El Congreso, en pleno, aceptó la renuncia de César Lorduy, magistrado del Consejo Nacional Electoral, ayer; según él, la Ley le permite renunciar cuando tenga a bien. Se fue por la puerta de atrás, sin explicar las verdaderas razones que lo llevaron a tomar esa decisión y sin comparecer ante los legisladores.
La Representante Ingrid Aguirre hizo alusión al acoso sexual del cual fue víctima y reafirmó las denuncias que interpuso contra este magistrado, hecho sucedido durante las elecciones locales de 2023; emotiva fue su declaración y solicitó respaldo ante la situación que la ha afectado personal y familiarmente. Acto seguido, se refirió a su denuncia por concusión, pues, según ella, Lorduy “le pidió 500 millones para no revocar a la candidata de la alcaldía de Santa Marta (Patricia Caicedo).
El excongresista (Cambio Radical), exmagistrado del CNE y exfuncionario de Monómeros Colombo-Venezolanos, también estuvo vinculado en la investigación por el asesinato de una joven (Alicia Mercedes Ribaldo) en Barranquilla en 1979; salió avante por vencimiento de términos, pero la familia de Alicia insiste en que se trató de un feminicidio (muerte intencional y no accidental).
Lorduy fue postulado al CNE por Cambio Radical, partido político con el que llegó a la Cámara de Representantes en el período 2018-2022, donde impulsó la “Ley Mordaza” (cárcel a quienes cometieran injuria o calumnia en contra de funcionarios públicos); quiso volver a la Cámara, pero no le alcanzaron los votos; como premio de consolación el Clan Char lo llevó al CNE, donde se convirtió en ficha clave de Cambio Radical de cara a las elecciones regionales de 2023: lo que siguió es conocido en todo el país.
Avalaron su salida 228 congresistas; no hubo votos en contra; hacía alarde de haber sido elegido por 254 legisladores y ser adalid en la defensa de la equidad de género. Para muchos no es suficiente su renuncia, sino que debe asumir responsabilidades por los hechos que se le endilgan. Ojalá las denuncias presentadas en el año 2023 por Ingrid Aguirre no se queden guardadas en los anaqueles.
Según las malas lenguas, don César renunció al CNE para aspirar nuevamente al congreso de la república; las mujeres y los electores justos tienen la palabra. Como decía mi abuela: “De eso tan bueno no dan tanto”.