sábado 24 May 2025
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LOS LIBROS SIGUEN VIVOS (22)

28 abril 2025 10:39 pm
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ISABELLA Y EL ABUELO

Manuel Gómez Sabogal

Anécdotas familiares

Grupo Literario Books&Bilias.

Lemoine, Miami. 2016.

Dibujos interiores sin autor definido.

94 páginas.

“Es una reivindicación de la inocencia…Acaso un respiro en medio de tanta contaminación que impide a nuestros niños vivir a plenitud tan bella etapa”, escribió la poeta quindiana Lilian Zulima González. Miguel Fernando Caro Gamboa, escritor de microrrelatos, señala: “Para mí, es una bitácora vital alucinante, donde abuelo y nieta tejen, a través de las anécdotas, un universo cuyos elementos son ante todo el amor, la ternura, la curiosidad”. A su vez, la notable novelista quindiana, Gloria Chávez Vásquez, menciona una escena que pudo haber sido trágica, pero, por fortuna, no lo fue: “Isabella, de escasos meses, entraba a cirugía, para una operación de corazón abierto. Aunque el cardiólogo trató de tranquilizar a la familia, diciéndoles que la intervención sería fácil y rápida, lo cierto es que la niña estuvo dos horas en el quirófano. A pesar de los altibajos, la pequeña se recuperó felizmente, para convertirse en una niña risueña y cariñosa”. En Armenia se presentó, hace un año exacto, el libro de memorias, Historias de la Bernardi, escrito por otra Isabella, Isabella Prieto Bernardi, en este caso una nieta evocando a su abuelo.

Shakespeare escribió, y dejo constancia de ser un convencido antistratfordiano: «Un abuelo es un héroe en la historia de la familia, un guardián de tradiciones y un amigo sabio para sus nietos». Los personajes del libro, en desfile de espontáneas y cotidianas anécdotas que muestran la inocente perspicacia de una niña y la paciencia de su abuelo, con quien ella descubre aspectos del mundo y de la gente que la rodean, adquieren consistencia literaria con la niña de nueve años que pregunta, opina, alterna diálogos y hace comentarios interrogando no solo a las personas sino al mundo por donde camina con su abuelo. Anecdotario cálido y veraz a través de las miradas y apuntes de Isabella. Libro de confidencias para ser leído y degustado por quienes prestan atención al universo que los niños desvelan con sus apuntes. En el trasfondo de cada anécdota, relatada con lenguaje despejado y sin elucubraciones pedagógicas, sin convertirse en manual para educar nietos ni para entretener abuelos desmemoriados, hay historias de vida y familia que llenan de especial ternura la obra.

Abuelito Manuel Gómez, no pretende escribir una obra trascendental. Solo quiere, y de verdad que lo consigue, hacernos partícipes de caminatas urbanas con su nieta explorando ambos, en un momento en que la niña visitó a su abuelo, las partes bellas de la ciudad y la gente. Enfoque optimista de relaciones familiares cinceladas para el tiempo con destacadas anécdotas de la nieta niña, la obra es filigrana literaria franca en su estilo, en su lenguaje y su forma. Profundas cuando afloran emociones y recuerdos, llenas de ternura y calidez, todas las anécdotas resaltan la conexión especial entre dos generaciones opuestas entre las cuales el amor y la paciencia se transmiten a través de eventos en apariencia triviales. Manuel Gómez Sabogal, con su paciencia, su sentido de la observación y sabiduría y cariño, se convierte en el custodio de recuerdos y enseñanzas, creando con su prosa y sus apuntes, espacios resguardados donde la nieta se expresa con libertad. Estas breves anécdotas -muchas se quedaron fuera del libro- destilando inocencia y alegría en su forma de ser narradas y escritas, manifiestan la pureza de la infancia junto con la importancia de valorar los escuetos y reveladores instantes cotidianos que tantas veces pasan inadvertidos para el padre, la madre, los hermanos o los abuelos.

Isabella, enfrenta sus pequeños desafíos, lo cual aporta un toque psicológico positivo al fortalecer lazos familiares recordándonos lo inapreciable de consagrar tiempo para escuchar y compartir esas historias que enriquecen el alma. Invitación literaria para que los lectores valoren la plenitud de las relaciones familiares en una época donde, el uso inadecuado del celular, devasta sin piedad la ternura de los detalles cotidianos y la importancia de preservar remembranzas que nos hacen ser quienes somos. La pequeña Isabella, enseñaba a su abuelo a descubrir otros mundos desde sus ojos. En medio de ajetreos modernos, este tipo de homenaje a la infancia y la familia se transforma en libro físico, fuente de inspiración para valorar y cuidar momentos de conexión genuina y amor incondicional. Con estructura de microrrelato, Isabella y el abuelo relata historias personales centradas en la relación especial de la vivaz Isabella y su abuelo Manuel explorando momentos de cercanía, cariño y aprendizaje mediante anécdotas y recuerdos compartidos. Vínculo familiar significativo, lleno de ternura y enseñanzas donde opuestas generaciones se enriquecen celebrando el afecto sentimental entre nieta y abuelo.  

