sábado 24 May 2025
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EMPRENDIZAJE/ Identifique su talento dominante antes de emprender

26 abril 2025 9:30 pm
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Héctor Aníbal Quintero Cano

¿Se nace con talento o se desarrolla?
¿Cómo identificar los talentos de una persona?
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y varios autores en el campo de la psicología del desarrollo, el talento se define como: «Una aptitud natural o potencial destacada en una o varias áreas, que puede expresarse o realizarse plenamente a través de la práctica, el entrenamiento y el entorno adecuado.» (Gagné, F. Modelo Diferenciado de Superdotación y Talento 2004)
El talento es una capacidad natural o habilidad innata que posee una persona para realizar ciertas tareas con mayor facilidad, efectividad y creatividad. No se trata solo de lo que alguien puede hacer bien, sino también de lo que disfruta hacer y le genera satisfacción. Es una especie de don personal que no necesariamente fue aprendido, sino que viene como parte de su esencia, que se potencializa con la práctica, formación y experiencia. Generando un proceso de innovación con el fin de que ese talento llegue a ser productivo.
El psicólogo Howard Gardner, creador de la teoría de las inteligencias múltiples, explica que cada ser humano posee diferentes tipos de talentos, y que la educación debe adaptarse a esa diversidad para potenciar el desarrollo de cada individuo.
¿Se nace con talento o se aprende?
La respuesta basada en la evidencia científica es: ambos. El talento tiene una base genética (innata) Estudios en neurociencia y psicología del desarrollo han demostrado que ciertas personas nacen con predisposiciones naturales para destacarse en áreas como la música, el razonamiento lógico o la motricidad fina. Estas capacidades pueden observarse desde edades tempranas. Donde puede influir el entorno familiar y genético en esa expresión. Ejemplo: Un niño que, sin clases previas, muestra habilidades musicales excepcionales puede tener un talento natural.
Pero el talento necesita aprendizaje y práctica para florecer. Según estudios del psicólogo Anders Ericsson (autor del concepto de práctica deliberada), el talento por sí solo no es suficiente. Lo que marca la diferencia a largo plazo es: su práctica constante y estructurada, la motivación intrínseca y la retroalimentación adecuada. “No es el talento innato lo que lleva al éxito, sino el desarrollo consciente de ese potencial” Anders Ericsson, Peak (2016)
El talento nace como una semilla, pero se convierte en virtud solo si se cultiva. Una persona puede nacer con ciertas predisposiciones, pero si no las entrena, se estancan. Por el contrario, alguien sin un talento «natural» muy evidente puede alcanzar niveles muy altos si se compromete con la práctica, el aprendizaje y el desarrollo disciplinado.
La práctica deliberada (Ericsson, 1993) y la exposición constante a estímulos específicos pueden formar talentos, incluso en personas sin predisposición genética evidente. Estudios en neuro plasticidad (Doidge, 2007) muestran que el cerebro puede reconfigurarse con el entrenamiento y el aprendizaje, creando nuevas conexiones neuronales que fortalecen habilidades. Pero el talento también se desarrolla. El investigador canadiense François Gagné distingue entre: Don (superdotación). Habilidad natural, sin entrenamiento y Talento habilidad desarrollada, expresada mediante aprendizaje, disciplina y práctica. Es decir, El talento nace y se hace. se nace con potencial (don), pero se necesita formación y constancia para convertirlo en un talento visible.
Se puede tener una predisposición natural hacia ciertas habilidades, pero si no se práctica, educa y encuentra en un entorno favorable, ese talento puede no manifestarse plenamente. A la vez, una persona sin gran “don” innato, pero con disciplina y pasión, puede desarrollar habilidades excepcionales.
Pasos para identificar sus talentos

