A las permanentes mesas de diálogo que, durante ya casi dos años, la rectoría ha sostenido con integrantes de un grupo de personas que consumen sustancias sicoactivas dentro del campus, se suma la reunión realizada este viernes 21 de marzo en la que participaron, entre otros invitados, el director territorial del Ministerio del Trabajo, Héctor Elías Leal Arango. Ya se habían realizado la mesa de seguridad ciudadana con instituciones locales, la mesa de diálogo con comerciantes vecinos del campus uniquindiano, la mesa con la Secretaría de Gobierno y Convivencia de Armenia y la reunión ampliada realizada en el auditorio Bernardo Ramírez Granada.
Todas las mesas, con integrantes de los estamentos uniquindianos y de instituciones del orden municipal, departamental y nacional, han tenido el mismo objetivo: sumar esfuerzos interinstitucionales para hacerle frente al creciente y multicausal fenómeno del consumo de sustancias sicoactivas dentro de la universidad.
Un punto foco
Aunque el abordaje se ha planteado de manera integral, entendiendo que convergen análisis que van desde la salud pública, pasando por el derecho al trabajo digno y decente y el derecho a la educación, hasta la revisión de posibles comportamientos delictivos, hay un foco de atención interinstitucional por estos días: primer piso del bloque de Ciencias Humanas y Bellas Artes y Ciencias Básicas y Tecnologías, junto a la entrada del auditorio Bernardo Ramírez Granada.
Aumenta la inconformidad
Con el paso de los días se siguen sumando voces de inconformidad de estudiantes y docentes de diferentes programas académicos, así como las de funcionarios administrativos que alegan están siendo vulnerados sus derechos fundamentales a la educación y el trabajo por el comportamiento cotidiano de un grupo de personas, varias sin vinculación alguna con la Uniquindío, que pasan casi todo el día y buena parte de la noche, consumiendo drogas y generando contaminación sonora en el primer piso del bloque de Ciencias Humanas y Bellas Artes.
Riesgo sicosocial para los estudiantes y trabajadores uniquindianos, exposición permanente a inhalación de humo, contaminación sonora, espacios inseguros e insalubres, son algunas de las afectaciones que se pusieron sobre la mesa con el delegado territorial del Ministerio del Trabajo y ante representantes de la Secretaría de Gobierno y Convivencia, Secretaría de Salud y Secretaría de Desarrollo Social, este viernes 21 de marzo en horas de la mañana.
Tanto los decanos, como el representante de los docentes uniquindianos y los funcionarios del alma mater, como los invitados externos, coincidieron en que hay que redoblar esfuerzos en materia de promoción y prevención del consumo de SPA, sin que ello impida la aplicación del estatuto estudiantil y demás normas constitucionales en los casos que sea necesario. “Pediremos acompañamiento de la Oficina de Riesgos Laborales del Ministerio del Trabajo, para mitigar el riesgo y el impacto que el consumo de sustancias sicoactivas dentro de la universidad pueda generar entre los docentes y demás trabajadores de la universidad”, fue el compromiso del director territorial de Mintrabajo.
Llamado de la rectoría
El rector de la Uniquindío, Luis Fernando Polanía Obando, llamó la atención sobre la importancia de entender esta problemática como un asunto de ciudad y no solo por la afectación que produce dentro de la universidad. “Estamos invitando a las secretarías de Salud y Educación del departamento, lo que ocurre en nuestra institución tiene que estar en la agenda de prioridades de todas las autoridades locales y regionales. Los estudios y la caracterización que estamos haciendo nos está arrojando que tenemos menores de edad que llegan a los primeros semestres ya con hábitos de consumos de drogas, es decir, algo está pasando en la ciudad, en los colegios, en los hogares que nos preocupa y nos duele demasiado”, señaló el rector.