salud, que los airedale terrier, debido a su carácter y una mente muy fuerte, no suelen expresar de forma fiable el dolor, por lo que posibles lesiones o enfermedades pueden pasar más tiempo desapercibidas ante la falta de señales de malestar por parte del animal.