En las montañas del Quindío se forja la tecnificación del campo. La formación del SENA está transformando la vida de los campesinos y campesinas a través del programa CampeSENA, una estrategia que lleva educación complementaria, auxiliar, operaria y técnica hasta los predios, fortaleciendo la identidad rural con oportunidades de desarrollo.
Rosemberg Fajardo, es uno de los campesinos beneficiados, quien con sus raíces en el Valle del Cauca no dudó un solo momento en sembrar su corazón en la vereda Cumaral Bajo del municipio de Génova en el Quindío, donde sigue el legado de sus padres y abuelos, quienes le heredaron su amor por el campo.
«He realizado varios cursos con el SENA en el Valle, pero nunca había visto una formación tan integral como la que nos brinda CampeSENA aquí en el Quindío. Es una oportunidad única, no solo para los campesinos, sino para nuestras familias, para las nuevas generaciones» manifestó Fajardo.
Actualmente, se forma como técnico en Sistemas Agropecuarios Ecológicos, y con orgullo recibe semanalmente su capacitación y destina parte de su tiempo a aprender, pues este se convertirá en su primer diploma en cuanto a educación formal.
«No se trata solo de aprender técnicas agrícolas, sino de convertirnos en empresarios. No queremos que nos vean solo como campesinos, sino como emprendedores con conocimientos que nos permitan vender y gestionar nuestros productos con calidad», afirma Rosemberg.
El sueño de este hombre se resume en cultivar el campo de manera responsable, siguiendo el legado de sus antepasados, por esto, celebra la formación del SENA con la que seguirá construyendo el gran propósito de tener un invernadero ecológico, donde aporte a la salud a través de productos libres de químicos y se rescaten las semillas nativas, de las cuales actualmente tiene maíces y frijoles de diferentes variedades.
El entusiasmo por CampeSENA ha despertado el interés de más productores rurales en la región, quienes buscan nuevas convocatorias para sumarse a la formación. Fajardo, con su visión de futuro, ya trabaja en un proyecto agroecológico el cual espera desarrollar y poder presentar al programa Fondo Emprender.
«Queremos rescatar la ancestralidad, mantener las semillas nativas y alejarnos de los químicos que han afectado la salud de las personas. La formación del SENA nos impulsa a ser autosostenibles y a proteger nuestra cultura», Rosemberg Fajardo.