Samaria Márquez Jaramillo
Es verdad: Albert Camus no dijo «canta y no llores«, pero sí dijo «vivir hasta las lágrimas, teniendo en cuento que uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen». Esta frase significa que, para ir al unísono con las contradicciones de la vida, hay que experimentar la gama completa de emociones humanas.
En el libro La Mecánica Celeste, de Albert Camus, aparece la expresión: «La vía láctea desciende hasta los nidos de luces del valle. Es posible que haya aldeas en el cielo y constelaciones en la montaña…”
Para mí, pensante del absurdo, admiradora de Camus y con formación filosófica existencialista, me gustaría ser autora de la frase de Albert Camus: «La vida de un ser humano es más interesante que sus obras». También envidio a Manuel Mejía Vallejo cuando dijo: “Primero se es hombre o mujer y luego escritor/a”. Yo he parido 7 novelas y me conservo virgen en cuanto a no concebir rechazos a mi permanente empujar rocas que han de caer…
La vida láctea es única con ese nombre, pero existen millones igual a ella. No hay más de una Vía Láctea en el universo, ya que la Vía Láctea es el nombre de nuestra galaxia. Sin embargo, hay miles de millones de galaxias en el universo. El nombre Vía Láctea proviene de la mitología griega, que significa en latín camino de leche. Ya en la Antigua Grecia, el astrónomo Demócrito (460-370 a. C.) sugirió que aquel haz blanco en el cielo era en realidad un conglomerado de muchísimas estrellas demasiado tenues individualmente como para ser reconocidas a simple vista. Su idea, no obstante, no tuvo respaldo hasta 1609, cuando el astrónomo italiano Galileo Galilei hace uso del telescopio y constata que Demócrito estaba en lo cierto, ya que a donde quiera que mirase, aquel lugar se encontraba lleno de estrellas. Pero nuestra galaxia es pequeña ante la más grande del Universo: la galaxia IC 1101, que es 50 veces más grande que la Vía Láctea con un diámetro de 6 millones de años luz que podría albergar más de 100 millones de millones de estrellas.
Con El hombre rebelde, de Camus aprendí del terrorismo y de la variabilidad del pensamiento y recordé a mi profesor en la Universidad del Valle, Oscar Gerardo Ramos, que cada día nos invitaba a excluir la Teología de nuestras reflexiones y a entronizar lo que en ese momento era utopía: Eliminar las telarañas metafísicas e imitar a Camus y su Sísifo, que aman la vida y que la existencia les parece tan apasionada y rica que les merece la pena de burlar a Plutón y retornar, tras haber muerto, al goce de lo inútil : Llevar a cuestas algo que permanentemente sube empujándolo con todas sus fuerzas y luego de estar en la cima inmediatamente se despeña y seguir y seguir subiéndolo sin lograr sostenerlo arriba y sin optar por un suicidio filosófico.

Albert Camus fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista argelino-francés. Su pensamiento se desarrolla bajo el influjo de los razonamientos filosóficos de Schopenhauer, Dostoyevski, Nietzsche y el existencialismo alemán.
Albert Camus publicó novelas, ensayos, obras de teatro y otras obras.
Novelas El extranjero (1942), La peste (1947), La caída (1956), El primer hombre (novela autobiográfica póstuma).
Ensayos El mito de Sísifo (1942), El rebelde, El hombre.
Obras de teatro Calígula (1945), Los justos.
Nacimiento: 7 de noviembre de 1913, Dréan, Argelia
Fallecimiento: 4 de enero de 1960, Villeblevin, Francia
Influenciados: Jean-Paul Sartre, Samuel Beckett ·
Influenciado por: Jean-Paul Sartre, Franz Kafka ·
Premios: Premio Nobel de Literatura
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