Por Miguel Ángel Rojas Arias

Ówar Román está sacando del anonimato a decenas de artistas que, hasta entonces, solo hacían música en la calle o en los bares. Quería ser músico, pero terminó siendo productor de música. Ówar Alexis Román Rendón tiene 27 años y una gran experiencia como sonidista y productor, tanto que a su estudio de grabación en Circasia acuden muchas de las bandas musicales y solistas del Eje Cafetero que quieren poner en las redes sus interpretaciones con alta calidad y sonidos perfectos.

Tiene un oído agudo y un sentido musical extraordinario. A los doce años, se aprendió casi de memoria el curso de guitarra de Roger Evans, sin tener guitarra. Cuando logró conseguir el instrumento, lo tocó como si un hada madrina le soplara los acordes. Por eso, al ingresar a una academia se dio cuenta de que todo lo que allí le enseñaban, ya lo sabía. Y se fue a casa, retomó el libro y puso sus dedos en las cinco cuerdas, hasta imitar a los mejores guitarristas de los cercanos años ochenta: Guns N’Roses y Aerosmith, especialmente. Un verdadero autodidacta.

De niño acudía a los estudios de grabación a realizar ensayos con bandas de rock, y fue observando los errores que cometían los productores, al tiempo que con naturalidad su cerebro le decía cómo solucionarlos. Por eso, y después de ser guitarrista, tocar muy bien el bajo y la batería, y pertenecer a tres bandas de rock: Área Restringida, Sem Kaotic y Zaniak, se decidió por montar un estudio, como la mejor alternativa para ayudar a salir adelante a aquellos que aman la música. A los 25 años ya era empresario, se convirtió en productor musical, creó la empresa One Music, un estudio en Circasia, que mantiene lleno de jóvenes que aman la música y esperan una oportunidad en sus proyectos de vida.

Hoy, además de su trabajo como productor musical, estudia ingeniería de sonido, en su primer ciclo, técnico de sonido para amplificación, sonidos en vivo y producción. Su estudio está hecho a pulso. Tiene una cabina insonorizada, donde capta uno a uno los acordes de cada instrumento, en forma individual, para hacer las combinaciones de conjunto. “Aquí tenemos un estudio de grabación que al tiempo es sala de ensayos. A veces grabamos el ensayo y las bandas se los llevan, con audio y video. Muchos grupos ensayan en sus casas, o sitios especiales, pero vienen semanalmente a entrenar una hora aquí, con el sonido bajo audífonos, porque es más preciso, y con ello detectan errores y corrigen”, explica Román.

Cuando las bandas del Eje Cafetero son llamadas de otras ciudades para un ‘toque’, buscan a Ówar para ensayar e interpretar en su estudio. Con él se hace el audio y vídeo para llevar y mostrar las bandas en otras partes del país. Y si por cualquier motivo una banda no puede tener a uno de sus miembros a la hora de la grabación, esta se hace sin él y se le envía al músico faltante para que él complete la melodía con su instrumento. O, en otros casos, él mismo, Ówar, toca el instrumento para completar la banda.

A One Music llegan bandas de rock, como artistas de rap, tecno cumbia y música popular. Y todos se llevan su grabación, que regularmente ponen a circular en las redes sociales. Uno de los grandes éxitos ha sido la grabación con el rapero Mc Blay, de Armenia, cuyo vídeo fue visto por músicos y productores de Puerto Rico y le han ofrecido un contrato para hacer grabaciones con ellos en ese Estado.

Ówar está convencido de que su trabajo es 100% una pasión. “Trabajo sí, pero es pura pasión y eso está probado en los precios que cobro, especialmente a aquellas bandas que no tienen recursos. Parches, platos, cuerdas, se deterioran, y por eso pido una pequeña retribución. Pero sobre todo son las ganas de ver la gente haciendo música. Somos el refugio de las bandas, los tengo en cuenta para eventos, somos un portal en redes sociales, allí se muestran, porque el ensayo bajo audífono, en mi estudio, les permite crecer, enriquecerse, lo que es distinto con el sonido ambiente”.

Publicado por la revista Así Somos de Comfenalco Quindío.