La entrada: “Un líder es un distribuidor de esperanza”. (Napoleón Bonaparte).
FRANCISCO, EL HOMBRE
Escribiremos sobre “Francisco el hombre”, no el hombre del vallenato de Luis Enrique Martínez, pero sí el “hombre de El Vaticano”.
El Vaticano es uno de los 195 estados reconocidos del mundo, y actúa en las Naciones Unidas en calidad de observador. Siendo “Estado” este territorio muy pequeño por cierto, tiene un jefe de Estado que es el Papa, a quien los católicos denominan “Santo Padre”, y a ese territorio llamado Vaticano, los católicos denominan “santa sede”, cuya extensión es de 0.44 Kilómetros cuadrados. Está habitado por cerca de 800 personas.
El jefe supremo del Estado Vaticano es el Papa, líder de la iglesia católica, conformada por aproximadamente mil cuatrocientos seis millones (1.406.000.000) de fieles o seguidores en el mundo.
El Vaticano, ubicado en Roma, Italia, es un Estado independiente, uno de los lugares más visitados y el más pequeño del mundo. Sus riquezas en arte y bienes inmobiliarios son enormes. Tiene estación de radio, y banco propio, fundado por el papa Pío XII y llamado “Instituto para las Obras de la Religión”.
La historia del Estado Vaticano tuvo un recorrido tortuoso. La unidad italiana, anhelada por Nicolás Maquiavelo (1469 – 1527) se logró en 1870. Luego de la caída del Imperio romano (año 476), el poder que logró construir la Iglesia le daba supremacía sobre vastas zonas de Europa, especialmente en Italia, en donde se definieron los Estados pontificios, hasta que se consolidaron en el año 756. Roma hacía parte de dichos Estados y fue gobernada por el propio Papa desde entonces hasta 1870, cuando, con la unificación italiana, perdió la autoridad territorial y, en consecuencia, su poder político.
A partir de ese momento, el Papa debió permanecer en el pequeño territorio del Vaticano, ubicado dentro de Roma y compuesto por algunos palacios y basílicas como la de San Pedro que empezó a construirse en 1506 o la Capilla Sixtina, famosa por los maravillosos frescos que en 1542 pintó en el techo Miguel Ángel.
En 1929 Benito Mussolini firmó con el cardenal Pietro Gasparri, quien actuó en representación del Papa Pío XI, el Tratado de Letrán, que reconoció la independencia y soberanía del Estado Vaticano. Lo paradójico era que el fascismo teniendo posturas anticlericales, se puso del lado del Papa, para poder alcanzar el proyecto político de las dimensiones que pretendía, además con la mayor influencia social, que era la Iglesia.
Con el Tratado se creó el Estado de la ciudad del Vaticano. Desde entonces es una monarquía absoluta, con el Papa a su cabeza, elegido por mínimo con dos tercios de los votos del cónclave de jerarcas de la Iglesia, y vitalicio. Es un Estado que tiene vocería y representación diplomática internacional.
Hoy (abril de 2025) la iglesia católica ante el fallecimiento de Francisco I, se ha quedado sin su líder principal, porque murió Jorge Bergoglio, quien fue elegido por los cardenales de la iglesia católica, el 13 de marzo de 2013. Argentino de nacimiento, fue el primer Papa latinoamericano de la historia y el primero no europeo.
El acta de defunción dice que Francisco murió a causa de un ictus cerebral a sus 88 años, el cual le causó un coma y un fallo cardiovascular irreversible.
“La muerte fue constatada por registro electrocardioterapéutico”. El documento médico también indicó: “El papa tenía antecedentes de insuficiencia respiratoria aguda en neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión y diabetes de tipo II”.
Según la Santa Sede, Francisco murió en la residencia de Santa Marta, donde vivía, “el 21 de abril esta mañana, a las 07H35 (05H35 GMT). El obispo de Roma, Francisco, volvió a la casa del Padre”.
Entre los protocolos programados para estos días, el Vaticano contempla transferir el féretro a partir del miércoles por la mañana a la basílica de San Pedro para que los fieles puedan visitarlo.
El viernes 14 de febrero de 2025 ingresó al Hospital Gemelli, en Roma, para someterse a pruebas y tratamientos relacionados con una bronquitis. El viernes 28 de febrero sufrió un episodio de broncoaspiración tras una crisis de broncoespasmo, lo que agravó su estado de salud.
Jorge Mario Bergoglio fue sometido en su juventud a una ablación parcial (la ablación es un procedimiento que implica la destrucción o eliminación de tejidos, órgano o parte del cuerpo con fines terapéuticos) de un pulmón.
Desde 2022 se desplazaba en silla de ruedas y usaba bastón las pocas veces que se le veía de pie.
Francisco había sido dado de alta el 23 de marzo de 2025 del hospital de Roma, donde fue tratado durante 38 días por una neumonía en ambos pulmones.
