Permite practicar reanimación, toma de signos vitales y atención de partos
En un avance significativo para la formación en salud, el programa de Enfermería de la Facultad Ciencias de la Salud ha incorporado un simulador obstétrico de última generación, capaz de recrear fielmente escenarios médicos complejos.
El equipo, diseñado para simular desde partos normales hasta emergencias como hemorragias posparto y complicaciones neonatales, está transformando la manera en que los futuros profesionales uniquindianos de la salud adquieren habilidades prácticas.
Noelle
Yuli Paulin Castro Silva, docente del programa de Enfermería, destacó la importancia de esta herramienta: «El simulador nos permite practicar procedimientos como la reanimación, la toma de signos vitales y la atención de partos complicados antes de enfrentarnos a un contexto real. Es una forma segura y efectiva de aprender».
El simulador, bautizado como «Noelle», no solo replica las condiciones físicas de un parto, sino que también incluye un software avanzado que permite programar diversos escenarios clínicos. «Puedes simular un parto vaginal, uno podálico (cuando el bebé viene de nalgas), o incluso una cesárea. También es posible practicar maniobras de Leopold y atender complicaciones como el prolapso de cordón umbilical», explicó David Borja Correa, ingeniero mecatrónico de Andina de Tecnologías, quien está a cargo de la capacitación para el uso del equipo.
Además de su aplicación en obstetricia, el simulador cuenta con funciones que permiten practicar habilidades médicas generales, como la intubación, el manejo de vías respiratorias difíciles y la interpretación de electrocardiogramas. «Tiene sensores que simulan respuestas neurológicas, como la dilatación de pupilas y convulsiones. Incluso puede mostrar un patrón de declive en los signos vitales, lo que permite practicar técnicas de reanimación y desfibrilación», agregó Borja.
Oportunidad
Para los estudiantes, esta tecnología representa una oportunidad invaluable. «Muchos han acompañado partos reales, pero no siempre tienen la posibilidad de practicar habilidades críticas, como manejar la textura resbaladiza de un recién nacido o atender una hemorragia posparto. El simulador les permite adquirir esas destrezas de manera segura», señaló Castro Silva.
El laboratorio de simulación es fundamental para la Facultad de Ciencias de la Salud, ofreciendo un entorno controlado donde los futuros profesionales pueden cometer errores, aprender de ellos y perfeccionar sus técnicas sin poner en riesgo a pacientes reales. «Antes, los estudiantes tenían que esperar hasta llegar al hospital para vivir estas experiencias, y no siempre se presentaban los casos que necesitaban practicar. Ahora, con el simulador, pueden enfrentarse a una amplia variedad de escenarios clínicos», afirmó la profesora Pauline Castro Silva.
Beneficios
La implementación de esta tecnología no solo beneficia a los estudiantes, sino también a los docentes y al personal de laboratorio, quienes reciben capacitación continua para mantener el equipo en óptimas condiciones. «Es un humanoide de alta fidelidad, con actuadores y sensores que requieren mantenimiento especializado. Pero el esfuerzo vale la pena, porque estamos formando profesionales más preparados y seguros», concluyó Borja.