En un mundo donde la tecnología domina nuestras interacciones, los gestos manuscritos se han convertido en un lujo que toca el alma. En lo a mi toca, esto el mundo de la hotelería y el turismo, en donde cada detalle cuenta, la caligrafía emerge como un arte que personaliza y enriquece la experiencia del huésped.
A estas alturas de mi vida, muy rica en experiencias, vivencias, me alegro haber abrazado el arte de la escritura bonita, desde era ese crio que se sentaba en un pupitre del salón del Primero A; imaginaba las letras en mi mente cual dibujos, los cuales podían pintarse de muchas formas; con el tiempo, inmerso en el mundo de los escribas vine a conocer que la evolución de la escritura data desde épocas inmemoriales: me encanta contemplar y de cierta forma “acariciar” los tipos de Caligrafía, he acá algunos de ellos: Uncial, Itálica, Carolingia, Gótica Cursiva Palmer, Blackletter y la lista sigue y sigue.
La pasión que siento por el servicio y por poder brindar a mis huéspedes experiencias únicas me ha llevado a utilizar este don de las letras adornadas, al punto tal que ya se hizo costumbre esperar de quien recibe así sea un renglón escrito por mí, una expresión de sorpresa; no logro entender a que hora la gente dejó de escribir bonito para dedicarse a “garabatear” y conste que no solamente hablo de los médicos de mi generación, entiendo que los Milennials y Centennials, escriben mucho mejor.
Tarjetas de bienvenida: la primera impresión escrita a mano: Imagínense, llegar a una habitación y encontrar una tarjeta escrita a mano con tu nombre y un mensaje cálido, es un detalle que trasciende. Según expertos, una carta de bienvenida personalizada puede conectar emocionalmente con el huésped y establecer el tono para una estancia memorable.
Cartas a los huéspedes: comunicación con alma: Más allá de las tarjetas de bienvenida, las cartas manuscritas para informar sobre eventos especiales o simplemente para agradecer la estancia, añaden un toque humano, ese que los correos electrónicos no pueden replicar. Estas cartas pueden incluir recomendaciones locales o detalles sobre servicios del hotel, creando una conexión más profunda con el huésped.
En muchas ocasiones, he decidido escribir un mensaje manuscrito en letra cursiva en vez de digitar ese mismo texto para envío vía whatsapp; al otro lado de la línea: ¡Oh! Sorpresa.
Menús caligrafiados: una experiencia gastronómica única: Un menú escrito a mano no solo informa sobre los platos disponibles, sino que también refleja la dedicación y el cuidado del establecimiento. Durante eventos especiales o cenas temáticas, un menú caligrafiado puede convertirse en un recuerdo preciado para los comensales. Además, la personalización en la experiencia del cliente puede marcar la diferencia entre una vivencia ordinaria y una extraordinaria.
Son incontables los menús que diseñé para cenas y eventos mus especiales, al punto tal que en ocasiones los mismos comensales me buscaron para felicitarme y solicitarme uno que otro trabajo que requiriese este modelo único de expresión.
En bodas, aniversarios o celebraciones corporativas, la caligrafía en tarjetas de presentación, invitaciones diplomas y programas añade un nivel de sofisticación y personalización que los invitados aprecian y recuerdan. Estos detalles, aunque pequeños, contribuyen significativamente a la atmósfera del evento.
Para finalizar, La caligrafía en el hotelería no es solo una cuestión estética; es una manifestación de cuidado y atención al detalle. En un sector donde la experiencia del cliente es primordial, estos toques personales pueden diferenciar a un hotel y dejar una impresión duradera en los huéspedes.
Dada mi entera dedicación a este, el arte de la escritura bonita presiento que hay Caligrafía para rato.
Hasta la próxima,