El gobierno departamental nunca ha tenido la capacidad ni la visión para presentar una propuesta seria que impacte y convenza al gobierno nacional. Más que falta de apoyo, lo que ha predominado es una actitud negligente y perezosa en la formulación de proyectos. Por eso, el presidente Petro no lo ha considerado una prioridad. Aun así, eso no significa que el gobierno nacional haya abandonado al Quindío.
Lo que le preocupa a la Gobernación del Quindío es que, si el gobierno nacional hace inversiones para el desarrollo en la región, difícilmente el gobernador podrá intervenir —según sus propios intereses— en la ejecución de los proyectos. En el fondo, el gobernador es consciente de que los pocos recursos que está recibiendo del gobierno central se está ejecutando muy mal.
De esto se trata esta columna: de demostrar la mediocridad imperante en la oficina de las TIC del ente administrativo departamental, específicamente en lo relacionado con un proyecto de comunicaciones.
Veamos: la Secretaría de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones del Quindío, a finales de diciembre de 2024, elaboró unos estudios previos (precontractuales) con el propósito de ejecutar recursos del orden nacional en el departamento. El objetivo principal es el siguiente: “Implementar una infraestructura de red en el Departamento del Quindío con el fin de conectar 2.179 hogares, proporcionando acceso confiable y de alta calidad a servicios de internet y comunicación, mejorando así la conectividad y facilitando el desarrollo socioeconómico de la región”.
En otras palabras, se van a instalar internet gratuito a 2.179 hogares del departamento del Quindío.
El 27 de diciembre de 2024 se firmó el contrato interadministrativo No. 039 entre el gobierno departamental y SKYNET DE COLOMBIA S.A.S ESP, por un valor de $20.998 millones 964.874. Dichos recursos provienen del Fondo Único de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (FUTIC), ente adscrito al Ministerio de las Comunicaciones del gobierno Petro, cuyo aporte se estimó en $19.998 millones 964.874 y el Departamento del Quindío participó aportando $1.000 millones. Aun así, Galvis insiste que el gobierno de Petro “ni lo saluda”.

El proyecto está actualmente activo, pero su avance de ejecución es del cero por ciento. Según el cronograma, ya debieron haberse identificado, caracterizado y señalizado en terreno los hogares beneficiarios en cada municipio del departamento del Quindío.
No lo digo yo. Lo dice el propio secretario de TIC, quien, al responder un derecho de petición en el que solicité copia del listado de los hogares beneficiarios, afirmó:
“Actualmente, el proyecto de conectividad suscrito mediante el Contrato Interadministrativo No. 039 de 2024 se encuentra en la fase de apropiación social en los municipios de Calarcá, corregimiento de Barcelona, Buenavista, Pijao, Filandia, Quimbaya, Génova, La Tebaida, Montenegro, Circasia, Salento y Córdoba. Esta etapa tiene como objetivo identificar y caracterizar a los hogares potencialmente beneficiarios, priorizando especialmente los estratos 1 y 2, en concordancia con los lineamientos establecidos por el Fondo Único de TIC (FUTIC). Dicha caracterización permitirá elaborar un listado técnico de prefactibilidad. Una vez consolidado este listado, y en atención a la Ley de Protección de Datos Personales (Ley 1581 de 2012), la Secretaría TIC atenderá las solicitudes de acceso a dicha información respetando los principios de finalidad, proporcionalidad y reserva”.
Insisto: esa etapa ya debió haberse terminado para avanzar en la instalación del servicio. Muy seguramente los hogares beneficiarios recibirán el servicio, si acaso, en diciembre de 2025.
Además, se contempla un año de internet gratuito. Pero, ¿qué pasará después de ese año? ¿Quién asumirá los costos del servicio? ¿O estamos ante un simple proyecto “Cenicienta”?
La respuesta de la Secretaría TIC fue: “Finalizado el primer año de gratuidad, el valor del servicio dependerá de las políticas que adopte el plan de sostenibilidad. Por tanto, el valor futuro y el operador correspondiente están por definirse, sujeto a decisiones posteriores”.
No hay que esperar a que “definan” qué hacer después. Es evidente que el gobierno departamental no tiene capacidad financiera para sostener el programa. Lo más probable es que se entregue a un operador privado, quien cobrará el servicio por medio de factura.
Finalmente, al consultarle al secretario TIC quién será el propietario de la red instalada una vez concluido el proyecto, respondió: “La red instalada será de propiedad del Departamento del Quindío, en el marco del modelo de red neutra, lo cual permite su aprovechamiento para el fortalecimiento de la conectividad en el territorio departamental”.
Advertencia final:
Es necesario advertir, de manera categórica, que este proyecto corre el riesgo de convertirse en otro elefante blanco financiado con recursos de la nación. La ejecución técnica va con retraso, la planeación es deficiente y no hay garantías de sostenibilidad a futuro. Las autoridades de control deben actuar de inmediato y vigilar de forma rigurosa la forma en que se están ejecutando los recursos públicos. De lo contrario, este ambicioso programa de conectividad terminará siendo solo una promesa fallida más.