En los últimos días, al departamento las cosas no le han salido nada bien. En materia de seguridad, el gobierno departamental no ha podido garantizarle tranquilidad a los quindianos. Tenemos un gobernador totalmente desconectado de la realidad. Posiblemente esté atrapado en su propio mundo. Toda su estructura de gobierno, es decir, todas sus secretarías, no responden acertadamente para cumplir el plan de desarrollo.
Por ejemplo, ¿cómo es posible que la Secretaría de Educación permita que el operador del PAE esté entregando alimentos en condiciones no aptas para el consumo humano? Por donde se mire, el gobierno de Juan Miguel Galvis es un desastre total.
El Quindío —quiero decir, la minoría electoral— cometió el error político de elegir a Galvis.
Pero lo que hoy quiero contarles es que el día 24 de abril de 2025 llegó a mi correo una invitación por parte de la Contraloría Departamental, con el propósito de hacer parte del “acompañamiento y seguimiento a escenarios deportivos en Calarcá, Quindío”.
El gerente seccional VII-Armenia, Jorge Iván Orozco Hoyos, me dice: “De acuerdo a la convocatoria realizada por la GSVII – Armenia, el día 4 de febrero 2025 y en la que conocimos posibles irregularidades con el contrato de recuperación, mantenimiento, adecuación y/o mejoramiento de escenarios deportivos del municipio de Calarcá – SAMC-014-2023 y contrato de obra pública N°008 de 2023, la AGR está dispuesta con el apoyo de la academia, Universidad del Quindío, Corporación Universitaria Alexander Von Humboldt, con quienes tenemos convenios administrativos, a hacer el acompañamiento respectivo a los ciudadanos interesados que deseen hacer seguimiento a los recursos invertidos en esos contratos.
Teniendo en cuenta sus publicaciones y denuncias en el periódico “El Quindiano”, requerimos nos manifieste de forma expresa, si tiene interés en hacerle seguimiento a esos recursos, para lo cual, la AGR está dispuesta a prestarle el acompañamiento respectivo al seguimiento del contrato SAMC-014-2023 y contrato de obra pública N°008 de 2023 u otros contratos que comprometan recursos a escenarios deportivos, por lo tanto, queremos concretar una reunión en nuestras instalaciones…”.

La Contraloría me indica que uno de los contratos a “vigilar” es el N°008 de 2023. Se trata, entonces, de que por fin un órgano de control ha sabido darse cuenta de que las denuncias que he hecho públicamente —donde se vincula al actual alcalde de Calarcá y a su lugarteniente contratista John Freddy Guerrero Cerón— van a tener un espacio especial para ser examinadas con detalle. Es hora de explorar qué existe en el fondo del mar de corrupción que baña al departamento del Quindío, empezando por el municipio de Calarcá.
O quizás, la misión de la Contraloría es hacerme creer que va a realizar tareas de control, pero en el fondo busca legalizar o ayudar a tapar lo que está mal. No confío del todo en que el señor Jorge Iván Orozco Hoyos esté preparado para aguantar presiones políticas cuando comience a destaparse lo que está podrido. Algunos quindianos sabemos que el cargo de contralor es un puesto político. Desconozco quién es el jefe político de Orozco Hoyos.
Se le reconoce, entonces, al contralor el hecho de haberme invitado a hacer parte del grupo, donde resalta que estará presente la Universidad del Quindío. Resulta curioso que se haga acompañar de una universidad que también está inmersa en graves asuntos de corrupción. El ratón cuidando el queso.
Pero esto lo vuelve aún más interesante, porque se puede abrir el debate públicamente en estos tiempos del Quindío silenciado. Aquí nadie dice nada. Y al que intenta decir algo, lo silencian… o lo asesinan.
Entonces, señor contralor, le hablo directamente: si quiere garantías de transparencia, debe empezar por brindar garantías a quienes hacemos veeduría real. Su grupito no puede convertirse en una caja de recepción para espiar y luego informar cómo nos estamos moviendo.
Y sí, voy a hacer parte de su “grupito”. Pero solo bajo estas condiciones: que se respete mi independencia, que haya garantías reales de protección para los ciudadanos que alzamos la voz, y que cada paso que dé en ese acompañamiento será informado, publicado y compartido. Detalle a detalle. Porque si se trata de cuidar el interés público, cuente conmigo; pero si se trata de lavarle la cara a la corrupción, seré el primero en denunciarlo.