El 27 de diciembre, el gobierno departamental firmó un contrato por $3.626 millones 359.443 para la instalación de cámaras de seguridad en los municipios del Quindío. A pesar de ello, los asesinatos continúan. En un informe de seguridad presentado a la Asamblea Departamental, el comandante de la Policía reveló que los homicidios intencionados pasaron de 177 casos en 2023 a 155 en 2024. Presentaron estas cifras como un “gran” éxito, cuando en realidad la reducción es insignificante. La seguridad del departamento se vanagloria de un resultado mediocre.

Nada funciona bien en el Quindío. Las balaceras siguen en el centro de Armenia. Para aparentar acción, el gobernador envió policías a las calles en un operativo fugaz, un simple efecto Alka-Seltzer: efímero y sin impacto real. Mientras tanto, en Quimbaya, el Ejército, con capuchas negras, patrulla golpeando y requisando a los jóvenes.
El departamento está sumido en la basura, y NEPSA es un fracaso absoluto. La pobreza ha arrastrado a muchos quindianos de la necesidad a la indigencia. El desempleo afecta sobre todo a los jóvenes. Las lluvias destruyen las vías de la cordillera, y nadie ha visto la maquinaria amarilla que el gobierno departamental compró en junio de 2024 por $2.038 millones 642.294 para el mantenimiento preventivo.
Con el paso de los meses, se hace más evidente la persecución política del gobernador Juan Miguel Galvis contra quienes no lo apoyan. Un ejemplo claro: prometió reparar la fuente de peces de la plaza principal de Circasia y construir dos escenarios deportivos, pero no lo hizo porque el alcalde del municipio no votó por él.
El sectarismo de Galvis ha dividido el Quindío entre alcaldes “buenos y malos”, entre indios y vaqueros. Nunca habíamos padecido un gobierno tan desconectado de la realidad y, a la vez, tan diestro en disfrazar sus actos con inversiones absurdas. Su legado será recordado por su obsesión con el derroche: luces y vanidades disfrazadas de progreso. Según su lógica, mientras estemos rodeados de lucecitas, nos irá mejor en la vida.

El convenio interadministrativo entre la EDEQ y la Gobernación para la “Instalación de iluminación dinámica en el edificio de la gobernación” se justifica con una torpe interpretación de la teoría del profesor Philip Zimbardo (1969) sobre el «Síndrome de la Ventana Rota». Esta sostiene que el delito prolifera en entornos descuidados. Según la gobernación, si el edificio administrativo luce impecable, los delincuentes —tanto los de afuera como los de adentro de las oficinas— desistirán de cometer fechorías.
La gobernación del Quindío considera valida dicha teoría porque si el entorno no está embellecido, hay mayores probabilidades de incrementarse el delito. Según los estudios previos elaborados por la secretaria de turismo de la Gobernación, Juana Camila Gómez, se interpreta que en los vidrios exteriores del edificio del ente administrativo está la solución para mejorar la seguridad del departamento, y, una vez se instalen luces de diferentes colores, los ladrones nunca volverán a apropiarse de los dineros públicos. Le faltó al gobernador Galvis decir que la corrupta empresa para el desarrollo territorial, PROYECTA, y sus ladrones, cometieron delito porque la fachada del edificio gubernamental no tenía “iluminación dinámica”.
Este tipo de inversión, se planeó y se calculó fríamente. Y, para no dejar cabos sueltos, la operación se comenzó a orquestar a partir de una resolución (número 07944 del 17 octubre del 2024) pretendiendo validar jurídicamente el proceso (pre contractual) donde especifican lo siguiente:
“Que la Gobernación del Quindío tiene su sede de funcionamiento, en el Edificio ubicado en la Plaza de Bolívar, en la Ciudad de Armenia Quindío. Como estrategia de promoción de la Marca Quindío, Corazón de Colombia, se plantea y planea como acción de la Secretaría de Turismo, Industria y Comercio, el montaje de iluminación dinámica, un sistema solar fotovoltaico y una pantalla LED en el exterior del edificio del CENTRO ADMINISTRATIVO DEPARTAMENTAL. El proyecto hace referencia a la INSTALACIÓN DE ILUMINACIÓN DINAMICA EN EL EDIFICIO DE LA GOBERNACIÓN DEL QUINDÍO, la que Consisten en el suministro e instalación de 2 fachadas del edificio de la gobernación fachada norte y sur, con 2 franjas (pantallas dinámicas) en cada fachada para un total de 4 franjas, cada franja tiene una dimensión de 6×34 metros para un total de 816 metros”.

¿Acaso la Fiscalía investiga inversiones inútiles? Probablemente no, pero la Contraloría sí debería revisar en qué se esfuman los recursos públicos. El «Síndrome de la Ventana Rota» de Galvis parte de la absurda premisa de que la iluminación del edificio gubernamental mejorará la seguridad del Quindío y traerá “millones” de turistas al Quindío. Y según su lógica, si usted es pobre, es porque tiene una ventana rota en su casa. Pero lo cierto es que la ventana rota está en la Gobernación, y en vez de arreglarla, Galvis se ha dedicado a instalar luces de colores para ocultar la podredumbre que hay dentro.
Con los Cuatro mil setecientos millones de pesos ($4.700.000.000) que Galvis va a invertir en lucecitas, se habría podido garantizar, durante un año, almuerzos para 1,287 niños del Quindío. Sin embargo, los intereses del gobernador lo conducen por otros caminos que no son prioridad. Con esa misma suma, se podría intervenir la escuela de la vereda Guayaquil Bajo, en el municipio de Córdoba, que está a punto de irse a un precipicio. Galvis, visitó la escuela, pero ignoró la advertencia.

(Escuela vereda Guayaquil bajo, municipio de Córdoba, Quindío)