  1. Haga una autoevaluación honesta y pregúntese. ¿Qué actividades disfruto sin esfuerzo? ¿Qué me elogian frecuentemente? ¿En qué me destaco sin haber estudiado mucho?
  2. Consulte en su entorno a amigos, familiares o colegas que puedan ayudarle a ver talentos que usted mismo no note.
  3. Haga pruebas de fortalezas. Herramientas como Gallup StrengthsFinder, MBTI o Ikigai ayudan a identificar áreas fuertes de potencial desarrollo.
    J.K. Rowling descubrió su talento para la narrativa escribiendo historias como Escape Personal. Lo desarrolló con práctica, disciplina y estudio literario, hasta convertirlo en una habilidad profesional como escritora.
    «El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos.» – Michael Jordan.
    Todos tenemos talentos. Lo importante es descubrirlos, desarrollarlos y aplicarlos con propósito y disciplina. Así, cualquier talento puede convertirse en una herramienta poderosa para su vida profesional. Recordando que ser profesional es ejecutar una acción que haya genere productividad durante más de 10.000 horas. ¿cuántas horas de vuelo lleva en su recorrido generando productividad?
    Tener un talento definido, es decir, haber identificado claramente en qué es naturalmente bueno, ofrece múltiples ventajas tanto en lo personal como en lo profesional.
    Ventajas de Tener un Talento Definido
  4. La claridad en su propósito es saber en qué se destaca dándole un norte a su brújula interna. ayudándole a tomar decisiones con mayor sentido, enfocándose en actividades que le apasionen y le conecten con su propósito de vida. Ejemplo: Si descubre que su talento es la persuasión, puede orientarse hacia el liderazgo, ventas o comunicación.
  5. Mayor motivación y disfrute. Cuando trabaja con su talento, el esfuerzo se siente más ligero. El entusiasmo y la energía aumentan porque está haciendo algo que le sale de forma natural disfrutando del proceso.
  6. Aumento del rendimiento. El talento no solo facilita el aprendizaje, también acelera el dominio de una habilidad. Esto le permite destacarse más rápido, producir con calidad y aportar más valor. Ejemplo: Un talento para la organización puede convertirse en una habilidad de gestión eficiente que mejore procesos en una empresa.
  7. Confianza en sí mismo. Saber que tiene una habilidad clara y valiosa fortalece su autoestima. Esto le permite enfrentar desafíos con más seguridad y tomar riesgos con mayor determinación.
  8. Ventaja competitiva. Un talento bien definido y desarrollado puede convertirse en su «sello personal», diferenciándose del resto y abriéndose más oportunidades en el mundo laboral o emprendedor.
  9. Alineación con oportunidades. Cuando tiene claro su talento, se vuelve más selectivo y estratégico. Aprovechando oportunidades que potencian su desarrollo evitando perder tiempo en caminos que no le suman.
  10. Base para construir una carrera exitosa en el mundo del aprendizaje. Su talento puede ser la raíz de una profesión, un emprendimiento o un estilo de vida. Identificarlo le permite crear una marca personal sólida o un camino profesional con sentido.
    Tener un talento definido es como descubrir su superpoder natural. Le ayuda a vivir con propósito, destacarse con autenticidad y construir un futuro alineado con lo que es y lo que puede llegar a ser.
    Enfóquese en su talento dominante. Observe lo que hace con facilidad y disfrute de ello el talento dominante suele ser esa actividad que le resulta natural, que aprende más rápido que otros y que disfruta tanto que el tiempo parece volar. Pregúntese: ¿Qué actividades disfruto tanto que podría hacerlas sin que me pagaran? ¿Qué se me da bien sin mucho esfuerzo? ¿Qué hacía desde pequeño sin que nadie me enseñara?
    Revise sus logros y momentos de orgullo. Los talentos tienden a dejar huellas. Fíjese en esos momentos donde se siente realizado, exitoso o reconocido. Haga una lista de sus mayores logros (aunque no sean premios, sino situaciones personales) retos que supero con creatividad o facilidad. Explore sus pasiones y zonas de flujo. El “estado de flujo” ocurre cuando hace algo y pierde la noción del tiempo. Esto es una pista directa de que está conectando con un talento. A veces los demás notan nuestros talentos antes que nosotros. Preguntar a personas de confianza le puede abrir los ojos. “¿Qué cree que se me da naturalmente bien?”
    Observe su estilo de resolución de problemas. Cada talento tiene una forma de enfrentarse a la vida. El talentoso comunicador resuelve hablando o escribiendo, el empático lo hace conectando con otros, el analítico, observando y deduciendo, él creativo, imaginando nuevas soluciones. Si tiene varias opciones, pruébelas. Solo la experiencia directa confirma qué le apasiona realmente, y dónde está su mayor fortaleza. ¿Se puede tener más de un talento? ¡Sí! Pero siempre hay uno que le impulsa con más fuerza, ese es el talento dominante que puede potenciar fácilmente, usándolo como base para otros aprendizajes o habilidades.
    Cuando piensa con seguridad en sí mismo, actúe con esa misma seguridad. A su vez, actuar con confianza refuerza y alimenta pensamientos positivos y seguros. Es un ciclo en el que mente y acción se fortalecen mutuamente. Pensar confiadamente es actuar confiadamente. La acción confiada produce pensamientos confiados.

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