Están dadas las posibilidades, las condiciones y los tiempos para que a Colombia la gobierne una mujer.
Hay muchas razones para que una mujer se haga cargo de este país, una de ellas es el ejemplar manejo que le dan a las finanzas.
Si en algo han fallado los presidentes colombianos es que no designan una mujer como ministra de hacienda. Es paradójico que en esa cartera no las nombren. Las tienen vetadas porque no son derrochonas, ladronas, ni envían maletines repletos de dinero a congresistas torcidos. Con poquito les rinde como harina con doble porción de levadura. Lo primero que mete una mujer a la cartera es un cocodrilo, así el billete queda más amarrado que nudo de marinero.
Las mejores ministras de hacienda del país son nuestras madres. Pobres y ricas. Todas, sin excepción. Son másteres en economía sin necesidad de especializarse en la universidad. Las ricas siempre creen que su marido está pobre y ahorran pesos y centavos para aumentar el capital. Las pobres son como Jesús, con una libra de arroz y papas hacen un delicioso sancocho para seis. No sabemos de dónde sacan el milagro del pollo o la carne.
El pueblo reclama un nuevo rumbo y el cambio de chip se puede mejorar cuando nos den la oportunidad de nombrarla en las urnas. El mazo tiene cuatro reinas, a mesa está abierta y se reciben apuestas.
El póker es Vicky y Cabal contra Pizarro y Claudia. Esas llaves se pueden dar si los hombres no hacen trampas. El orden de los factores lo pone la que convenza al electorado durante la precampaña. Después de ganar la candidatura presidencial, procederán a nombrar su vicepresidenta o vicepresidente, que no serán del Valle ni Bogotá porque el resto del país cuenta. Además de inédita, sería una elección probable, atractiva y emocionante. También histórica y ejemplar.
Colombia país de contrastes se la puede juagar por esa fórmula. Estamos seguros que la ganadora entre las cuatro será mejor que cualquier expresidente.
Vicky es primeriza porque nunca ha salido a la calle a conquistar votos, pero se arriesgó para dejar la novatada. Hasta hoy lo ha hecho bien, ya veremos cómo sube los puertos de montaña en esta gran vuelta. Como buena valluna, igual que María Fernanda, planean con ritmo. La acusan de no estar preparada. No olvidemos que los preparados que nos han gobernado han sido ineptos y corruptos. Colombia está hace un siglo en el abismo porque los preparados se han robado todo y van por más.
A la congresista Pizarro se le notan las ganas, pero no se atreve sin la bendición de Petro. Ahí le falta rebeldía. Petro tiene la maquinaria y su mecánico Benedetti será el encargado de aceitarla para intentar la continuidad. Como costeños buscarán ponerle vicepresidenta (e) de la costa a Pizarro o López. A quien gane la candidatura de las dos.
Contra los burros y corruptos que nos han gobernado, buenas serían manos femeninas y sus pensamientos diferentes.
Las circunstancias de tiempo, modo y lugar, como dicen los abogados no están dadas para que Uribe y Petro, se decanten por una mujer. Hasta en eso se parecen. Les da miedo porque cuando baje el nivel del agua la gente se dará cuenta que nadan desnudos.
El expresidente Uribe busca poner a Uribe Turbay, quien no es Centro Democrático sino oportunista. No se extrañen si el nieto de Turbay mañana se va para otro partido o monta rancho aparte. El tipo está ahí porque le chupa votos a Uribe Vélez. Por su parte Petro, espera alianzas para Roy o cualquier otro sujeto electoral. Hay mucho ofidio arrastrándose para ir a cenar al nido de roedores.
Vicky es menos derechista que María Fernanda. Claudia López es menos izquierdista que María José. Son dos parejas opuestas intentando hacer historia. ¿Será qué hay posibilidades de una alianza entre ellas para formar las dos llaves? Que entre el pueblo y elija. Es un menú político con altas probabilidades de ganar y tanto ellas como Colombia lo merecen. Además, que pereza Roy, Vargas Lleras y Fajardo.
