El sábado pasado resalté cómo la universidad del Quindío había creado una alianza con una empresa para contratar algunos instrumentos destinados a las estaciones climáticas en el marco del fracasado proyecto de ´cambio climático´.
También demostré cómo se gastaron los recursos en funcionamiento sin que los contratos contaran con directrices concretas. Lo que hizo la universidad del Quindío fue contratar personal sin asígnarles funciones claras para alcanzar los objetivos establecidos. La corrupta administración de entonces se creía intocable porque tenía el respaldo político, lo que les autorizaba a hacer lo que se les viniera en gana con la universidad.
Sin embargo, los administrativos, tanto de la universidad como los de la gobernación del Quindío, sabían que las cosas no estaban saliendo bien y que necesitan remediar cuanto antes los errores cometidos en la ejecución del proyecto de cambio climático. El Secretario de Agricultura de la gobernación del nefasto Roberto Jairo, estaba preocupado —o fingía estarlo —, porque el día 25 de julio de 2022, envió una carta al rector de la Universidad del Quindío, José Fernando Echeverry Murillo, solicitando la siguiente información: “En atención a la petición recibida mediante correo electrónico el día 22 de julio de 2022, la cual tiene relación con la ejecución del convenio interadministrativo 014 de 2020, suscrito entre el departamento del Quindío y la Universidad del Quindío, amablemente solicito le informe lo avances de la compra de las estaciones climáticas…”.
Entre los años 2015 y 2024, la universidad del Quindío ha estado atrapaba por la clase politiquera del departamento. Los rectores han acatado las directrices del gobernador de turno. En una rectoría en particular (tema para ampliarlo en otro artículo), el titular se ha dedicado a perseguir a funcionarios administrativos que no han obedecido sus caprichos. La fiscalía no investiga lo que debería, los docentes se acomodan a lo que hay, y el movimiento estudiantil parece vivir en otro mundo. ¿cómo es posible que se permita que se roben la universidad y que todo siga como si no hubiese pasado nada?
A pesar de esto, la Contraloría General de la Nación, el pasado 3 de octubre, emitió el auto 002 “Por medio del cual se decreta el embargo de un bien inmueble Proceso de Responsabilidad Fiscal (PRF-801112-2023-4317). El daño causado asciende a $180.869.668,00, dineros que corresponden al fracasado proyecto de cambio climático. En dicho proceso se incluyen otros presuntos responsables.
La contraloría está cumpliendo con su labor. Ahora le corresponde a la fiscalía General de la Nación actuar con prontitud. Este ente tiene en su poder una denuncia por el manejo irregular que se le dio al proyecto de cambio climático.
Uno de los implicados en la presunta responsabilidad fiscal, Julio Cesar Cortes Pulido, quien ha fungido como Secretario de Agricultura desde el nefasto gobierno de Roberto Jairo Jaramillo y quien aún conserva el cargo bajo la administración de Juan Miguel Galvis, está convocando para el día 17 de diciembre, a una socialización de los avances y resultados del proyecto de cambio climático. El evento tendrá lugar en el auditorio Euclides Jaramillo de la Universidad del Quindío, de 7:30 a. m. a 12 m.
Al fin de la invitación recomienda: “Por favor confirmar asistencia al correo electrónico agricultura@gobernaciónquindio.co, teniendo en cuenta que se compartirá refrigerio”.