Un artículo reciente en un diario de circulación nacional titula: “El 44% de los niños del país muestran indicios de daños en su salud mental” y en una grafica se ve que el “bullying” redunda en un 23%. Generalmente cuando se refieren al bullying, definido como “acoso escolar”, se da por sentado que el tema está solo relacionado con la vida escolar; entonces ¿es solo responsabilidad de la escuela? A un niño generalmente lo maltratan psicológicamente, en su entorno familiar: “violencia intrafamiliar y maltrato infantil”, con más frecuencia, pero en el contexto real la vida es un constructo en el que las distintas variables convergen a un solo objetivo: la persona que lo padece. Así las cosas, vale la pena plantear una breve reflexión sobre el tema. Muchos niños que se tornan en “blanco” de burlas y ataques de sus compañeros, dejan entrever una fractura en su equilibrio emocional que los convierte en presa fácil y al carecer de elementos de seguridad y defensa se sienten expuestos y atemorizados y esa “falla” en sus sistemas integrador y socializador ¿no tendrá raíces que han crecido desde su núcleo familiar?: otros interrogantes que no gustan, pero es imperativo enfrentarlos pues fácil responsabilizar a otros actores para evitar confrontarse con la posible responsabilidad como papás. Las primeras figuras encargadas de ir acompañando al niño a distinguir la realidad e integrarse en ella son sus padres, eso no tiene discusión, por lo tanto, les cabe una muy seria y determínate responsabilidad en el proceso. ¿En la actual sociedad cuantos hogares se encuentran constituidos por un papá y una mamá presentes y actuantes? ¿son ambos padres suficientemente responsables y empoderados, competentemente “sanos”? ¿al decidir conformar un hogar, o tener un hijo, existe plena conciencia de la importancia que significa un equipo en el que la educación y la relación de los hijos está por encima de intereses personales, discusiones y divergencias, asuntos de intervención de terceros – llámese abuelos, suegros, tíos etc.? de tal forma que la autoridad, el soporte, los valores y principios no se negocien ni se plateen como un asunto laxo y endeble? ¿es la relación con los padres un proceso amoroso y tranquilo o esta matizada por manipulación, chantaje emocional, “castigos” absurdos, comentarios y señalamientos y comparaciones que debilitan la autoestima del niño? ¿en parejas que no viven juntas, se utiliza al niño para “tomar partido” con chantaje y presión de tal manera que se le impida una buena y oportuna relación con ambos papás? ¿el buen ejemplo predomina? ¿se cuida a los menores respecto a la relación con personas mayores a ellos, además del uso y manejo de pantallas y redes sociales? o la tecnología es la niñera ¿es el hogar un sitio seguro y amable donde el menos se sienta protección apoyo y paz? Comencemos por ahí a ver si esa estadística disminuye. Reflexione, asuma y corrija. [email protected]