El 25% de los colombiano no residentes en nuestro país que compran vivienda nueva la hacen en el departamento del Quindío, según reveló la Cámara Colombiana de la Construcción en un estudio reciente sobre el particular.
“Quindío se ha posicionado como el lugar favorito de los colombianos que no residen en el país para comprar una vivienda nueva, acaparando aproximadamente el 25% de las ventas”, así lo registro el diario capitalino El Tiempo en el análisis del documento de la Cámara de la Construcción.
Con relación a las ventas a ciudadanos extranjeros, Antioquia es el preferido. Quindío también está en esta lista, pero en menor proporción. Los compradores no residentes en Colombia y que miran hacia el Quindío con preferencia, están buscando viviendas NO VIS y de 58,9 metros cuadrados en adelante.
El Quindío también lidera el mercado de ventas a no residentes en Colombia por tener los precios más bajos del metro cuadrado. Mientras que en Bogotá los precios por metro cuadrado fluctúan entre 6,5 millones y 18 millones de pesos, en el Quindío ese rango se ubica entre 4,4 millones y 8,4, lo que indica que este departamento es la opción más viable, económicamente, para el potencial de compradores.
Una de las motivaciones para comprar vivienda por parte de los inversionistas extranjeros y colombianos no residentes en el país, son los diferentes usos de los inmuebles nuevos. Prevalecen las segundas residencias, destinos vacaciones y como inversiones para la modalidad Airbnb, alquileres de temporadas cortas en turismo.
Las remesas constituyen uno de los principales ingresos para hacerse a una vivienda, por parte de los colombianos no residentes en el país. Dice Camacol al respecto: “A nivel regional, Quindío lidera las ventas a colombianos no residentes, mientras que Antioquia y Magdalena sobresalen en ventas a extranjeros. Estas regiones, junto con Valle del Cauca, destacan por su alta recepción de remesas, condiciones climáticas atractivas, economías dinámicas y una oferta inmobiliaria diversificada. Además, se observa que el porcentaje de ventas a no residentes incrementa proporcionalmente con el tamaño de las empresas constructoras, favoreciendo a las compañías más grandes”.