La entrada: “Felicitar a un político por hacer obras con dineros públicos, es como celebrar a un cajero automático, por darme mi plata”.
1.- LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES, EMPIEZAN A CORRER.
En la ciudad de Cali, el llamado “bloque de exgobernadores”, al cual pertenece Roberto Jairo Jaramillo del Quindío, se reunirá hoy miércoles 9 de abril, con el objeto de definir la lista de candidatos a la presidencia de la república y adelantar el mecanismo mediante el cual se escogería al aspirante único de ese movimiento. Hasta el momento, hablan de la postulación de tres personas; Aníbal Gaviria, quien fue gobernador liberal de Antioquia; Juan Guillermo Zuluaga, exgobernador del Meta y muy amigo de Roberto, y Héctor Olimpo, exgobernador de Sucre.
Los exgobernadores pondrán en discusión la posibilidad de participar en las consultas internas e interpartidistas para escoger a un candidato de centroderecha.
Estos exgobernadores estarán a esta hora, muy informados de la reunión de Sergio Fajardo y Juan Manuel Galán, quienes estudiarán la posibilidad de elaborar listas conjuntas al Congreso. En la campaña pasada, trabajaron unidos en una mixtura para apoyarse congresionalmente.
También se espera que hayan hablado los dos de la próxima campaña presidencial, mayo 2026, conocer que piensa cada uno sobre la posible aspiración propia, los propósitos electorales y obvio, las listas que se quieren conformar y si las mismas las quieren hacer en bloque.
Los partidos que lideran cada uno son Nuevo Liberalismo con Galán, y Dignidad y Compromiso de Fajardo y Jorge Enrique Robledo, como líderes. Según las fuentes de la revista Semana, se han hecho diálogos con el partido MIRA, para hacer un gran bloque de centro. Todavía no hay decisiones, pero hay formalismos para ese acercamiento.
Fajardo y Galán tienen buena relación, pues ambos hicieron parte de la Coalición Centro Esperanza en 2022, y tienen en común, la oposición al gobierno del presidente Gustavo Petro.
Esperamos los detalles de la reunión pasada, el lunes anterior.
La última vez que se supo del quindiano Roberto Jairo Jaramillo en aspiraciones políticas, está la de ser el vicepresidente, si fuera escogido a la presidencia Juan Guillermo Zuluaga. Nada más se ha hablado, aunque fuentes de “chisme pan”, dicen que Roberto Jairo había dicho que no volvería a hablar de política. Eso dijeron hace 15 días aproximadamente, pero hay una foto de estos candidatos y allí está el exgobernador.
2.- LA EXMINISTRA LACOUTURE.
Hace algunos meses estuvo en Armenia, invitada por la Cámara de Comercio, la exministra de Industria, Comercio y Turismo María Claudia Lacouture Pinedo, profesional en Finanzas y Relaciones Internacionales. Recuerdo que la primera frase de esa conferencia, fue “si no les gusta maletiar, tienen que aprender a hacerlo”, refiriéndose a que si usted tiene productos para la venta, tiene que salir a ofrecerlos, y buscar mercados para que su empresa sobreviva en un mundo que todos los días produce, y alguien necesita comprar.
Y no estaba lejano el día, en que por obra y gracia del Donald Trump, los colombianos tienen que salir a buscar más mercados, porque los aranceles o impuestos con los que grava Estados Unidos a los productos que le ingresan, va haciendo imposible venderlos allí, porque la utilidad se queda en los impuestos.
De manera que nuestros floricultores, caficultores, aguacacultores, madereros, hoy más que nunca tienen que rebuscarse, porque esos productos los necesitan, pero hay que venderlos a mejor precio, es decir, pagando menos aranceles.
Desconozco completamente otros productos que a gran escala podamos exportar, pero si queremos sobrevivir económicamente, debemos respirar en otros lugares y sitios del mundo.
Seguramente la Cámara de Comercio estará preparando “el dossier” para presentarles a los exportadores quindianos y dejarles más de la mitad de su trabajo servido.
Hoy el mundo no es el mismo desde que Donald Trump asumió nuevamente la presidencia de los Estados Unidos. Y para eso hay que salir a guerrear y mostrar los empresarios que son tan capaces como siempre lo han sido.
La verdad, hay nervios en la economía mundial, y el Quindío tiene que hacer todo lo necesario para seguir apostando por las empresas privadas. En los gobiernos no encontrarán apoyo, pues la politiquería no los deja ver las necesidades y los esfuerzos de quienes sostienen la economía regional.
3.- NÉSTOR DANIEL GARCÍA COLORADO.
El abogado Néstor Daniel García, excandidato a la gobernación del Quindío, con amplia resonancia dentro del partido Verde por ser cofundador nacional, acaba de superar con éxito, pero después de cuatro largos años, la denuncia anónima por un presunto acoso sexual. La Procuraduría General informó que después de investigar el tema, pudo probar que “el hecho no existió”; por el contrario, hace énfasis especial en que las entrevistadas lo consideran un hombre respetuoso y de buenas maneras. Deseamos a Néstor Daniel, que la sociedad y sus amigos, prontamente le regresen el buen nombre que siempre se le ha reconocido.
4.- JORGE ELIÉCER GAITÁN.
Muchos de los lectores de esta columna, no habían nacido para la época en que fue asesinado Jorge Eliécer Gaitán (1948), candidato presidencial de línea dura, liberal, socialista, quien unió su discurso con su encendida palabra, muy formada y educada en temas del Derecho, por cierto, hasta ganarse la reputación como un brillante penalista, de la escuela italiana.
En muchos de sus encuentros con la muchedumbre que lo seguía apasionadamente, tuvo frases de colección, como “yo no soy un hombre, soy un pueblo”, y le daba con un garrote a la oligarquía liberal y conservadora.
