La Semana del Teatro con el Festival Filmarte, organizada por el Instituto de Bellas Artes de la Universidad del Quindío contó en su competencia con la participación de 12 cortometrajes, los cuales abordaron temas como la depresión, la ansiedad, la familia, el trabajo, la ciencia ficción, el humor y la vida cotidiana.
Estas producciones fueron realizadas por estudiantes de diferentes semestres del curso especializado en Teatro. Sebastián Tonuzco Osorio, de 21 años y estudiante de tercer semestre, obtuvo el primer lugar con su cortometraje Parálisis.
Sebastián comenzó en el grupo de teatro de Montenegro, Hilos Invisibles. Luego trabajó durante casi dos años en el parque temático Los Arrieros, interpretando diversos personajes. En Café Narrarte, ha explorado el mundo de la cuentería, disciplina que también le ha apasionado muchísimo. En este proceso, ha contado con el apoyo y la compañía de Laura Castaño, Santiago Bedoya, Jorge Rodríguez y Kike Rubio, quienes integran el grupo mencionado.
Sebastián habló sobre su experiencia como estudiante de arte dramático y su trabajo audiovisual galardonado:
Cuéntanos sobre tus primeros pasos en el mundo del teatro.
El mundo del teatro era desconocido para mí sin embargo desde muy pequeño me gustaba vestirme raro, ponerme pelucas, cambiaba mi voz y hablaba de diferentes maneras así que actuaba sin saber que lo estaba haciendo. Cuando veía personajes de alguna película de super héroes o acción, siempre tuve la curiosidad de saber qué se sentía estar en una película o simplemente estar interpretando un personaje.
En Montenegro no sabía que existía el grupo de teatro de Hilos invisibles, pero gracias a un amigo mío que conocía a un director, me fue impulsando hasta que un día fui al Teatro Esmeralda y ahí empezó todo en el grupo Semillas de hilos invisibles, donde inicié mi trayectoria y sentí que mi vida estaba en el teatro. Allí interpreté a mis primeros personajes, actué e hice muchas cosas. Después estar un año y medio en ese grupo decidí salirme y entré al Instituto de Bellas Artes.
Supe del Instituto gracias a mi pareja Laura Castaño, quien estaba estudiando allá y me hablaba de las obras, los profes, lo que enseñaban y me llamó mucho la atención, así que el año pasado decidí inscribirme y entrar. Ha sido un camino nuevo e increíble, lleno de experiencias enriquecedoras.
Hablemos sobre Parálisis. ¿De qué trata este trabajo?
El cortometraje que presenté en Filmarte se llama Parálisis. Es un tema que, en algún momento, probablemente hemos experimentado: que nuestro cuerpo quede completamente paralizado y solo nuestra mente permanezca consciente. Científicamente está comprobado que durante la parálisis del sueño se pueden escuchar ruidos, ver imágenes, sombras e incluso alucinaciones en las que no hay nada real.
El cortometraje trata sobre una sombra que es producto de mi imaginación, generada por la parálisis, y que trata de devorarme, acercándose a mí con sonidos guturales aterradores, lo cual provoca que mi cuerpo sienta pánico. La sombra va subiendo por la cama y encima de mí, creando una sensación de angustia. Un ejemplo de esto es la expresión «se me subió el muerto», que hace referencia a esa sensación de angustia y dificultad para respirar durante la parálisis del sueño. La sombra me consume y, de repente, despierto rápidamente, ya que todo parecía un sueño.
Luego, procedo a buscar en Google, para confirmar qué es la parálisis y entender que es algo totalmente normal. Sin embargo, quise darle un giro a la historia y darle un final inesperado: cuando parecía que todo había pasado, resulta que la sombra nunca se fue; siempre estuvo allí, haciendo ruidos. En el cortometraje, pueden ver que la sombra estuvo en la cocina todo el tiempo. Así que, cuando finalmente me tranquilizo pensando que solo había sido un sueño, la sombra aparece y me mata. No fue una alucinación; fue real.
¿Cómo fue el proceso creativo para este trabajo audiovisual? ¿Qué buscabas representar?
El proceso creativo comenzó principalmente con la intención de representar una experiencia que viví en la vida real. Estaba en Medellín, representando a un parque temático con un personaje. Una noche, al llegar al hotel, me acosté en la cama boca arriba, de la misma forma en que aparece en el cortometraje. En ese momento, empezó la parálisis del sueño: escuchaba ruidos por doquier y mi corazón se aceleraba. En toda la habitación, apareció una sombra que comenzó a acercarse a mí con sonidos guturales, y finalmente se puso encima de mí y me devoró, tal como se muestra en el cortometraje.
Quise empezar de una manera diferente para crear un ambiente distinto y que, poco a poco, la tensión fuera aumentando, llevando al espectador a lo que sería el final inesperado.
¿Quiénes participaron en el proceso de producción del trabajo? ¿Cómo fue la experiencia?
Las personas que participaron fueron principalmente los profesores Julie Villalba y Ernesto Ballén, quienes fueron los encargados de Filmarte. Gracias a ellos, empezó la escritura de la idea y la creación de algo que quisiéramos ver en pantalla. Con el profesor Ernesto Ballén aprendí mucho sobre el proceso de producción con cámaras, incluyendo conceptos como ángulos, nombres de los ángulos, cómo actuar frente a una cámara e ideas sobre cómo grabar.
En la parte de realización de la producción, estuve acompañado por Sebastián Bastidas, quien es el cantante de la Filarmónica; Mateo Ruiz, quien interpretó a la sombra; y Naren Guzmán y Laura Castaño, que fueron asistentes de producción. Este fue mi equipo durante el rodaje del cortometraje.
La experiencia fue increíble y nunca la había vivido antes. Desde pequeño, siempre me ha gustado mucho lo audiovisual, los cortometrajes, el cine y la edición. Yo fui quien escribió, dirigió, actuó y editó el cortometraje, por lo que el proceso me encantó, ya que siempre quise hacerlo. Le cumplí un sueño a Sebastián cuando era pequeño y, ahora, no quiero quedarme con solo un cortometraje; quiero hacer muchos más, porque es algo que amo. Gracias a Parálisis, mi primer cortometraje, me doy cuenta de que quiero seguir creando y no quedarme solo con uno.
Estás a punto de iniciar el semestre final en el curso especializado en teatro. ¿Cómo ha sido este camino transcurrido?
Mi paso por el Instituto de Bellas Artes ha sido un cambio radical en mi vida, ya que allí he vivido experiencias muy diferentes a las que había tenido en otros lugares. Ha sacado de mí lo versátil, lo creativo y lo actoral. Gracias a Bellas Artes y a mis profesores Jaime Torres, Julie Villalba y Ernesto Ballén, he logrado un progreso importante y notable, que no solo noto yo, sino también quienes me han visto desde primero hasta tercer semestre (que acabo de culminar). Estoy muy ansioso, porque actualmente estamos en proceso de preparar la obra final junto a mi pareja para graduarnos.
Agradezco de corazón a mis profesores y compañeros por su apoyo durante este proceso; han sido experiencias que han marcado mi vida. También quiero agradecer a mi pareja, Laura Castaño, por mostrarme y motivarme a ingresar al Instituto de Bellas Artes, que cambió mi vida, y por estar siempre ahí apoyándome en todo. Me siento muy agradecido con todos ellos.