NARCOESTADO Y NARCOECONOMIA

1 abril 2025 9:42 pm
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Después de 38 años de haber sido extraditado y de pagar 35 años de cárcel en Estados Unidos, regresó  Carlos Ledher Rivas, siendo arbitrariamente detenido  3 días, porque la pena que debía en el país, ya prescribió.  Este hecho nos trae a la memoria que el negocio del narcotráfico que se inició en Colombia en la década de los años setenta del siglo pasado con la bonanza de la marihuana y  recaló en la cocaína, sigue teniendo vigencia.

El negocio de los narcóticos sigue teniendo enorme influencia en la vida política, económica y social de Colombia. Infiltró gobiernos, campañas políticas eligiendo presidentes, congresistas, gobernadores y alcaldes. A través del lavado de activos y testaferros, se conformaron cadenas radiales, de droguerías, concesionarios de vehículos, hoteles, empresas agropecuarias y de  cría caballo de paso fino, etc.

También, sigue siendo el financiador del conflicto armado, de las guerrillas, paramilitares y grupos de delincuencia organizada como el Clan del Golfo y la Oficina de Envigado.  A pesar de la guerra desatada contra narcotraficantes como respuesta del gobierno a la ola de terror con la explosión de bombas y asesinato de dirigentes nacionales por el tratado de extradición; en la actualidad existe mayor área cultivada de coca y más toneladas producidas de cocaína y comercializadas en el resto del mundo.

Hoy los narcotraficantes tienen bajo perfil y en vez de enfrentar el Estado, tienen buenas relaciones con la clase dirigente del país. El inmenso poder del dinero del narcotráfico permeó todos los  poderes, logrando conformar un narcoestado y una narcoeconomía.

En su época de narcotraficante  Ledher era reconocido como un empresario, un inversionista y la sociedad aceptaba sus generosos regalos y donaciones. El gobernador Mario Gómez Ramírez aceptó la donación al departamento del Quindío de una avioneta Piper Navajo para 8 pasajeros de matrícula N50RK, avioneta en la que venían 32 millones de dólares producto de la venta de cocaína.

Construyó la Posada  Alemana en Salento y trajo al obispo de Pereira Monseñor Darío Castrillón par oficiar la misa de inauguración.  A través de su empresa Cebú Quindío, le regaló a  Armenia un carro de bomberos.  Fue propietario de la Hacienda Pisamal de más de 400 hectáreas donde generaba más de 300 empleos. Su movimiento político Latino Nacional logró elegir 12 concejales y 2 diputados. 

En su reciente libro” Vida y muerte del Cartel de Medellín”, hace revelaciones sorprendentes y escandalosas. Como la de que en 1982 el cartel de Medellín le entregó a la campaña presidencial  de Alfonso López Michelsen U.S $800.000 y Gonzalo Rodríguez Gacha  un millón de dólares a la campaña presidencial de Belisario Betancur, a la postre presidente elegido. 

Igualmente, debemos recordar que el Cartel de Cali, entregó varios millones de dólares a la campaña  presidencial  de Ernesto Samper y como lo reconoció Miguel Rodríguez a la campaña de Andrés Pastrana también le aportaron. El narcotraficante Guillermo “el Ñeñé Hernández dio $1.000 millones a la campaña presidencial de Iván Duque. Y según las denuncias, los exnarcotraficantes Manuel Santander López Sierra y Alfonso “el turco” Hilsaca, le dieron cerca $1,000 millones a Nicolás Petro para la campaña de su papá, y Sandra Navarro  y su esposo el narcotraficante Juan Carlos López Macías  alias “el sobrino”  también habrían aportado dinero a esta campaña.

Así mismo,  revela que los narcotraficantes son anticomunistas y que por eso no aportaron dinero al grupo guerrillero M-19 para la toma del Palacio de Justicia. Pero contradictoriamente asegura que fueron invitados por el gobierno cubano para hacer negocios. “Pero después vi que con ese sistema no se podía negociar y me retiré, pero Pablo Escobar si hizo negocios”. El presidente Fidel Castro después de una rigurosa investigación y un Consejo de Estado, ordenaron fusilar el 13 de julio de 1989 por actos de traición a la patria a 4 héroes de la revolución, en su orden el general Arnaldo Ochoa, al coronel Tony de la Guardia, al mayor Amado Padrón y al capitán Jorge Martínez. Y otros 10 más fueron condenados a penas entre 15 y 30 años, entre ellos el ministro del interior José Abrahantes.

Si Ledher viene a Colombia por las propiedades que no han sido objeto de extinción de dominio y siguen en manos de testaferros, pueda ser que no encuentre la muerte.

El ansia de dinero y el poder que éste da, es lo que hace que el negocio del narcotráfico siga vigente. Estados Unidos que tiene doble moral,  persigue la producción y comercialización de marihuana en otros países, pero la legalizó internamente. Y solo persigue la cocaína fuera de su territorio, pero no el consumo y la comercialización interna. No hay un solo capo del narcotráfico norteamericano que compra las toneladas de cocaína que le llegan de Colombia y México, detenido. Solo le interesa que no le saquen los dólares del país y que estos se inviertan allí mismo.ggg   

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