Había nacido en Bogotá, en enero de 1898, y fue asesinado el 9 de abril de 1848, con 50 años cumplidos. Iba derechito a la presidencia de la república.
La “oración por la paz”, llamada también “la marcha del silencio”, ante 50.000 concurrentes, es una obra maestra contra la dictadura por ser permisiva con la cantidad de muertos liberales, un discurso de una letalidad infinita, que calló a todo el país nacional.
Oración por la Paz:
“Excelentísimo señor Presidente de la República, doctor Mariano Ospina Pérez: Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra excelencia sabiendo que interpreto el querer y la voluntad de esta inmensa multitud, que cobija su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo este silencio clamoroso, para pedir que haya piedad y tranquilidad para la patria.
En todo el día de hoy, excelentísimo señor, la capital de Colombia ha presenciado un espectáculo que no tiene precedentes en su historia. Gentes que llegaron de todo el país, de todas las latitudes – los llanos ardientes y las frías altiplanicies, como las de esta capital – han venido a congregarse en esta plaza, cuna de nuestra libertad y de nuestra historia, para expresar su irrevocable decisión de defender sus derechos. Dos horas hace que ellos desembocan en esta plaza y no hay sin embargo un solo grito, porque en el fondo de sus corazones se agolpa la emoción; pero como en las tempestades violentas la fuerza subterránea es mucho más poderosa y ésta sabe que tiene el poder de imponer la paz cuando los obligados a imponerla no la imponen.
Señor Presidente: Aquí no hay aplausos sino millares de banderas negras que se agitan. Excelentísimo señor: Sois un hombre de universidad y por lo tanto os debe llamar la atención este hecho sin precedentes en la historia de Colombia.
Señor Presidente: Aquí están presentes todos los hombres que han desfilado y demuestran una fuerza y un poderío no igualados y sin embargo, no hay un solo grito. Aquí hay una contradicción a las leyes de la psicología popular. Un pueblo que es capaz de contrariar las leyes de la psicología colectiva es un pueblo que os demuestra que tiene un espíritu de disciplina capaz de superar todos los obstáculos. Ningún partido en el mundo ha dado una demostración como ésta. Pero si esta manifestación sucede es porque hay algo grave y no por triviales razones. Y esto obliga a los hombres universitarios a escucharla y oírla. Somos la mejor fuerza de paz en Colombia. Somos los sustentáculos de la paz en Colombia, y mientras en las veredas y en los municipios fuerzas minoritarias se lanzan al ataque, aquí están las grandes mayorías obedeciendo una consigna. Pero estas masas que así se reprimen también obedecerían la voz de mando que les dijera: Ejerced la legítima defensa. Dos horas ha gastado esta gente entrando a esta plaza para colmarla. El comercio ha cerrado sus puertas y le debemos gratitud por este noble gesto.
Porque somos fuertes somos serenos. Esta es la significación más exacta de que con nosotros no puede abusarse. Hay un partido de orden capaz de realizar estas manifestaciones para evitar que la sangre se derrame y para que las leyes se cumplan, porque son la expresión de la conciencia colectiva. Yo quisiera que todo el país contemplara este espectáculo. No me he engañado cuando he dicho mi concepto sobre la conciencia popular, ampliamente ratificada en esta manifestación, donde los aplausos desaparecen y sólo se oye el rumor emocionado de los millares de banderas negras que aquí se han traído para recordar a nuestros hombres tan villanamente asesinados.
Señor Presidente: serenamente, tranquilamente, con la emoción que atraviesa el espíritu de los hombres que llenan esta plaza, con esa emoción profunda os pedimos que ejerzáis vuestro mandato, el mismo que os ha dado el pueblo, en favor de la tranquilidad pública. Todo depende de vos; sabemos que quienes anegan en sangre este país cesarían en su pérfida siega. Esos espíritus de mal corazón cesarían al simple imperio de vuestra voluntad.
Amamos hondamente a esta patria nuestra y no queremos que nuestra nave victoriosa navegue sobre ríos de sangre.
Señor Presidente: No os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no siga por caminos que nos avergüenzan ante propios y extraños. ¡Os pedimos tesis de piedad y de civilización!
Señor Presidente: Os pedimos cosa sencilla para la cual están de más los discursos. Os pedimos que cese la persecución de las autoridades y así os lo pide esta inmensa muchedumbre. Pedimos pequeña cosa y gran cosa: que las luchas políticas se desarrollen por cauces de constitucionalidad. Os pedimos que no creáis que nuestra tranquilidad, esta impresionante tranquilidad, es cobardía. Nosotros, señor Presidente, no somos cobardes: somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. Pero somos capaces, señor Presidente, de sacrificar nuestras vidas para salvar la tranquilidad y la paz y la libertad de Colombia.
Impedid, señor Presidente, la violencia. Sólo os pedimos la defensa de la vida humana, que es lo menos que puede pedir un pueblo. En vez de esta ola de barbarie, podéis aprovechar nuestra capacidad laborante para beneficio del progreso de Colombia.
Señor Presidente: Esta enlutada muchedumbre, estas banderas negras, este silencio de masas, este grito mudo de corazones, os pide una cosa muy sencilla: que nos tratéis a nosotros, a nuestras madres, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como querríais que os tratasen a vos, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos, a vuestros bienes.
Os decimos, excelentísimo señor Presidente: Bienaventurados los que no ocultan la crueldad de su corazón, los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar los sentimientos de rencor y exterminio. Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad contra los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia”.
Aporte de los lectores: “Al final los verdaderos lujos son el tiempo, la salud, la buena compañía, la mente tranquila, y la libertad de elegir lo que quieras hacer”. (N.Gallego).