Primera temporada de 2025
Sebastián Bastidas Agudelo será el nuevo solista que acompañará la primera temporada de la Orquesta Filarmónica de la Universidad del Quindío. Nacido en Tuluá, Valle del Cauca, y con 22 años de edad, Sebastián estudia el Curso Especializado en Música con énfasis en canto en el Instituto de Bellas Artes de la misma universidad.
Su trayectoria en el teatro comenzó hace dos años y medio en el Instituto. Sebastián recuerda que, al inicio, pensó: “Si no me gusta el teatro durante el primer semestre, me salgo”. Sin embargo, hoy está a punto de graduarse del programa. Ha participado en varias obras teatrales, entre las que destacan Macondo y La Libertadora.
Su proyecto artístico tiene como objetivo principal combinar tres ramas del arte —la danza, la música y la actuación— en una sola puesta en escena, creando así una experiencia integral y enriquecedora para el público.
¿Qué lo motivó a estudiar teatro en el Instituto de Bellas Artes? ¿Cómo fue la experiencia?
El teatro complementa todo aquello que, de manera individual, me llama la atención, como cantar, bailar y modelar. Como no sabía si dedicarme a alguna de esas actividades por separado, terminé eligiendo teatro gracias a una conversación que tuve con mi primo, quien fue el impulsor de todo esto. Él sabía que yo estaba terminando de estudiar mis niveles de inglés y me preguntó: «¿Qué quieres hacer ahora?». Yo le respondí: «Me gusta cantar, bailar y modelar, pero la verdad no sé qué hacer». Entonces él me dijo: «¿Y si estudias teatro?». Y fue así como comenzó este camino en el arte. Ha sido una experiencia maravillosa que no cambiaría por nada. He sido y sigo siendo muy feliz en el Instituto de Bellas Artes de la Universidad del Quindío.
Ahora bien, el teatro en mi vida personal ha influido de una manera exponencial. Me ha dado seguridad, me ha permitido tener una voz ante la sociedad, me ha permitido ser escuchado y aún mejor, me ha posibilitado conocer personas maravillas que me impulsan cada día seguir en este mundo.
¿Cuáles son los personajes u obras que más han marcado su carrera?
Hubo un personaje en específico que me marcó muchísimo. Se llama Luis Alberto, pero le gusta que le digan Luisbeth. Este personaje me llevó a un punto en el que tuve que despojarme de mi cuerpo para permitir que otra persona, o, mejor dicho, otro personaje, lo habitara. Fue un trabajo integral que incluyó un cambio físico, partiendo desde la postura, ya que durante toda la obra me mantuve encorvado. Además, modifiqué mi voz de manera pronunciada y me sometí a una transformación física que implicaba pasar de lucir como un joven a representar a una persona mayor. La obra se titula Caníbales. Diría que esta obra tiene un gran peso debido al intenso proceso de construcción del personaje.
¿Cómo ve el panorama teatral en el Quindío? ¿Qué oportunidades y desafíos existen?
Yo diría que el panorama teatral en el Quindío se mantiene vivo gracias a los grupos teatrales que se esfuerzan y trabajan día a día para que el teatro siga creciendo. Sin embargo, siento que uno de los desafíos más grandes es la falta de espacios idóneos para promover esta rama del arte de la mejor manera. Me refiero, específicamente, a la necesidad de un teatro bien equipado en el Quindío, particularmente en Armenia
¿En qué proyectos está trabajando?
Actualmente estoy trabajando en dos proyectos: uno relacionado con el teatro y otro con la música. Por el lado del teatro, se me ha tenido en cuenta para ser parte del área de coreografías de la nueva obra Frida. Cabe resaltar que, aunque en cierto modo encabezamos esa parte de las coreografías, siempre es un trabajo conjunto el que realizamos todos para sacar adelante una obra de teatro.
Por el lado de la música, estaré acompañando a la Filarmónica de la Universidad del Quindío en la primera temporada del año 2025 como cantante solista.
Hablemos sobre esto último, la música y el canto.
El canto siempre ha estado presente en mí desde muy pequeño. Lo he practicado de forma empírica durante varios años, pero fue el teatro lo que motivó aún más mis ganas de seguir explorando mi voz y de entender la música de una manera más profunda y con mayor criterio. Mi objetivo es que, el día de mañana, si me preguntan algo sobre música o canto, pueda hablar con propiedad y no solo desde el empirismo. No estoy diciendo que lo empírico sea algo malo; al contrario, siento que es un excelente punto de partida para comenzar a recibir una formación idónea, ya que esta profesión, desde el respeto, lo merece.
Fue como uno de los solistas para la primera temporada de la Orquesta Filarmónica de la Uniquindío.
Cuando vi la convocatoria del concurso para ser solista en la primera temporada de este año 2025, nunca imaginé que iba a ser el ganador. La verdad es que estudié muchísimo la canción para el día del concurso, tanto que terminé siendo seleccionado. Me inscribí porque, desde la primera vez que escuché a la Orquesta Filarmónica, me cautivó la voz de quien estaba cantando, y dije: «Algún día tengo que estar ahí, quiero estar donde está ese cantante». No sé si fue manifestación, talento, disciplina o las tantas ganas que tenía de estar allí, pero, de una u otra forma, lo estamos logrando. Siento que este es un gran inicio y una motivación enorme para emprender este camino en la música.