ANÁLISIS/ Conozca el rezago empresarial del Quindío dentro del contexto nacional

7 abril 2025 11:27 pm
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Por Jorge Alberto Serna Jaramillo

El panorama empresarial del Quindío, analizado a partir de los datos de las 10.000 empresas más grandes del país a 2023 según la Superintendencia de Sociedades, revela una realidad que debe encender las alarmas en todos los sectores del departamento.

Con el vencimiento del plazo para la renovación de las matrículas mercantiles ante las Cámaras de Comercio, es momento de realizar una radiografía detallada y sincera de la situación:

De la lectura de los cuadros anteriores, surgen las siguientes reflexiones:

  • Las comparaciones pueden ser odiosas, pero en ocasiones resultan necesarias, estamos muy lejos de Caldas y Risaralda. El Quindío ha perdido protagonismo por más de 40 años y lo que se refleja en este análisis, no se vislumbra una recuperación.
  • Las cifras son contundentes: en 2023, el Quindío se ubicó en el puesto 19 a nivel nacional en cuanto a ingresos operacionales de sus grandes empresas, con apenas $4,36 billones, lo que representa un insignificante 0,11% del total nacional. Esta posición está muy lejos de los otros departamentos que conforman la RAP del Eje Cafetero, con Risaralda en el puesto 8 ($21.92 billones) y Caldas en el puesto 9 ($17.75 billones). Incluso el Tolima, con $6,89 billones, supera ampliamente al Quindío.
  • Este rezago se hace aún más evidente cuando analizamos la cantidad de empresas quindianas que figuran entre las más grandes del país. En 2023, solo 62 empresas del departamento aparecen en este selecto grupo, ninguna entre las 500 más grandes, mientras que Risaralda cuenta con 164 empresas (6 entre las 500 más grandes) y Caldas con 122 empresas (6 entre las 500 más grandes).
  • Un aspecto particularmente preocupante, es la pérdida de la única empresa quindiana que figuraba entre las 500 más grandes del país en años anteriores. El grupo UMA, que generó ingresos operacionales de $0,62 billones en 2021 y $0,79 billones en 2022, ya no aparece en este ranking para el balance de 2023, lo que representa un duro golpe para el PIB departamental. Este hecho debe llevarnos a reflexionar profundamente sobre las facilidades que desde la institucionalidad se ofrece a la operación de grandes empresas en el Quindío.
  • La distribución sectorial de estas empresas revela otro dato inquietante: el sector turístico, promocionado como la segunda vocación económica del departamento, solo cuenta con una empresa entre las más grandes del país, generando apenas el 1.4% de los ingresos operacionales del selecto grupo quindiano. El comercio (23.9%) y la manufactura (36.5%) son los sectores que más aportan, lo que contrasta con la débil presencia de la industria en el departamento que habíamos identificado en análisis anteriores.
  • Cuando analizamos la relación entre ingresos operacionales y población, el Quindío genera $7.74 millones por habitante, cifra inferior a Risaralda ($22.54 millones) y Caldas ($17.06 millones), aunque supera ligeramente al Tolima ($5.01 millones). Esta métrica evidencia que, a pesar de ser un departamento pequeño en extensión y población, el Quindío no ha logrado capitalizar estas características para generar un tejido empresarial fuerte.

Desafíos empresariales hacia el Quindío 2050

La situación actual del panorama empresarial quindiano no puede verse aislada de los otros indicadores que hemos venido analizando: el rezago en el PIB departamental, los cambios demográficos, los desafíos educativos y la planificación territorial. Todas estas variables están interconectadas y requieren un abordaje integral.

Este diagnóstico plantea interrogantes cruciales para el futuro del departamento: ¿Cómo revertir la tendencia de estancamiento empresarial? ¿Qué políticas públicas se requieren para atraer inversiones y facilitar el crecimiento de las empresas locales? ¿Está funcionando realmente la apuesta por el turismo como motor económico del departamento?

La actualización de los Planes de Ordenamiento Territorial que actualmente enfrentan los municipios del Quindío representa una oportunidad única para repensar el modelo de desarrollo económico del departamento. Es imperativo incorporar en estos instrumentos de planificación, las condiciones necesarias para facilitar la llegada y operación de grandes empresas, sin comprometer la vocación verde del territorio.

El Quindío es el único departamento en este siglo que ha contado dos veces con ejercicio legislativo para generar empleo y crecimiento: La primera vez con la Ley 608 de 2000 (Lay Quimbaya con énfasis en empresas nuevas) y en la Ley 1955 de 2019 (Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022), con la inclusión de las  Zonas Económicas y Sociales Especiales (ZESE), donde quedo incluida la ciudad de Armenia (empresas pre-existentes y nuevas) que en principio logro el propósito de bajar los niveles de desempleo, pero no se reflejó como un atractivo para la creación de nuevas grandes empresas en el Quindío.

¿Será que dentro del ejercicio de prospectiva Quindío 2050 se tendrá una tercera oportunidad, aclarando que el esfuerzo y sacrificio impositivo para generar incentivos deberá hacerse desde lo local en un departamento donde la carga impositiva local es de las más altas del país? 

El crecimiento empresarial no es un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la calidad de vida de los quindianos. Necesitamos empresas que generen empleos de calidad, que aporten al desarrollo sostenible y que contribuyan a revertir la pérdida sistemática de protagonismo económico que ha sufrido el departamento durante más de cuatro décadas. El reto está planteado. ¿Estaremos a la altura de las circunstancias?

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