Allí tuvo dos “momentos muy críticos en los que su vida estuvo en peligro”, pero “nunca fue intubado” y siempre permaneció “consciente y alerta”. En concreto, sufrió ataques respiratorios agudos, uno de ellos con vómitos, y tuvo que someterse a una transfusión de sangre y a la aspiración de abundantes secreciones en sus pulmones. En su residencia estaba recibiendo terapia de recuperación, y se veía debilitado. “Cuando se sufre una neumonía bilateral, los pulmones se han dañado y los músculos respiratorios también han tenido problemas”, explicó el doctor Sergio Alfieri. “La voz tardará en volver a ser la misma”, subrayó.
Jorge Bergoglio fue el primer Papa jesuita de la historia del catolicismo y el 266 de la iglesia católica. Un hombre reservado, preocupado por la marginación social que gobernó con firmeza la arquidiócesis de Buenos Aires.
En sus más de 12 años de pontificado, Francisco y su filosofía despertó reparos de los más tradicionalistas católicos, con gran popularidad entre los fieles. Francisco llevó nuevos aires a Roma: prefirió vivir en un sobrio apartamento, ignorando el fastuoso palacio apostólico, e invitó con frecuencia a su mesa a personas sin hogar o a presidiarios. Precisamente fue criticado por la desacralización (quitar el carácter sagrado) de sus funciones.
El Papa Francisco había decidido desde 2023, que fallecido, fuera enterrado en la basílica de Santa María la Mayor en Roma, Italia. La mayoría de los papas están enterrados en las grutas de San Pedro.
Lo que reza la tradición, en estos casos, es que el cuerpo de Papa difunto se exponga, en féretro abierto, en la basílica Vaticana, pero además que el entierro sea seis días después de su muerte. La iglesia observará nueve días de luto y dentro de 15 días los cardenales menores de 80 años, se reunirán en el Vaticano para elegir un sucesor en lo que se conoce como cónclave.
El papa Francisco apareció por última vez en público este pasado domingo de Pascua desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano, en silla de ruedas y sin cánula de oxígeno y con voz débil, deseó una “feliz Pascua” a los miles de fieles congregados por el cierre de la Semana Santa, a quienes bendijo con la tradicional bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad de Roma y al mundo). Sin embargo, tuvo que recurrir a un colaborador, que leyó su mensaje, en el que repasó los conflictos en el mundo. Después, recorrió la plaza de San Pedro en el papamóvil y bendijo a algunos bebés.
Un poco antes, el sumo pontífice recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en un encuentro privado de unos minutos.
El Papa, con una visión de apertura, justicia y renovación, tomó decisiones que ningún otro pontífice se había atrevido: reformas financieras, cambios en la liturgia, persiguió a los pederastas vestidos de sacerdotes y a sus cómplices, nombramientos inéditos y un fuerte compromiso con la transparencia y la inclusión fueron algunas de las más destacadas.
Los diez cambios más significativos que el Papa Francisco implementó durante su pontificado, fueron los siguientes:
1.- Simplificación de los rituales funerarios papales: Eliminó la tradición de enterrar al Papa en tres ataúdes (de ciprés, plomo y roble), optando por un único ataúd de madera. Con esto, quebró siglos de protocolo y simbolizó su visión de una iglesia más austera y cercana al pueblo. Pidió ser inhumado en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma en lugar de la Basílica de San Pedro, mostrando su desapego a las formalidades y su conexión con la Virgen María, por quien tenía gran devoción. “Queremos que la sencillez sea el signo de nuestra fe”.
2.- Nombramiento de mujeres en altos cargos del Vaticano: Desafió una estructura dominada por hombres: en enero de 2025, nombró a la monja italiana Simona Brambilla como prefecta del Dicasterio (departamento o división) para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, convirtiéndose en la primera mujer en liderar un organismo vaticano de tal envergadura. Incorporó a mujeres en puestos de alto nivel en la Curia Romana, incluyendo la Secretaría de Estado y el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. En 2022, designó a la economista francesa Nathalie Becquart como la primera mujer con derecho a voto en un sínodo de obispos, un hecho sin precedentes.
3.- Transparencia financiera en el Vaticano: Francisco reformó el sistema financiero del Vaticano, estableciendo estrictas regulaciones para evitar el lavado de dinero y el mal manejo de fondos.
En 2025, el Papa ordenó la creación de una comisión de alto nivel para fomentar la transparencia económica y abordar el creciente déficit financiero del Vaticano, que alcanzó los 83 millones de euros en 2024. Cero corrupción económica. Su firmeza en este tema se reflejó en sus propias palabras: “No se puede predicar la honestidad sin practicarla”.
4.- Lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia: Francisco enfrentó sin miedo la crisis de abusos sexuales dentro de la Iglesia. En septiembre de 2024, durante una visita a Bélgica, pidió denunciar y juzgar estos casos sin encubrimientos, asegurando que la Iglesia no debía proteger a los culpables: “No podemos callar ante el dolor de las víctimas”.
También creó una comisión especial para la protección de menores, con el fin de supervisar la implementación de medidas preventivas en las diócesis de todo el mundo.
