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Mascotas  |  15 septiembre de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

El “mau egipcio”, una de las razas felinas más antiguas y raras del mundo

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Resulta difícil rastrear la historia de los maus antes de que llegaran a Europa a mediados del siglo XX, con ejemplares traídos desde Egipto y Oriente. Es de conocimiento popular la fascinación de la cultura egipcia y los gatos, y tenemos numerosos ejemplos en cámaras funerarias y todo tipo de arte del Egipto faraónico, además de las millones de momias de gatos que fueron enterradas y ofrecidas para la diosa Bastet en Egipto. Se ha especulado, y sigue siendo debate, identificar a qué razas ya domesticadas o especies salvajes se representaban en estas escenas pictóricas, aunque lo más probable es que la representación de gatos manchados fueran descendientes del gato salvaje africano y del gato de la jungla, especies que cohabitaron en el valle del Nilo. Existen estudios que han analizado el ADN de momias felinas del antiguo Egipto y lo han comparado con el de los gatos modernos, lo que permite rastrear su genealogía hasta la época de los faraones.

En una historia similar, podríamos decir, a la del angora turco, el mau egipcio que vivía libre o en semilibertad en las calles de Egipto, llamó la atención de exploradores y fotógrafos desde principios del siglo XX, que ya se vieron atraídos por gatos esbeltos y delgados, con una cabeza larga y una piel muy elástica. Es una de las pocas razas que no han pasado por un programa despiadado de cría introduciendo otras razas para alcanzar un aspecto deseado. El mau egipcio, considerado raza rara por su poca presencia y exotismo, está detrás de la creación de muchas razas modernas desde finales del siglo diecinueve y durante el veinte.

Poseen un cuerpo delgado y estilizado, con una característica franja dorsal oscura desde la cabeza hasta la cola que se relaciona con su descendencia desde el Felis lybica o gato salvaje africano. Los ojos solo pueden ser verdes, y se admiten seis colores dentro del patrón de puntos, que supone otro rasgo propio de la raza. A sumar entre sus rarezas se añade que es un felino doméstico con una única capa de pelo, muy corta, que les hace intolerantes al frío, y para rematar su originalidad y características, las gatas maus tienen una gestación inusualmente larga, que suele durar alrededor de 73 días frente a los 65-67 del resto de gatas.

El mau egipcio no es un gato apto para todo el mundo. Juguetones y muy activos, necesitan espacio y buena estimulación ambiental, son distantes y tímidos con extraños de su núcleo directo familiar. Advierten de que utilizan mucho el maullido para comunicarse y que se muestran sensibles a ruidos o el exceso de manipulación o atosigamiento, por lo que en la convivencia con niños, se recomienda supervisión de parte de adultos y realizar una sociabilización apropiada desde que el mau es joven para que no muestre problemas de conducta. No tienen enfermedades congénitas asociadas por lo que se considera una raza naturalmente sana.

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