VOCES POÉTICAS DE MONTENEGRO
Varios autores
Coordinador:
Cardenio Bedoya González
Carátula:
Lina Marcela Vargas
Impresión:
Litografía Skrybe
Calarcá, julio de 2025
110 páginas
Con fotografías de los diez autores incluidos
Afirma Cardenio Bedoya, quien fue el corazón e impulsor literario de esta obra: “Sacar un libro de poetas de un pueblo montañero colombiano parece una tarea insulsa, y desproporcionada en pleno siglo XXI”. Y agrega más adelante, en un expresivo prólogo donde señala los valores literarios y culturales, el valor histórico para el municipio de Montenegro, de convocar y visibilizar así en grupo esta decena de voces desiguales en lecturas y cultura, en formación académica, en disciplinas literarias: “En buena hora se ha dado este paso gigantesco para que los autores y poetas de nuestras veredas y municipios tengan presencia en los lectores de poesía del Quindío, empezando con los diez nuevos poetas de Montenegro”. Libro que con su variedad poética, donde se observa al lector de poesía universal, y también a quienes tal vez no conocen ni han leído a sus propios poetas regionales, llega al corazón de la provincia con la frescura de las palabras sencillas, los versos primitivos y algunos sin pretensiones literarias de por medio. En esta obra, cuidadosamente seleccionada por Cardenio Bedoya González, se escucha el eco de un pueblo que piensa y siente en verso. Montenegro transformando la cotidianidad en canto y la memoria en raíz.
Cada poema, dedicado al amor o a la paz, a los labriegos y a los padres, a los vagabundos o los brutos como lo hace Julio César Gallego, es una ventana hacia la sensibilidad de la gente común. Esta que pocas veces aparece en los grandes escenarios literarios, pero que sostiene con su voz y su escritura el alma de la cultura popular es una colección de nombres y de estilos, de temas y lenguajes demostrando que la poesía no necesita artificios para conmover. Basta una palabra honesta, una emoción auténtica, un paisaje municipal o regional compartidos, para tener la certeza de que poemas como los de Crisóstomo Torres, Amel de Jesús García o Diego Mauricio Torres, o los cinco que de Cardenio encontramos al final, entre ellos un pulcro poema llamado Montenegro del alma, que bien podría musicalizarse con ritmo de pasillo o bambuco: “La maraña y fuerza del robledal/ Era el monte que a la distancia/Avistaban la codicia y la libertad”, representan otros estratos literarios de la poesía que se ha escrito y publicado en este municipio.
El mérito de Bedoya González no solo radica en reunir estos textos, sino en reconocer la potencia expresiva del pueblo y darle un espacio digno dentro de la literatura regional. Voces poéticas de Montenegro celebra la vida en su dimensión más próxima y humana: el trabajo, la familia, la tierra, la esperanza con un libro que no pretende deslumbrar; que procura reconocer y permanecer desde las voces populares, elegantes unas y recatadas otras, recordándonos que la poesía igual florece en los caminos rurales y los patios de las casas, que en los silencios de los cafetales y del campo. Es, en suma, un testimonio de que la palabra poética puede nacer en cualquier rincón donde alguien ame, luche o sueñe.
Voces poéticas de Montenegro, antología seleccionada por Bedoya González, quien hizo una convocatoria amplia a la cual muchos no respondieron por considerarla ilusoria, constituye un valioso testimonio de la vitalidad de la poesía pueblerina y local en el ámbito cultural del Quindío. Lejos de centros urbanos y de corrientes literarias hegemónicas, este libro se erige como afirmación del valor estético de la palabra popular, aquella que nace de la experiencia inmediata, de la relación viva con la tierra, con la comunidad y con los afectos más profundos. Los poemas y poetas aquí reunidos abordan, con sensibilidad, temas esenciales, amor, paz, los padres, la naturaleza, el amor, el pesimismo, la tristeza, la temática bíblica desde una mirada transparente y sincera, propia de las voces que se forman en la oralidad y en la memoria colectiva. Su sencillez formal no es un límite, sino una virtud: revela una poética de lo cotidiano, donde la emoción se impone sobre el artificio y la autenticidad sustituye a la retórica.
En este sentido, Voces poéticas de Montenegro se inscribe dentro de una tradición de literatura regional que merece una relectura crítica, pues manifiesta la dimensión simbólica y cultural de los pueblos. Cada poema se convierte en documento afectivo de una sensibilidad local, pero con resonancias universales, porque lo que se canta aquí —la vida, la familia, el trabajo, la esperanza— trasciende las fronteras del municipio y se proyecta hacia una identidad humana más amplia. El trabajo de Cardenio adquiere importancia doble: por un lado, como gestor y curador de voces que expresan la identidad poética del pueblo; y por otro, como mediador entre la escritura popular y el reconocimiento literario. Su selección reúne textos que construyen una memoria literaria colectiva, reafirmando que la poesía también pertenece al ámbito rural, que el verso campesino y local tiene una dignidad estética equiparable a la de las letras académicas. He aquí, para la historia literaria de Montenegro, una obra que invita a repensar la noción misma de poesía. Su mérito radica en demostrar que el arte poético puede nacer del silencio de los cafetales, de la voz del labriego, del afecto sencillo de una madre o del sueño de un joven de pueblo. Es una celebración de la palabra viva, del territorio como inspiración y del pueblo como autor plural.