Rudyard Kipling consideraba que ser abuelo era “tener un segundo corazón latiendo con amor y paciencia por los nietos que llegan a tu vida”. Isabella, ese corazón que le dio fuerza a su propio corazón, dentro de 16 días cumplirá 20 años de edad. Gómez Sabogal, con cada una de estas anécdotas, es sólido puente literario entre pasado y futuro señalando la importancia de la familia, cercano a la idea de Leo Buscaglia cuando afirma que “los abuelos son tesoros que la vida nos regala, llenos de historias, amor y sabiduría transmitidos a generaciones futuras». Gracias al noble guardián de la historia familiar aportando con sus palabras escritas un sentido profundo de continuidad y pertenencia, Isabella, hoy por hoy una mujer adulta, con este libro recobrará una encantadora parte de su vida que, de otra manera, habría quedado en total olvido.

EL HOMBRE CLAVE

Henry Acosta Patiño

Memorias

Aguilar, Bogotá, Colombia, octubre 2016.

Prólogo de Vicenc Fisas.

Diseño de cubierta Paula Andrea Gutiérrez.

Con varias fotografías internas.

290 páginas

“Con el presidente Uribe Vélez varias veces creímos que habíamos llegado al diálogo, pero él siempre encontraba una razón para no dar el paso definitivo. Con él siempre estuvimos en el “ya casi”. El subtítulo del libro, llama la atención: El secreto mejor guardado del proceso de paz de Colombia.  De este libro, de un genovés que vive orgulloso de su pueblo y del departamento, deben leerse con esmero las 10 páginas donde se incluye el “Memorando para un intercambio sobre el conflicto colombiano”, de Alfonso Cano, comandante general de las FARC-EP, por aquellos años. Libro colmado de secretos que, hoy por hoy, son conocidos por cuantos aspiramos a la paz en nuestro país. Encontraremos documentos hasta ciertas fechas ocultos; conversaciones confidenciales con los comandantes de las FARC; cartas que no se conocían de los expresidente Uribe Vélez y  Juan Manuel Santos.

Con el respeto que me inspira el escritor quindiano seleccionado para el bello mural de la biblioteca de Génova, persona a la cual admiro porque la conozco hace más de medio siglo y he seguido, uno tras otro, sus pasos por el sendero de las letras de nuestra región, considero que allí habría quedado mejor la imagen del genovés Henry Acosta Patiño, pero eligieron al calarqueño y sé que vive satisfecho de tal elección. Cada vez que viaja a Génova, no con frecuencia porque dice temerles a los paisajísticos despeñaderos que hay por allí, se toma fotos en el mural. Y dice que es modesto. Henry, desconocido para gran parte de habitantes tanto del citado municipio como del Quindío, puesto que salió de estos a temprana edad, es economista, hombre de humanística trayectoria en actividades por la paz de Colombia.

El hombre clave es su primer libro. Un documento íntimo y revelador, valiente, escrito en primera persona. Memorias y diario. Autobiografía valerosa y con evidencias que ayudan a aclarar el panorama político de una época crucial en la historia del país, del proceso de paz vivido por un hombre y su esposa en las selvas, en pueblos, en agrestes rincones de las montañas colombianas y con mucha gente que desfila cumpliendo sus roles históricos de una u otra manera, en uno u otro bando, por las páginas de este libro. Trágico en ocasiones, pero siempre ecuánime con personajes del gobierno y las FARC que describe. Inamovible en sus posiciones ideológicas. Un proceso en el cual Acosta participó como mediador y fue esencial no solo para crear lazos de amistad y afecto, de confianza, de credibilidad entre los protagonistas, cuya capacidad de discreción y de arbitrar con suma sensatez y ecuanimidad, cuyos testimonios de primera mano e ideas son imprescindibles para el estudio y análisis de una época específica en la historia colombiana. Los documentos que incluye acá, son material de considerable valor que sirven para juzgar y justipreciar al antiguo grupo guerrillero con criterios diferentes a los propagados por los gobiernos que lo enfrentaron. Henry sigue incansable su tarea, ahora sí, visible y reconocido a través de sus conferencias, foros y seminarios por todo Colombia, dispuesto a cosechar los sueños económicos, laborales, de fraternidad y convivencia, de educación y paz que lo animan.

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