En el ajetreo diario es fácil caer en la rutina de respuestas automáticas. Ante la pregunta: ¿Cómo estás? Solemos contestar con un simple: ‘bien’, «más o menos» o incluso un «ahí vamos», sin detenernos a reflexionar sobre el verdadero significado de nuestras palabras. Pero ¿qué pasaría si cambiáramos esa respuesta automática por un poderoso: «en plenitud»? Este mantra, aparentemente sencillo, tiene el potencial de transformar nuestra percepción de la vida.
Al responder: «en plenitud», estamos enviando un mensaje claro al universo y a nosotros mismos: elegimos enfocarnos en lo positivo, en la abundancia que nos rodea, en lugar de centrarnos en las carencias o dificultades. La clave para que este mantra funcione, radica en el siguiente paso: conectar con la gratitud. Al contestar de esa manera, nos obligamos a buscar conscientemente algo por lo que sentirnos agradecidos.
Puede ser algo grande, como la salud de un ser querido, o algo pequeño, como haber disfrutado de una taza de café caliente por la mañana. Lo importante es permitirnos sentir esa emoción genuina de agradecimiento, esa sensación de bienestar que surge al reconocer las bendiciones en nuestra vida. Este ejercicio nos invita a cambiar nuestro enfoque, a pasar de una mentalidad de carencia a una de abundancia.
En lugar de lamentarnos por lo que nos falta, aprendemos a valorar lo que tenemos. Al hacerlo, cultivamos una actitud positiva que nos permite afrontar los desafíos con mayor resiliencia y optimismo. La gratitud está directamente relacionada con la satisfacción y el bienestar emocional. Al practicarla regularmente, experimentamos una mayor sensación de felicidad y plenitud.
Enfocarnos en lo positivo nos ayuda a disminuir la ansiedad y el estrés, promoviendo la calma y la tranquilidad interior. La gratitud nos conecta con los demás, fortaleciendo nuestros lazos afectivos y mejorando nuestras relaciones interpersonales. Estudios científicos han demostrado que la gratitud tiene efectos positivos en la salud física, fortaleciendo el sistema inmunológico y reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Para aprovechar al máximo este poderoso mantra, es importante integrarlo en nuestra vida diaria. Podemos comenzar practicándolo en situaciones cotidianas, como al saludar a un vecino, al hablar con un compañero de trabajo o al interactuar con un desconocido en la calle. Con el tiempo, esta práctica se convertirá en un hábito, transformando nuestra forma de percibir el mundo y permitiéndonos vivir una vida más plena y satisfactoria.
Este mantra es un recordatorio constante de que la plenitud no es un destino lejano, sino un estado presente que podemos cultivar en cada momento. Al elegir responder «en plenitud», estamos eligiendo vivir con gratitud, alegría y consciencia, creando una realidad más positiva y significativa para nosotros mismos y para quienes nos rodean.
Tashi delek para todos y todas.
* Lama sammasati para Latinoamérica.
