Se la pasaron dando lecciones de moral y cuando les tocó el turno descubrieron que de eso solo hay en el palo de moras. A punta de golpes de pecho y cohecho la izquierda arrasó con lo que quedaba. Por ejemplo: La Oficina de Transparencia del gobierno Petro está dedicada a negocios oscuros y opacos de su director. También, Colombia Eficiente, está en el top de las más ineficientes.
Montaron la oposición pregonando que cuando llegaran al poder no robarían como los demás políticos y los otros partidos. Apenas ganaron cayeron como chulos al erario. Es decir: quedaron como un chulo sin h. Con los petristas todo es como destilar whisky con agua del río Bogotá.
Criticaban el DAS y montaron uno nuevo en ECOPETROL. Además de chuzar las comunicaciones de sus funcionarios, cuando salían por la tarde recogían los papeles de su basura para leer el contenido. GESTAPO Made in Roa. Cogieron a Ecopetrol como su caja mayor porque descubrieron allí su pozo de la dicha. Tienen olfato de asaltantes de bancos, van siempre a donde hay dinero.
Las víctimas preferidas de la Colombia Inhumana son los paupérrimos, afros, desempleados, subempleados, vendedores ambulantes, indígenas y empleadas domésticas. Ese es su pozo de electores.
La falta de coherencia delató a los izquierdos. Quien gana gobierna con los suyos, amigos y colaboradores de la campaña. Siempre fue así y será difícil cambiar de modelo en esta democracia criolla. Es una forma descarada de explicarlo, pero el clientelismo es inherente al colombiano y su clase política.
Racero, el cocinero del diablo se quemó en el caldero del infierno. Su cinismo y conchudez elevan la ira de todos. Al tipo no le da pena y cree que lo está haciendo bien. Sus rasgos son de sicópata y es grave porque no demuestra arrepentimiento. Pasó de vender frutas y hortalizas a vender cargos públicos. Eso es lo que da la tierrita en esta Colombia Inhumana.
Los petristas cuando estaban en la oposición decían que las recomendaciones para los cargos públicos y la explotación laboral eran prácticas corruptas. Lucharon en horas extras con esa falsa moral hasta tipificarla como delito.
Esa batalla la ganaron, pero perdieron la guerra cuando les tocó aplicarla. Se pusieron de ejemplo y son peores. Son miseria humana porque los pillan consignando y responden que vienen de pagar impuestos.
A Racero el esclavista, no le alcanzan sus 52 millones de sueldazo para pagarle a la señora que buscaba contratar de empleada. Le falta decir que era una infiltrada de la derecha y denunciarla en la fiscalía de Benedetti.
La meritocracia no existe en Colombia. De eso tan bueno no hay por aquí. Los puestos que hoy cambalachea Racero, los han pedido liberales, godos y todos. Durante la vida política, los congresistas principalmente, han buscado ese tipo de favores y les ha salido la jugadita. Legislador que no tenga poder para nombrar recomendados no vuelve al Capitolio Nacional. No estamos justificando ese modelo. Así funciona y no hay voluntad política para cambiarlo porque izquierdos y derechos se benefician su entramado.
Los izquierdos en este país tienen una ventaja, se declaran víctimas y perseguidos políticos para evadir la justicia. Van a los organismos internacionales, en su mayoría creados por ellos, para que los declaren intocables.
Conclusión:
Quien gana gobierna y nombra sus funcionarios. Para que trabajen, no para robar. Húyale a quien hable de ética, moral y honradez, porque lleva un ratero debajo del brazo. Pilas que ya vienen las elecciones.
