Como dueños de nuestros perros, debemos recoger las heces de éstos cuando las realizan en la vía pública o en parques. Además, también nos puede servir para identificar si nuestro peludo tiene algún problema de salud.

Los veterinarios evalúan cuatro parámetros para determinar si las heces de los canes son saludables o no: el color, la consistencia, la homogeneidad y la presencia o no de revestimiento.

El color adecuado para las heces de un perro es el marrón oscuro, similar al color del chocolate y en cuanto a la consistencia, debe ser firme, ya que, si no, estará indicando que los intestinos lo llevan a cabo la absorción adecuada; si las heces son excesivamente compactas podría indicar deshidratación.

En cuanto a la homogeneidad, su aspecto debe ser uniforme y no presentar rastro de parásitos, cuerpos extraños o pelos. La presencia o no de revestimiento de la defecación puede ser una prueba de que algo le pasa a nuestro peludo, debe ser lisa y no contar con restos de moco o similar, así como presencia de sangre.

El hecho de que varíe cualquiera de los parámetros puede indicar que nuestro perro está sufriendo alguna alteración en su intestino. Por ejemplo, si las heces presentan puntos blancos puede ser debido a la presencia de huevos o fragmentos de gusanos, ya que los parásitos internos, a menudo, son eliminados a través de las deposiciones.

Si las heces son verdes, podría deberse a que han ingerido demasiada hierba; que pueden tener un parásito, o que padezca algún tipo de alergia o reacción a alimentos.

Si son blancas, pueden indicar que el can está ingiriendo una dieta con demasiado calcio, especialmente en las que a menudo incluye huesos. Si son muy duras, puede deberse a un estreñimiento y falta de fibra.

Cuando la caca es negra, puede indicar la presencia de sangre en la parte superior del tracto gastrointestinal, lo que podría deberse a una úlcera gástrica, así como a una dieta demasiado rica en carne.

El parásito Giardia, una ameba que habita en medios acuosos, es oro problema de salud que podríamos detectar a tiempo si nos fijamos, en las defecaciones de nuestro peludo. Este parásito, que infecta el tracto digestivo, causa diarrea como síntoma principal. Recomendamos estar atentos a una posible pérdida de peso o apetito, o a la presencia de vómitos.

Cuando la caca presenta una mucosidad exterior conviene también estar alerta. Puede ser transparente, amarilla o con una textura parecida a la gelatina y puede ser un claro indicativo de irritación y daño en la mucosa intestinal, presencia de parásitos, de una alergia alimentaria o del síndrome del intestino irritable.

Si notamos un tono grisáceo, podría indicar que la vesícula biliar, el páncreas o el hígado padecen algún tipo de trastorno como es la obstrucción del conducto biliar, una insuficiencia exocrina o problemas de hígado.

Ante estas situaciones, se recomienda permanecer atento y, ante cualquier síntoma, acudir a un experto veterinario con el fin de prevenir cualquier patología importante.