Con la llegada del calor es habitual que proliferen malos olores en la nevera o en la basura y, aquellos que conviven con animales, especialmente con un gato, saben el arenero huele peor de lo habitual. Por ello, es importante saber cómo limpiarlo adecuadamente.

Para facilitar la limpieza de los desperdicios, se recomienda utilizar la arena aglomerante. La principal ventaja de estas arenas es que el mineral forma una bola al entrar en contacto con el líquido, atrapando la humedad y los malos olores.

Además, la arena de gato es un producto que, aunque pocos la utilizan para algo más que para la caja de su mascota, posee otras excelentes cualidades, por ejemplo, es una buena solución para terminar con los malos olores de la basura.

Si se cubre el fondo del cubo de basura con una capa de 2-3 centímetros de arena, absorberá los malos olores y el líquido que desprende en ocasiones el material orgánico.

La arena para gatos también puede acabar con la humedad. Solo debes poner un poco en una bolsita dentro del armario o, incluso, en otros espacios como el sótano, con lo que podrás reducirla.

Igual que ocurre con los olores de la basura, la arena de gato también puede acabar con los malos olores dentro de la nevera. Para ello, hay que colocar en su interior un vaso de arena.

Por último, la absorción que tiene la arena para gatos se puede usar también para limpiar un derrame de aceite, grasa, pintura y otros líquidos complejos de limpiar. Para ello, hay que cubrir el líquido derramado con bastante arena, dejar actuar unas horas para que lo absorba y al día siguiente barrer.