viernes 13 Jun 2025
Pico y placa: 3 - 4

La economía plateada

30 mayo 2025 12:22 am
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Anuncia el Banco Popular una nueva estrategia dirigida a la población de mayor edad, idea  que obedece al concepto global conocido como economía plateada. Dice la presidenta de la entidad, María Fernanda Suárez, que es el primer banco latinoamericano que adopta dicho sistema, el cual contempla planes que favorecen la salud física y emocional de estas personas y dignifican su condición familiar y social.

Entran aquí en juego varios factores, como la presencia del banco en el bienestar de los beneficiados, la disciplina del ahorro y el disfrute de una etapa que debe ser gratificante. Habla la banquera de una transformación en su empresa, que será el producto de un proceso confiable. Con este proyecto se celebran, en julio próximo, los 75 años de vida del banco. Con tal motivo, se establece un portafolio de servicios sustentado en la alianza de gimnasios, agencias de viajes, entretenimiento, lectura y salud, entre otros.

Bien interesante ha sido la historia del Banco Popular en la vida nacional. Su creador, Luis Morales Gómez, fue un líder visionario y audaz que convenció al alcalde de Bogotá para convertir el Montepío Municipal en banco prendario. De allí arrancó el Banco Popular, con 6 empleados y un capital de $ 700.000. Pasados los años, tendría alrededor de 6.000 empleados. La política del banco estaba orientada hacia la gente de pocos recursos, que por lo tanto no tenía acceso a los poderosos bancos de la época: Bogotá, Colombia y Comercial Antioqueño.

Con el lema “los pobres pagan” se modificó la suerte de miles de colombianos que tocaban en su puerta. El llamado “banco de los pobres” penetraba cada vez más en todas las esferas de la economía. Un día la banca grande se encontró con la evidencia de su crecimiento vertiginoso y asombroso. No solo crecía el número de las oficinas, sino que se establecían filiales y sistemas novedosos que hacían impacto en el sector financiero.

Con el gobierno de Rojas Pinilla vino para el Banco Popular la quiebra financiera y moral. Altos funcionarios oficiales, movidos por el ansia de poder y riqueza, torcieron los cimientos de esta entidad fuerte y respetable. Días nefastos aquellos en que se minaban los principios y se destruía la economía bien cimentada. De tales desmanes llegó a participar el propio  Morales Gómez, quien pasó a ser ministro de Hacienda cuando su banco iba a ser intervenirlo por la Superintendencia Bancaria . En la nueva posición, rompió el respectivo decreto, y siguió siendo ministro y presidente del banco.  

En la Junta Militar vino la recuperación del banco. A paso lento, bajo el liderazgo de Eduardo Nieto Calderón, la entidad resurgió de las cenizas, aunque le faltaba por recorrer un camino abrupto. Y arribó un genio de las finanzas, Francisco Prieto Vargas, quien enderezó las cifras e implantó políticas de fuerte alcance. Así, llegó a ser uno de los bancos más sólidos del país. Cuando de nuevo estaba en la cumbre, el gobierno de turno dispuso su venta.

El Banco Popular fue mi casa de trabajo durante 36 años –lo digo con mucho orgullo–, y de ahí nace el conocimiento que tengo sobre estos sucesos, que en 1991 comenté en columna de El Espectador titulada Yo vi crecer un banco. Hoy llega la economía plateada. Bienvenida sea. Idea plausible que se espera tenga logros evidentes.

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