Carlos Enrique Lehder Rivas, quien pagara en Estados Unidos una condena de 33 años por tráfico de drogas, está libre, tras una decisión del Juzgado 18 de Ejecución de Penas, que lo había requerido por el delito de fabricación, porte y uso de armas privativas del Ejército colombiano. La pena prescribió, dijo el juzgado, donde fue remitido Lehder desde el pasado viernes cuando aterrizó en el aeropuerto El Dorado proveniente de Alemania.
Lehder había sido condenado en Colombia en 1995 por delitos como tenencia ilegal de armas y estupefacientes, con una pena de 24 años y una multa. No obstante, tras ser extraditado en 1987 a EE.UU. y cumplir condena por narcotráfico, fue liberado en 2020 sin que las autoridades colombianas reactivaran el proceso a tiempo, según dijo la emisora nacional La W Radio.
“El juzgado argumentó que, al no haber sido puesto a disposición de Colombia tras su liberación en EE.UU., el plazo de prescripción se cumplió, extinguiendo la potestad punitiva del Estado. La boleta de libertad señala que no existen otros requerimientos judiciales en su contra”, indica la noticia.
El fallo también ordena cancelar las órdenes de captura y actualizar sus registros penales, aunque mantiene el cobro coactivo de la multa impuesta, señala la información conocida esta mañana.
¿Lehder viene para Armenia?
Sobre el destino final de Carlos Lehder, luego de tocar tierra colombiana después de su extradición a los Estados Unidos en 1987, y su salida para Alemania en 2020 cuando obtuvo su libertad, aún no se ha dicho nada. Lehder tiene su familia en varias partes de Colombia: Bogotá, Pereira y Armenia, pero no se sabe si se va a radicar en el país y en qué ciudad.
Este hombre, hijo del inmigrante alemán Guillermo Lehder, que llegó a Colombia en 1929 y se estableció en Armenia en los años 30 del siglo XX, nació en esta capital el 7 d septiembre de 1949, y aquí vivió su niñez y parte de su juventud, pues partió para los Estados Unidos a los 16 años.
Luego volvió convertido en lo que para los quindianos era el ‘Joven inversionista colombo-alemán, Carlos Enrique Lehder Rivas, que fundó entre muchas dos empresas que fueron famosas al final de los años setenta: Cebú-Quindío, una empresa agropecuaria; y La Posada Alemana. Ambas propiedades fueron confiscadas por el gobierno y pasaron a manos de terceros. La Hacienda Pizamal, sede de Cebú-Quindío, pasó al INCORA y fue entregada a 18 familias de la Costa Atlántica en desarrollo de los pactos de paz del gobierno de Álvaro Uribe con las AUC. Y la Posada Alemana quedó en manos de la Sociedad de Activos Especiales, que en el 2020 la cedió a la Gobernación del Quindío, propietaria actual.
En Armenia, antiguos amigos de Lehder se atreven a asegurar que, muy seguramente, este hombre regrese a la capital del Quindío para rehacer su vida, a la edad de 75 años, con sus familiares, liberado de las cargas judiciales, en la ciudad que lo vio nacer.