BOCHORNOSO

11 febrero 2025 10:38 pm

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Gilberto Zaraza Arcila

La transmisión por televisión del improvisado consejo de ministros que debió ser utilizado para dar solución a los delicados problemas de orden público en el Catatumbo con más de 54.000 desplazados, en el Cauca y Chocó, y para resolver la crisis en la salud, la educación y el sector energético; fue destinado durante 6 horas para que el presidente que le gusta el soliloquio, el monólogo y la incontinencia verbal, hablara de lo divino y lo humano, de trivialidades, banalizando tan importante órgano colegiado. Olvidando la máxima que el que mucho habla, mucho yerra.

Mal asesorado, utilizó un informe que el pasó el nuevo jefe de gabinete, para desmontar la segunda insurrección de su equipo de colaboradores por el enorme poder de Laura Sarabia y Armando Benedetti, con graves cuestionamientos éticos e investigaciones judiciales.

Desconociendo las formas y la diplomacia, que enseñan que un buen líder verifica y controla la gestión de sus subalternos y les llama la atención en privado. Los motiva en vez de desmotivarlos; se dedicó a regañarlos  y descalificarlos por incumplir el 75% de los compromisos adquiridos con el pueblo. Y reconociendo que su gobierno es un fracaso, los acusó  de sectarios, caníbales y autodestructivos. De tener agendas paralelas, de no obedecerle y de estar haciéndole una encerrona.  A los únicos que no evaluó, ni regaño fueron Sarabia y Benedetti.

Elude las responsabilidades. Como lo hizo con el hijo que no crió, ahora la responsabilidad del fracaso es de sus colaboradores; que el nombró, algunos de ellos sin reunir los requisitos para el cargo. Exige puntualidad, cuando el da mal ejemplo. Dice que los ministros no son jueces, pero el señala de fascistas, esclavistas, nazis y muñecas de la mafia  a los opositores.

Fue un espectáculo vergonzoso, caótico. Un show mediático de enfrentamientos y acusaciones. Donde un ministro que llega tarde, le solicita al presidente que le ponga atención porque  está distraído.  Donde para defender a  su consentida Laura Sarabia interrumpe a quien la  acusa  de mentirosa.

La vicepresidenta reconoció que no hay transparencia y si muchos casos de corrupción. Que en seguridad estábamos mejor en el gobierno anterior. Que la dejaron relegada y que ha sido irrespetada por la Sarabia. Petro que se declara defensor de las mujeres y los afrodescendientes, pero  maltrata y permite que irrespeten a Francia Márquez. En campaña la traicionó, violando los acuerdos políticos mandó a ofrecer la vicepresidencia a Carolina Soto y Luz María Zapata, esposas de Alejandro Gaviria y German Vargas Lleras, que no aceptaron.

El lambón Gustavo Bolívar que afirmó que Sarabia y Benedetti no merecían los altos cargos que tenían, en un acto de servilismo dijo que amaba a Gustavo Petro. Lo hace porque lo sacó del anonimato y de manera antidemocrática lo hizo elegir senador, candidato a la alcaldía de Bogotá, lo nombro director del DPS sin cumplir con los requisitos exigidos para el cargo y seguramente será su candidato a la presidencia.

Dedicó casi una hora a defender al impresentable Benedetti -llamado a juicio por la Corte Suprema de Justicia, por actos de corrupción- , con el descabellado argumento que tiene una virtud es loco, irrespetando la memoria de Jaime Bateman fundador del movimiento M-19, del que tanto presume.  Contra los ataques de machista por violentar a su esposa y a la mujer más poderosa del gobierno, dijo que él ha visto feminismos que destruyen al hombre. Como el Mesías sentenció que el que esté libre de pecado tire la primera piedra. Los únicos elogios fueron para quien lo tiene chantajeado que si habla todos se van para la cárcel.

Le quedó grande el cargo de presidente y el manejo del consejo de ministros. El gobierno es un circo, una tragedia. El bochornoso espectáculo constituyó un irrespeto a los colombianos, y una oportunidad inesperada para que la oposición aprovechara el derecho de réplica para acabar de destrozar  lo poco que queda de gobierno. El resultado, la renuncia irrevocable de varios ministros y otros de manera protocolaria. Como Sarabia y Benedetti son inamovibles, saldrán del gobierno la mayoría de ministros leales, amigos y compañeros de lucha. Se quedan los paracaidistas, cuestionados e investigados judicialmente, pero que saben sus secretos.

Petro durante su carrera política ha pertenecido a movimientos de izquierda y durante el periodo de presidente ha defendido el primer gobierno de izquierda, ahora dice que no es de izquierda y que no necesitó de la izquierda para ganar. Que es revolucionario, pero el gobierno no.

Empezó el gobierno con una coalición con los partidos tradicionales, en un arrebato emocional la rompió. Y rearmó el gabinete con los del Pacto Histórico. A pesar que trató a los congresistas de malditos, asesorado pro Benedetti, anuncia de nuevo un gobierno sancocho, multicolor, llamando  de nuevo a liberales, conservadores, santistas y de la U, para que entren a participar de la burocracia, la contratación y el clientelismo cuando se aproximan las elecciones. Aumentando la inestabilidad gubernamental, con el mayor número de relevos en solo 30 meses.

Es contradictorio, indeciso e incoherente. No es consecuente con sus ideas y convicciones. No tolera la crítica, ni reparos a sus reformas, quien lo hace es despedido como pasó con los ministros Ocampo, Gaviria, López y el Director de Planeación Jorge Iván Gonzalez.  

Está desconectado de la realidad nacional y de su equipo de colaboradores. No tiene liderazgo para gobernar, ni siquiera para dirigir su partido político Colombia Humana, que también es un caos.

Embriagado con el poder y ensimismado en su egolatría afirmó que el consejo de ministros fue una hermosura, porque lo vieron millones de personas. Que los seguirá transmitiendo por televisión, sin importarle la indignación nacional. Creo que perdió la razón, la sindéresis.

En medio de la sinfonía de crisis -orden público, diplomática, política, fiscal, moral, humanitaria, social- decide irse con su inseparable Laura Sarabia,  de turismo y seguir viaticando una semana a los países ricos del medio oriente, que según sus propias palabras, destruyen la humanidad.  Lo mismo hizo cuando declaró la conmoción interior y se fue de paseo a Haití.

P.S 1  Por qué la campaña de Gustavo Petro no denunció el ingreso de $500 millones en efectivo, del zar del contrabando alias “Papá Pitufo” y que recibió el asesor de campaña el catalán Xavier Vendrell y se los gastó?

P.S 2  Si Álvaro Uribe asegura que es inocente por qué no renuncia a la prescripción penal? Porque sabe que es culpable y por eso a través de leguleyadas sigue dilatando el proceso.

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