Dos de sus gestos más significativos sobre el tema fueron, su decisión de reunirse en múltiples ocasiones con víctimas de abusos sexuales, escuchando directamente sus testimonios y pidiendo perdón en nombre de la Iglesia; y su decisión en 2022 de destituir a varios obispos y cardenales acusados de encubrimiento, dejando claro que no toleraría la impunidad dentro de la institución.
Su valentía para abordar este tema con transparencia y determinación le valió tanto elogios como críticas dentro de los sectores más conservadores del clero.
5.- Reforma de la relación con el Opus Dei: Francisco decidió modificar su estatus, trasladando su supervisión del Dicasterio para los Obispos al Dicasterio para el Clero. Con esta reforma, Francisco buscó evitar una estructura excesivamente centralizada y fomentar una mayor transparencia y supervisión dentro del Opus Dei. “El poder no debe anteponerse a la fe”.
6.- Inclusión de parejas en situaciones irregulares: En diciembre de 2023, el Papa permitió a los sacerdotes impartir bendiciones a parejas en situaciones irregulares y a parejas del mismo sexo. Aunque el documento dejó en claro que estas bendiciones no equivalían a un reconocimiento sacramental del matrimonio, representaron un paso importante hacia una Iglesia más inclusiva.
La Iglesia no podía cerrar las puertas a quienes buscan a Dios con un corazón sincero. “Dios bendice a todos sus hijos”, dijo Francisco. Si bien la decisión generó críticas dentro de algunos sectores conservadores, también fue aclamada por quienes defienden una Iglesia más abierta y compasiva.
7.- Compromiso con el medioambiente: El Papa Francisco dedicó gran parte de su pontificado a concienciar sobre la necesidad de cuidar el planeta. En 2015, publicó la encíclica “Laudato si”, un documento sin precedentes en la Iglesia que abordó la crisis ambiental y exhortó a los líderes mundiales a tomar medidas urgentes. En este texto, Francisco habló del “cuidado de la casa común” y condenó la explotación indiscriminada de los recursos naturales.
En 2023, reafirmó su compromiso ecológico con la exhortación apostólica “Laudate Deum”, en la que criticó el negacionismo climático y pidió acciones más concretas contra el calentamiento global. “No podemos destruir la casa común que Dios nos ha dado”, advirtió el Papa en repetidas ocasiones.
8.- Reforma de la Curia Romana: Francisco reestructuró la Curia Romana, la administración central del Vaticano, para hacerla más eficiente y alineada con las necesidades de la Iglesia en el siglo XXI. Redujo estructuras burocráticas, integrando diferentes dicasterios (departamentos), fomentando una mayor colaboración y evitando la duplicidad de funciones.
Promovió un liderazgo basado en el servicio y la misión evangelizadora, antes que jerárquico. “El poder en la Iglesia debe ser entendido como servicio y no como privilegio”. Tremenda frase.
9.- Apertura al diálogo interreligioso: Francisco impulsó el ecumenismo y el diálogo interreligioso como parte esencial de su pontificado. En 2014, durante su histórico viaje a Tierra Santa, se reunió con líderes judíos, musulmanes y cristianos ortodoxos en un gesto de unidad sin precedentes.
En ese sentido, fortaleció las relaciones con el Islam a través de encuentros con el Gran Imán de Al-Azhar y promovió un mayor acercamiento con la comunidad protestante y ortodoxa.
En 2019, firmó el Documento sobre la Fraternidad Humana junto al líder musulmán Ahmed el-Tayeb, estableciendo un compromiso conjunto por la paz y la cooperación entre religiones. “El diálogo es el único camino para la paz verdadera”, expresó en uno de sus encuentros con líderes religiosos.
10. Un papado más sencillo y cercano: Desde su elección, Francisco renunció a los lujos del papado y optó por un estilo de vida austero: en lugar de habitar en el Palacio Apostólico, decidió vivir en la Casa de Santa Marta, en un gesto de cercanía y humildad. Además, dejó de usar las tradicionales vestimentas doradas y adoptó atuendos más simples, como una cruz pectoral de madera en lugar de las de oro macizo utilizadas por sus predecesores.
Asimismo, reemplazó el trono papal por una silla modesta y eliminó el beso del anillo papal, permitiendo que los fieles le saludaran de una manera más natural y espontánea. En sus viajes apostólicos, optó por utilizar vehículos sencillos, como un Ford Focus o un Renault 4, en lugar de los papamóviles blindados.
“La fe no necesita ostentación, sino humildad”, reiteró el pontífice en diversas ocasiones, marcando una diferencia significativa en la imagen del papado que terminó por acercarlo aún más a los fieles y por evidenciar su convicción de que la Iglesia debía estar al servicio de todos, especialmente de los más pobres y necesitados.
(Fuentes: Infobae (Argentina), CNN, Diario El Colombiano, Revista Semana, Cristovisión TV).
Aporte de los lectores: “Al final, los verdaderos lujos son el tiempo, la salud, la buena compañía, la mente tranquila y la libertad de elegir lo que quieras hacer”.
(P.Pareja).