Guillermo Salazar Jiménez
Las componendas partidistas donde se definirán los candidatos para las próximas elecciones se convirtieron en noticia importante de fin de año, comentó Rusbel Caminante, los impulsores del cambio para continuar la lucha contra la desigualdad y la corrupción y los de siempre para torpedearlo y mantener privilegios. La lucha de aquellos, agregó Rusbel, contra los pactos de las clases dirigentes que, sin vergüenza ni ética, mienten para captar adeptos. Así es, respondió Juanita, si a los candidatos resultantes les importara de verdad Colombia, las soluciones a los agudos problemas serían el tema central de las propuestas partidistas, lejos de la discriminación y olvido de los pobres. Recordó al filósofo chino Confucio: En un país bien gobernado debe inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado debe inspirar vergüenza la riqueza.
Juanita Lectora ilustró sobre la costumbre en la Antigua Roma donde los candidatos a ocupar cargos políticos de la república se presentaban en las reuniones públicas y asambleas vestidos con togas blancas. Tradición que originó la palabra candidato, extendida por el emperador Gordiano III a ciertos soldados de las legiones romanas, que vestían túnicas blancas para diferenciarlos de los demás por su valor y pelear cerca del emperador en las guerras. Por ello, quizás, el color blanco designa limpieza y pureza a la hora de pensar y actuar, agregó Rusbel, y sobre todo símbolo eterno de la paz.
Rusbel Caminante con el poeta, filósofo y novelista alemán Goethe apreció que, por tratarse de candidatos de un partido no tendrán la razón absoluta y plena, porque las soluciones a los problemas colombianos superan el significado de partido; es decir las partes en que se divide, por estar partido, deben integrarse a través de soluciones a los reales problemas. Sobre el tema, Juanita retomó a Marco Tulio Cicerón, “El testimonio de mi conciencia es para mí de mayor precio que todos los discursos de los hombres”.
A propósito del escritor, político y poeta romano Cicerón, Juanita Lectora planteó su historial como notable orador. Con Cicerón, les recordó a los candidatos colombianos que es hermoso conocer la verdad, porque resulta vergonzoso aprobar la mentira y tomarla por verdad. Comentó que sus diatribas contra el gobierno de Marco Antonio, con sus elocuentes frases de orador consumado, donde la verdad floreció en sus discursos, se ganó la enemistad de aquel cónsul y militar romano, quién, dicen los historiadores, lo mandó asesinar por sicarios en Formia, Italia, el 7 de diciembre del 43 a,C
Así es Juanita, dijo Rusbel, los candidatos opositores, cuyas ideas centrales denotan ira contra la derrota de la desigualdad colombiana propuesta por los otros candidatos, persisten en mantener el miedo y el odio como estrategia para atacar el cambio. Sus mentiras caerán como flores marchitas, porque no serán eternas y los colombianos deberán advertirlo para asegurarse que aquellos candidatos mencionados no merecen su apoyo, menos el voto en las elecciones que se avecinan. Concluyó con Cicerón, “La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.”