He defendido, a ultranza, la soberanía de los Estados y su capacidad para resolver sus entuertos entre ellos mismos; sin embargo, al escuchar y leer las propuestas del presidente electo de los Estados Unidos, unas locas y otras, imposibles de llevar a cabo, como también, considerando la influencia que pueden tener en el contexto mundial, me pronunciaré:
. “De ahora en adelante, en los Estados Unidos solo habrá dos géneros”: el debate sobre los géneros ha sido muy controvertido en los últimos años; Trump dice que solo existen dos géneros (masculino y femenino), pero esta visión no es compartida por la comunidad científica y médica. Sabemos que el género es un espectro y que hay personas que se identifican como no binarias, transgénero, género fluido y otras identidades. De otro lado, la loca propuesta ha sido rechazada por los Tribunales Federales y la Corte Suprema de los Estados Unidos.
. “Construiré un muro en la frontera con México y deportaré a millones de inmigrantes indocumentados”: aquí, vuelve y juega; tiene una obsesión con los inmigrantes; ¿qué hará con su esposa? ¿de dónde llegaron sus padres?, ¿Quién va a asumir la mano de obra que realizan los inmigrantes? No me imagino a los gringos limpiando pisos, lavando inodoros, barriendo en los aeropuertos o rompiéndose la columna detrás de un azadón. Esta propuesta ha generado una gran oposición y preocupación entre los defensores de los derechos humanos y los expertos en política migratoria. Tremendo garrotazo para los familiares de los inmigrantes que depositaron su voto por él.
. “Enviaré fuerzas especiales a México para mejorar la seguridad y combatir el narcotráfico”: esta es una medida ineficaz y potencialmente peligrosa; al buscar cooperación con lideres autoritarios en la región se genera una inmensa preocupación por la posible erosión de la democracia y los derechos humanos.
He tomado solo 3 propuestas para no “pasarme de la medida” en la columna, sin embargo, es bueno notar que las mismas son ambiciosas y controvertidas y su viabilidad es objeto de debate; da la impresión de que a Donald se le olvida que no es un rey y debe ajustarse a la Ley, de lo contrario, le toca tomarse el capitolio nuevamente.
Como decía mi abuela:” El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”.