Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en 2020 el número de migrantes internacionales en todo el mundo alcanzó los 281 millones, lo que representa el 3.5% de la población mundial. Esas tendencias migratorias han estado determinadas por varios factores, a saber: movilidad laboral (búsqueda de oportunidades laborales), refugio y asilo (al huir de la guerra, la persecución y la violencia), migración irregular (obligados a recurrir a rutas irregulares debido a la falta de oportunidades legales para migrar), impacto del cambio climático (sequía, inundaciones y otros desastres naturales).
La historia de las migraciones es la historia de la humanidad; muchas veces se hizo sin obstáculos, pero a medida que los grupos humanos definieron límites a sus comunidades o reinos, empezaron a darse enfrentamientos, llegándose a presentar grandes invasiones con derramamiento de sangre y hurto de propiedades y posesiones; muchas de estas invasiones tienen justificación histórica, pero otras se han originado en el instinto expansionista e imperialista de algunos grupos humanos.
Al mirar el contexto mundial, unos van y otros vienen; sin embargo, esas tendencias migratorias en el mundo están marcadas por una creciente movilidad global; las regiones con altas tasa de migración son: América del Sur, Europa y Norteamérica. Pero, es necesario destacar que la migración es un tema complejo y multifacético y que las tendencias migratorias pueden variar significativamente, dependiendo de la región y del contexto. Un caso especial vivimos, hace poco, los colombianos con nuestros vecinos, los venezolanos; estos fueron empujados por las condiciones políticas, económicas y sociales y atravesaron las fronteras en búsqueda de una oportunidad; Colombia respondió de acuerdo con sus capacidades y la colaboración internacional.
En nuestro país, la migración al exterior y, en especial, a Estados Unidos se ha dado en tres etapas desde 1810 hasta hoy; en los años sesenta empieza la migración significativa de colombianos al exterior, la cual coincide con las reformas migratorias de Estados Unidos que autorizaron la reunificación familiar, como también, con la demanda de mano de obra en Venezuela durante el boom petrolero de los setenta. Los lugares de destino preferidos en Estados Unidos corresponden al área metropolitana de Nueva York y el sur de la Florida.
Desde los años noventa hasta hoy, en Colombia se da la apertura económica; hay aumento del desempleo y el narcotráfico; se agudiza el conflicto armado; personas de todas las clases sociales y regiones migran en busca de mejores ingresos y de oportunidades laborales, académicas y desarrollo de vida sostenible. La diáspora colombiana está compuesta por, aproximadamente, 1.6 millones de residentes en los Estados Unidos que nacieron en Colombia o declararon ese origen, según la tabulación del IPM de los datos de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense (ACS) de 2021 de la Oficina del Censo de los Estados Unidos; corresponde a una población predominantemente urbana en búsqueda de movilidad social, acosada, especialmente, por razones asociadas a la situación política.
Considero oportuno hacer hincapié en algo: la inmigración irregular, es decir, la entrada o permanencia en un país sin la documentación adecuada es un tema complejo que puede estar relacionado con factores como0 la pobreza, la violencia, la persecución política; sin embargo, la inmigración irregular no es lo mismo que la delincuencia. Es fundamental no confundir estos conceptos y evitar estigmatizar a los inmigrantes como criminales; la mayoría son personas que buscan una mejor vida para sí mismos y sus familias y no representan una amenaza para la sociedad; indispensable evitar la difusión de estereotipos y prejuicios que pueden ocasionar daño a las comunidades inmigrantes y perpetuar la injusticia.
El envío de inmigrantes esposados a sus países de origen es una violación de sus derechos humanos, tiene un impacto devastador en las familias y no es una solución efectiva para abordar la inmigración irregular, ya que no aborda las causas subyacentes de la migración y puede llevar a la creación de más problemas; así mismo, la deportación puede ser costosa para el gobierno y la sociedad en general.
Condeno la actitud y conducta de chantaje de Trump, quien es totalmente xenófobo y racista y aplaudo el rechazo de Petro, aunque critico su soberbia; alguien tiene que representar a esos colombianos deportados. Tenemos que rechazar unánimemente las políticas de deportación de los Estados Unidos. Si los países latinoamericanos no nos unimos, nos va a llevar el que nos trajo.
Como dicen los ingleses: “Trump carece de ciertas cualidades que los británicos tradicionalmente estiman. Por ejemplo, no tiene clase, ni encanto ni frescura, ni autoconciencia, ni credibilidad, ni compasión, ni ingenio, ni calidez, ni sabiduría, ni sutileza, ni sensibilidad, ni humildad, ni honor, ni gracia”.