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Mascotas  |  08 febrero de 2023  |  12:42 AM |  Escrito por: Administrador web

El cane corso, un perro protector, equilibrado y bondadoso con su familia

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La raza canina cane corso se desarrolló en Italia. El término moloso procede de los molosios, una antiquísima tribu griega que destacaban por criar perros guardianes de tamaño muy grande y fuerte, tipo mastín. Cuando el Imperio romano invadió y ocupó las islas griegas, se llevaron muchos de estos perros a Italia, donde los criaron como razas nativas. Entre este grupo de perros estaban los antepasados de los cane corsos modernos o de su pariente más grande, el mastín napolitano.

A lo largo de los siglos y con la posterior caída del Imperio romano de occidente y las constantes invasiones a la península italiana, los perros molosos fueron cambiando su funcionalidad y de ser perros de guerra, se adaptaron a la caza y, especialmente, como perros guardianes de explotaciones ganaderas y de granjas. A mediados del siglo XX, el cane corso estaba prácticamente extinto y quedaban muy pocos. No fue hasta la década de 1970 que un grupo de aficionados italianos a los perros y en especial a esta raza con un pasado tan dilatado, se unieron para proteger y recuperar a los ejemplares de cane corso que quedaban de lo que parecía su desaparición inevitable. Formaron la Società Amatori Cane Corso, que aún sigue activa y para 1990, los cane corso, ya recuperados, pudieron empezar a ser presentados a exposiciones caninas.

Se admiten varios colores. Pese a poseer una capa muy corta de pelo, esta es muy gruesa y pueden echar una doble capa interna para pasar las estaciones frías.

Aunque el aspecto robusto y poderoso intimida, los cane corso son perros seguros de sí mismos que tienden a ignorar a perros y a otras personas que no conocen. Pero son intensamente protectores, sensibles y cariñosos con su propia familia, por lo que, si consideran que hay una amenaza, es una raza que no duda en mostrar su territorialidad y dominancia. Debido a sus dimensiones, pudiendo alcanzar los 50 kilogramos de peso, esto implica que necesitan algo más que una educación básica para tener un buen control sobre el animal ante cualquier circunstancia y disfrutar de su compañía si va a vivir en entornos urbanos.

Si va a convivir con niños u otros animales, necesita una sociabilización para que los asimile como miembros de su núcleo familiar. No obstante, se recomienda la supervisión de adultos ante cualquier interacción entre menores y perros.

Los cane corso disfrutan y necesitan una estimulación ambiental alta y que se les den objetivos, destacando en deportes caninos como el mondioring, de rastreo o en general cualquier trabajo de olfato. Se les atribuye, además, ser una raza muy vocal, no tanto en ladridos como en emitir otras vocalizaciones en forma de aullidos, gruñidos y resoplidos para comunicarse con sus tutores.

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