Muchos jóvenes sueñan con convertirse en creadores de contenido, pero ¿qué significa realmente ganarse la vida como influencer? Detrás de las fabulosas fotos de Christian Byfield alrededor del mundo —que a simple vista parecen las perfectas vacaciones— hay un relato de emprendimiento, disciplina y construcción de empresa como cualquier otro.
Él no está de vacaciones: está trabajando, produciendo contenido, enfrentando la ansiedad que genera la necesidad constante de likes y atención. Esta es una historia honesta y profunda que busca explicar que cualquier profesión requiere esfuerzo y dedicación. Y que si eliges la vocación que de verdad te llama desde el corazón —como él recomienda— es muy probable que logres vivir felizmente de tu trabajo.
Prepárate para sumergirte en una travesía por culturas y rincones del planeta, donde Christian te lleva de la mano a diferentes destinos, que comparten como común denominador el aprendizaje, la diversidad y la transformación.
Algunos fragmentos
“Christian es un ejemplo de cómo los viajes pueden revelar de manera exponencial quienes somos
en realidad, y he podido ser testigo de cómo se ha convertido en una persona cada vez más
respetuosa y generosa. Es quizá esa generosidad la que queda plasmada con mayor evidencia en
este libro, al compartir sin dejarse casi nada guardado, cada uno de sus aprendizajes por el
planeta, como una sedienta invitación a que absorbamos ese conocimiento y abracemos junto con
él ese regalo que el planeta le ha dado: el crecimiento y el camino a la felicidad. Christian ha sido
el alumno de “La Universidad de la Vida” y se convierte ahora en nuestro maestro.
Estoy convencido de que cada camino es diferente y que no podemos replicar los pasos de nadie,
aunque lo intentemos, y de que las decisiones del otro no son necesariamente las que nos harán
felices o que nos encaminen a tan anhelado destino. Christian no desea que sigamos sus pasos, sino
que recorramos nuestro propio camino, amando lo que hacemos y disfrutando en la medida de lo
posible cada instante sobre esta Tierra. Porque solo de esa forma podemos tener día a día una
sonrisa sincera, una sonrisa como la de Christian, como esa que muestra todos los días desde el
corazón a las personas con las que se cruza, como esa sonrisa con la que estoy seguro de que
escribió este libro, y como esa enorme sonrisa que me dejó al leerlo. Así que, por eso, GRACIAS”.
Página 15 – Prólogo de Alan Estrada.
“Yo no nací para estar en una oficina haciendo modelos financieros, pegado a un computador o
hablando de sinergias económicas, ni pensando en cómo hacer que una petrolera gane más plata o
que una concesión vial ahorre costos. Yo crecí en Oiba recogiendo café, jugando descalzo con los
campesinos y bañándome en los ríos donde todos éramos iguales. En mi oficina actual estoy
rodeado de gente que vibra muy alto, ya sea porque ama lo que hace o porque está en sus 15 días
de vacaciones, tiempo en el que no sufren de estrés laboral. La gente que se cruza por mi camino
me sonríe con la mejor energía del mundo. Estoy enamorado de este estilo de vida nómada, en el
que conozco gente increíble a diario, tanto locales como viajeros, con mucho por enseñar». Página 21.
«Por cosas de la vida, después de haber escapado de la rutina corporativa y montar mi propia
empresa, ¡oh sorpresa!, me estaba convirtiendo en Heleno de nuevo. Pero lo lindo de la vida es que
me manda estos catedráticos con lecciones contundentes. Una tarde en el pueblo llegué a una
tienda y una francesa estaba quejándose de que no encontraba un producto para poner sus
pestañas lindas y con volumen. Una local le dijo: “Mira, en esta isla está todo lo material que uno
pueda comprar para ser feliz y si no está acá es porque no se necesita”.
Dijo eso y se fue. ¡Detalles que lo dejan a uno pensando! Eso es lo lindo de la universidad de la vida: que uno va adquiriendo aprendizajes de personas que ni siquiera conoce, de las que ni se sabe su nombre, pero que hacen que uno tenga los pies descalzos en la tierra y no se desvíe en cosas sin sentido. Página 38.
“Es curioso entrar a un país donde uno es ilegal por el simple hecho de ser gay. Imagínense ustedes
que por tener el pelo negro o medir más de 1,50 centímetros fueran ilegales en ciertos países.
Muchos seguidores me dicen que es incoherente que visite estos lugares. Yo les digo que no puedo
coincidir con las normativas y leyes de cada país que visito. Si lo hiciera, me abstendría de visitar
África por completo y aún más, no podría visitar cerca de la tercera parte del mundo, ya que los
gais somos ilegales en muchos países. Imagínense: si es duro para un turista que viene y se va, para
los locales esa ilegalidad debe ser aún más fuerte». Página 88.
Sobre el autor Christian Byfield
Es un influencer colombiano, coleccionista de sonrisas, que nació el 4 de junio de 1988 en Bogotá, capital de Colombia. Tras estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad de los Andes y trabajar en banca de inversión y después en consultoría, decidió dejar el deber ser a un lado y emprender una vuelta al vvwwwmundo, para darle rienda suelta a su viejo sueño de vivir viajando.
Durante ese viaje creó la marca ByfieldTravel, desde la cual crea contenidos de viajes vibrantes y únicos a lugares exóticos en Colombia y el mundo. Gracias a esto, sus redes sociales suman una audiencia de aproximadamente 2.700.000 seguidores. Es autor de 754 días: la extraordinaria crónica del hombre que le dio la vuelta al mundo (Grijalbo, 2019), libro que documenta cómo esa travesía transformó su vida profesional y personal. Ha realizado exposiciones fotográficas, es activista del orgullo gay y con frecuencia dicta charlas para inspirar a otros a alcanzar sus sueños, cualesquiera que sean.