Llegamos al parque de Bolívar donde se destaca la imponente escultura del Libertador realizada en el taller Carvajal de Bogotá y enviada por el expresidente Gustavo Rojas Pinilla en su mandato, así como la parroquia de San José construida a mitad del siglo XX y decorada con elementos muy significativos, sus puertas de cobre y bronce son en alto relieve y muestran elementos de la tradición católica. Es el único parque del departamento que tiene 10 vías de salida con 8 en las 4 esquinas y 2 laterales al oriente y el occidente como las plazas franco romanas, los demás parques quindianos no tienen salidas laterales.
La violencia política generada por el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948 originó movimientos guerrilleros en los llanos orientales y posteriormente en las montañas de la cordillera Central, producto de ello, se da una época conocida como La Violencia que obligó a muchos campesinos a desplazarse de sus fincas y emigrar a las ciudades buscando mayor seguridad y protección. El Golpe militar de Gustavo Rojas Pinilla en 1953 agravó la situación ante la persecución de organismos de estado como la policía “chulavita” quienes protegidos por las armas y la institucionalidad y defendidos por la iglesia católica crearon caos y desplazamiento de muchos campesinos, en 1957 Rojas Pinilla entrega el poder a una Junta Militar y se crea el Frente Nacional que repartió el poder por 16 años (4 períodos) entre liberales y conservadores iniciando en 1958 y terminando en 1974.
La región tuvo presencia de frentes subversivos en otras épocas, tales como el M-19, el disidente Jaime Báteman Cayón, algunas redes urbanas del ELN y el PRT, así como el frente 50 de las FARC; tanto así que en el Quindío nacieron dirigentes de esas guerrillas como los hermanos Fabio, Manuel y Antonio Vásquez Castaño (Calarcá), Manuel Marulanda Vélez (Pedro Antonio Marín – Génova), Braulio Herrera (U.P.- Exconcejal en Calarcá), y el propio Rodrigo Londoño Echeverry –Timoléon Jiménez o Timochenko de La Tebaida, pero todos esos grupos han sido extinguidos, tras la acción del Ejército regular colombiano desde el comando de la VIII Brigada de Armenia y los batallones adscritos a ella.
A principios del siglo XXI hubo algunos reductos guerrilleros en la zona de cordillera desplazando a campesinos y propietarios de predios a quienes extorsionaban y boletiaban exigiendo dinero para no atentar contra ellos, sus familias o sus predios, el guerrillero Ciro Gómez Rayo alias ‘Enrique Zúñiga’ o comandante Enrique del frente 50 de las FARC fue el más representativo durante varios años hasta que fue dado de baja por las fuerzas militares en abril de 2010. Alias Enrique era nacido en Garzón Huila y cedulado en Calarcá Quindío; Gómez Rayo dirigió y protagonizó múltiples ataques a la fuerza pública y a la población civil en localidades como Génova, Calarcá, Salento, Pijao, La Tebaida, Cajamarca y Rovira.
Los paramilitares surgen como ejércitos de seguridad privada para defender a sus patrones de las guerrillas que los secuestraban y extorsionaban, posteriormente, cometen actos de ilegalidad y abusan del poder de las armas masacrando población civil, campesinos y a quienes no eran de su agrado o a quienes ellos asumían que defendían a las guerrillas; en el Quindío ante la poca presencia de guerrillas y de empresarios secuestrables, estos grupos paramilitares no tuvieron mucha presencia, en ese mismo sentido, el Quindío hoy tampoco tiene presencia de grupos paramilitares. En un tiempo pasado reciente se habló de influencias e incursiones de miembros de Auto Defensas Campesinas provenientes del Valle del Cauca y Risaralda, pero jamás se confirmó el establecimiento de este tipo de grupos violentos en nuestro departamento, y si los hubo, hoy ya no existen, están extinguidos como organización paramilitar, la lógica es que terminada la guerrilla, se extinguen por sustracción de materia, los paramilitares.
El Quindío fue suelo abonado, en la década del cincuenta del siglo XX, para la más cruenta guerra vivida por el país moderno, la violencia partidista liberal conservadora, que dejó más de 200.000 muertos y que tuvo a nuestra región como uno de sus epicentros. Aquí se incubó el denominado bandolerismo, que nos trajo nombres como Sangre Negra, Chispas, el Pollo de La Tebaida, Zarpazo, Efraín González, entre otros.
Ante este éxodo surgen las guerrillas liberales del llano lideradas por el araucano Guadalupe Salcedo quien luego negocia con el gobierno del momento un proceso de paz. La creación del Frente Nacional como alternativa de solución creo expectativas de paz, pero muy pronto se desvanecieron y los insurgentes se organizan creando las FARC en junio 25 de 1964 y el ELN en 1965 como alternativas para defender a los oprimidos y reclamar los derechos del campesino, los obreros y los estudiantes. Posteriormente en 1970 -1974 surge el movimiento 19 de abril M-19 como producto del supuesto fraude en las elecciones presidenciales del 19 de abril de1970 que truncó el regreso de Rojas Pinilla al poder y favoreció al conservador del Frente Nacional Misael Pastrana Borrero.
De este municipio son nativos Manuel Marulanda Vélez alias Tirofijo quien creo las FARC en 1964 para defender al campesinado de los abusos del gobierno de la época, posteriormente este grupo se convirtió en narcoterrorista y abusó de las armas y de su poder, su nombre de pila era Pedro Antonio Marín; las FARC lideradas por Rodrigo Londoño Echeverry alias Timochenko nacido en La Tebaida, firmaron un acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos en septiembre 26 de 2016, este acuerdo fue auspiciado en gran parte por el también genovés Henry Acosta Patiño quien logró hacer contactos con el secretariado de la guerrilla y el presidente Juan Manuel Santos Calderón, a quien por esta labor le entregaron el premio Nobel de la Paz en 2016, Acosta Patiño escribió el libro “El Hombre Clave” referente a ese tema.
Mayo del 2025