El khao manee, es una raza felina de las consideradas raras por su escasez, originaria de Tailandia. Su origen data desde el año 1350, donde aparece descrito un gato asombrosamente similar en unos manuscritos titulados Poemas del libro del gato, que menciona a algunos de los antepasados de 17 razas autóctonas que se consideraban favorecedoras de la buena suerte. La mayoría de estas razas de gatos orientales estaban estrechamente ligadas a la realeza, y se trataba de animales tan exclusivos que se entregaban como obsequio y muestra de favor real ante visitas especiales de otros miembros de la realeza o personalidades relevantes.

El programa de cría del khao manee moderno parece que comenzó, en el siglo XIX, siendo el rey tailandés Rama V uno de sus mayores representantes, al convertirse en criador dentro de su propia corte.

El primer khao manee en salir de Tailandia hacia el mundo occidental lo hizo en una fecha tan reciente como 1999, en Estados Unidos, y desde donde se despertó el interés y conocimiento general de la existencia de esta raza también en Europa. En la actualidad, sigue pendiente de reconocimiento por algunas asociaciones felinas internacionales o en fase preliminar de nueva raza.

El khaomanee comparte con razas de origen asiático una complexión atlética y flexible, y un carácter cuidadosamente seleccionado para ser animales muy sociables y totalmente adaptados a la presencia humana, de naturaleza confiada y extrovertidos. Criadores los definen como gatos vivaces y activos, que necesitan una alta estimulación física y mental para mantenerse en buena forma. También los describen como muy tolerantes y adaptables en la convivencia con niños y otros animales.

Uno de los apodos por los que se conoce a estos gatos es “ojos de diamante”, no en vano ya que es una de las características físicas que definen a la raza. Sus ojos deben ser medianos y de colores intensos y brillantes, que destacan en el fondo de blanco puro del manto. Se admiten los ojos dorados, azules, verdes y cobres y también la heterocromía, uno de cada color, y esta combinación se ha convertido en la favorita del público, haciendo que los ejemplares con los ojos del mismo color no tengan el mismo reclamo.

La sordera de los gatos blancos con ojos azules se debe a un gen autosómico dominante (W) que es hereditario.

Se debe tener en cuenta que los gatos de ojos azules pueden mostrar diferentes rangos de fotofobia, o intolerancia a la luz brillante, lo que les reduce la visión ante la luz directa. Debido a que el pelaje del khao manee es muy corto y liso, se debe vigilar su exposición al sol directo y el riesgo de quemaduras. Aunque estas recomendaciones son aplicables a cualquier gato de manto blanco, de raza o sin ella, o que tenga los ojos azules.